Lecturas Domingo de Adviento Ciclo C

Lecturas Domingo de Adviento – Ciclo C

Domingos de Adviento – LECCIONARIO III (C)

Lecturas Domingo de Adviento C

El Adviento es un tiempo litúrgico especial en la tradición cristiana que marca el inicio del año litúrgico. Durante este período, los fieles se preparan espiritualmente para la celebración del nacimiento de Jesucristo en Navidad. El ciclo C del Leccionario III nos ofrece lecturas específicas para cada domingo de Adviento, guiando a los creyentes en su reflexión y oración.

Primer Domingo de Adviento: Esperanza en la Promesa
El Adviento comienza con la llamada a la esperanza. Las lecturas de este domingo nos invitan a recordar la promesa del Mesías. La lectura del Antiguo Testamento puede centrarse en profecías que anuncian la venida del Salvador, despertando la esperanza en los corazones de los fieles.

Segundo Domingo de Adviento: Preparando el Camino
En el segundo domingo, las lecturas enfatizan la necesidad de preparación y conversión. La figura de Juan el Bautista suele ocupar un lugar central, llamando a la gente a enderezar sus caminos y preparar el camino del Señor. La lectura del Evangelio puede destacar la voz que clama en el desierto, recordando a los creyentes la importancia de la penitencia y la renovación espiritual.

Tercer Domingo de Adviento: La Alegría del Señor
Conocido como el Domingo de Gaudete, este tercer domingo destaca por el color de la liturgia, que cambia a rosa como símbolo de alegría. Las lecturas resaltan la llegada inminente del Salvador y la alegría que trae consigo. Pueden incluir pasajes que hablen de la liberación y la salvación, infundiendo esperanza y regocijo en la comunidad.

Cuarto Domingo de Adviento: La Llegada Inminente
En este último domingo antes de la Navidad, las lecturas se centran en la anticipación de la llegada del Señor. Los relatos pueden destacar la visita de María a su prima Isabel, mostrando la proximidad de la Encarnación. La lectura del Evangelio puede narrar la anunciación del ángel a María, recordando a los fieles la humildad y la disponibilidad de la Virgen María ante el plan divino.

Al reflexionar sobre estas lecturas dominicales del Adviento, los creyentes son guiados en su camino espiritual hacia la celebración del nacimiento de Jesucristo. Cada lectura lleva consigo un mensaje único de esperanza, preparación, alegría y anticipación, recordándonos la importancia de este tiempo de espera y reflexión en la vida cristiana.


Domingo 1º de Adviento. Ciclo C

PRIMERA LECTURA

Suscitaré a David un vástago legítimo

Lectura del libro de Jeremías 33, 14-16

«Mirad que llegan días —oráculo del Señor—
en que cumpliré la promesa que hice
a la casa de Israel y a la casa de Judá.

En aquellos días y en aquella hora,
suscitaré a David un vástago legítimo,
que hará justicia y derecho en la tierra.

En aquellos días se salvará Judá,
y en Jerusalén vivirán tranquilos,
y la llamarán así: «Señor-nuestra-justicia»».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 24, 4bc-5ab. 8-9. 10 y 14 (R.: 1b)

R. A ti Señor, levanto mi alma

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R.

El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R.

Las sendas del Señor son misericordia y lealtad
para los que guardan su alianza y sus mandatos.
El Señor se confía con sus fieles
y les da a conocer su alianza. R.

SEGUNDA LECTURA

Que el Señor os fortalezca internamente, para cuando Jesús vuelva.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3, 12—4, 2

Hermanos:

Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos.

Y que así os fortalezca internamente, para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios, nuestro Padre.

En fin, hermanos, por Cristo Jesús os rogamos y exhortamos: habéis aprendido de nosotros cómo proceder para agradar a Dios; pues proceded así y seguid adelante.

Ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús.

Palabra de Dios.

Aleluya Sal 84, 8

Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.

EVANGELIO

Se acerca vuestra liberación

Lectura del santo evangelio según san Lucas 21, 25-28. 34-36

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se tambalearán.

Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad.

Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.

Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.

Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».

Palabra del Señor.


Domingo 2º de Adviento. Ciclo C

PRIMERA LECTURA

Dios mostrará tu esplendor

Lectura del libro de Baruc 5, 1-9

Jerusalén, despójate de tu vestido de luto y aflicción
y vístete las galas perpetuas de la gloria que Dios te da,

envuélvete en el manto de la justicia de Dios
y ponte en la cabeza la diadema de la gloria del Eterno,

porque Dios mostrará tu esplendor
a cuantos viven bajo el cielo.

Dios te dará un nombre para siempre:
«Paz en la justicia» y «Gloria en la piedad».

Ponte en pie, Jerusalén, sube a la altura,
mira hacia el oriente y contempla a tus hijos,

reunidos de oriente a occidente a la voz del Santo,
gozosos invocando a Dios.

A pie se marcharon, conducidos por el enemigo,
pero Dios te los traerá con gloria,
como llevados en carroza real.

Dios ha mandado abajarse a todos los montes elevados
y a las colinas encumbradas,

ha mandado llenarse a los barrancos
hasta allanar el suelo,

para que Israel camine con seguridad,
guiado por la gloria de Dios.

Ha mandado al boscaje y a los árboles aromáticos
hacer sombra a Israel.

Porque Dios guiará a Israel con alegría
a la luz de su gloria,
con su justicia y su misericordia.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6 (R.: 3)

R. El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R.

Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos».
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres. R.

Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares. R.

Al ir, iba llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R.

SEGUNDA LECTURA

Que lleguéis al día de Cristo limpios e irreprochables

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 1, 4-6. 8-11

Hermanos:

Siempre que rezo por todos vosotros, lo hago con gran alegría.

Porque habéis sido colaboradores míos en la obra del Evangelio, desde el primer día hasta hoy.

Ésta es mi convicción: que el que ha inaugurado entre vosotros una empresa buena la llevará adelante hasta el día de Cristo Jesús.

Testigo me es Dios de lo entrañablemente que os echo de menos, en Cristo Jesús.

Y esta es mi oración: que vuestro amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores.

Así llegaréis al día de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús, a gloria y alabanza de Dios.

Palabra de Dios.

Aleluya Lc 3, 4. 6

Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.
Todos verán la salvación de Dios.

EVANGELIO

Todos verán la salvación de Dios

Lectura del santo evangelio según san Lucas 3, 1-6

En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconítide, y Lisanio virrey de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.

Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías:

«Una voz grita en el desierto:

Preparad el camino del Señor,
allanad sus senderos;

elévense los valles,
desciendan los montes y colinas;

que lo torcido se enderece,
lo escabroso se iguale.
Y todos verán la salvación de Dios».

Palabra del Señor.


Domingo 3º de Adviento. Ciclo C

PRIMERA LECTURA

El Señor se alegra con júbilo en ti

Lectura de la profecía de Sofonías 3, 14-18a

Regocíjate, hija de Sión,
grita de júbilo, Israel;
alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén.

El Señor ha cancelado tu condena,
ha expulsado a tus enemigos.

El Señor será el rey de Israel,
en medio de ti, y ya no temerás.

Aquel día dirán a Jerusalén:

«No temas, Sión,
no desfallezcan tus manos.

El Señor, tu Dios, en medio de ti,
es un guerrero que salva.

Él se goza y se complace en ti,
te ama y se alegra con júbilo
como en día de fiesta».

Palabra de Dios.

Interleccional: Isaías 12, 2-3. 4bcd, 5-6 (R.: 6)

R. Gritad jubilosos: «Qué grande es en medio de ti
el Santo de Israel».

El Señor es mi Dios y salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R.

Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso. R.

Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es en medio de ti
el Santo de Israel». R.

SEGUNDA LECTURA

El Señor está cerca

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 4-7

Hermanos:

Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres.

Que vuestra mesura la conozca todo el mundo.

El Señor está cerca.

Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Palabra de Dios.

Aleluya Lc 4, 18

El Espíritu del Señor está sobre mí;
me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres.

EVANGELIO

¿Qué hacemos nosotros?

Lectura del santo evangelio según san Lucas 3, 10-18

En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan:

—«¿Entonces, qué hacemos?».

Él contestó:

—«El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo».

Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron:

—«Maestro, ¿qué hacemos nosotros?».

Él les contestó:

—«No exijáis más de lo establecido».

Unos militares le preguntaron:

—«¿Qué hacemos nosotros?».

Él les contestó:

—«No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie, sino contentaos con la paga».

El pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos:

—«Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizara con Espíritu Santo y fuego; tiene en la mano el bieldo para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga».

Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba el Evangelio.

Palabra del Señor.


Domingo 4º de Adviento. Ciclo C

PRIMERA LECTURA

De ti saldrá el jefe de Israel

Lectura de la profecía de Miqueas 5, 1-4a

Así dice el Señor:

«Pero tú, Belén de Efrata,
pequeña entre las aldeas de Judá,
de ti saldrá el jefe de Israel.

Su origen es desde lo antiguo,
de tiempo inmemorial.

Los entrega hasta el tiempo
en que la madre dé a luz,

y el resto de sus hermanos
retornará a los hijos de Israel.

En pie, pastoreará con la fuerza del Señor,
por el nombre glorioso del Señor, su Dios.

Habitarán tranquilos, porque se mostrará grande
hasta los confines de la tierra,
y éste será nuestra paz».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 79, 2ac y 3b. 15-16. 18-19 (R.: 4)

R. Oh Dios, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.

Pastor de Israel, escucha,
tú que te sientas sobre querubines, resplandece.
Despierta tu poder y ven a salvarnos. R.

Dios de los ejércitos, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó,
y que tú hiciste vigorosa. R.

Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
No nos alejaremos de ti:
danos vida, para que invoquemos tu nombre. R.

SEGUNDA LECTURA

Aquí estoy para hacer tu voluntad

Lectura de la carta a los Hebreos 10, 5-10

Hermanos:

Cuando Cristo entró en el mundo dijo: «Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: «Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad»».

Primero dice: «No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la Ley. Después añade: «Aquí estoy yo para hacer tu voluntad».

Niega lo primero, para afirmar lo segundo.

Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

Palabra de Dios.

Aleluya Lc 1, 38

Aquí está la esclava del Señor;
hágase en mí según tu palabra.

EVANGELIO

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 39-45

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito:

—«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá».

Palabra del Señor.


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