Misal Febrero 2024

Misal Febrero

Bienvenido al Misal Romano para febrero de 2024, una guía esencial para aquellos que buscan profundizar en la liturgia católica y participar activamente en las celebraciones eucarísticas durante este mes. En este artículo, abordaremos la importancia del Misal Romano en la vida cristiana y cómo este libro litúrgico nos ayuda a comprender y vivir plenamente la Misa. Además, proporcionaremos información detallada sobre las celebraciones específicas y lecturas del mes de febrero de 2024.

Acompáñanos en este viaje espiritual mientras descubrimos las bendiciones que febrero de 2024 tiene reservadas para cada uno de nosotros.


Misal para el mes de febrero del año 2024

Antífona de entrada
En tu santo templo, Señor, evocamos tu misericordia; la gloria de tu renombre
llega hasta los confines de la tierra. Tu derecha está llena de justicia. (Cf. Sal. 47,10-11)

Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno,
te pedimos humildemente
que así como tu Hijo único, hecho hombre,
fue presentado en el templo,
también nosotros podamos presentarnos ante ti
renovados espiritualmente.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo
se ofreciera como Cordero inmaculado
para la vida del mundo,
y nosotros te imploramos
que estas ofrendas de tu Iglesia
desbordante de alegría,
te sean agradables.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

V. El Señor esté con ustedes
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
Realmente es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque hoy tu Hijo es presentado en el templo
y es proclamado por el Espíritu:
«luz de las naciones y gloria de Israel».
Por eso, nosotros llenos de alegría
salimos al encuentro de nuestro Salvador
y con los ángeles y los santos
te alabamos cantando:
Santo, Santo, Santo…

Antífona de comunión
Mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos. (Lc. 2,30-31)

Oración después de la comunión
Te rogamos, Padre,
que por esta eucaristía recibida
completes en nosotros la obra de tu gracia,
y así como colmaste el anhelo de Simeón
de no morir sin antes contemplar al Mesías,
que también nosotros podamos recibir la vida eterna,
cuando salgamos al encuentro del Señor,
que vive y reina por los siglos de los siglos.

– Jueves 1 de febrero – Jueves de la IV semana del tiempo ordinario

PRIMERA LECTURA

Yo emprendo el viaje de todos. ¡Ánimo, Salomón, sé un hombre!

Lectura del primer libro de los Reyes 2, 1-4. 10-12

Estando ya próximo a morir, David hizo estas recomendaciones a su hijo Salomón:

—«Yo emprendo el viaje de todos. ¡Ánimo, sé un hombre! Guarda las consignas del Señor, tu Dios, caminando por sus sendas, guardando sus preceptos, mandatos, decretos y normas, como están escritos en la ley de Moisés, para que tengas éxito en todas tus empresas, dondequiera que vayas; para que el Señor cumpla la promesa que me hizo: «Si tus hijos saben comportase, caminando sinceramente en mi presencia, con todo el corazón y con toda el alma, no te faltará un descendiente en el trono de Israel»».

David fue a reunirse con sus antepasados y lo enterraron en la Ciudad de David.

Reinó en Israel cuarenta años: siete en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén.

Salomón le sucedió en el trono, y su reino se consolidó.

Palabra de Dios.

Interleccional: 1Crónicas 29, 10. 11ab. 11d-12a. 12bcd (R.: 12b)

R. Tú eres Señor del universo.

Bendito eres, Señor,
Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos. R.

Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. R.

Tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria. R.

Tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos. R.

Aleluya Mc 1, 15

Está cerca el reino de Dios
—dice el Señor—:
convertíos y creed en el Evangelio.

EVANGELIO

Los fue enviando

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 7-13

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.

Y añadió:

—«Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio.

Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa».

Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Palabra del Señor.

– Viernes 2 de febrero – La Presentación del Señor

PRIMERA LECTURA

De todo corazón amó David a su Creador, entonando salmos cada día

Lectura del libro de Sirácida 47, 2-13

Como la grasa es lo mejor del sacrificio,
así David es el mejor de Israel.

Jugaba con leones como con cabritos,
y con osos como con corderillos;

siendo un muchacho, mató a un gigante,
removiendo la afrenta del pueblo,

cuando su mano hizo girar la honda,
y derribó el orgullo de Goliat.

Invocó al Dios Altísimo,
quien hizo fuerte su diestra

para eliminar al hombre aguerrido
y restaurar el honor de su pueblo.

Por eso le cantaban las mozas,
alabándolo por sus diez mil.

Ya coronado, peleó
y derrotó a sus enemigos vecinos,

derrotó a los filisteos hostiles,
quebrantando su poder hasta hoy.

De todas sus empresas daba gracias,
alabando la gloria del Dios Altísimo;

de todo corazón amó a su Creador,
entonando salmos cada día;

trajo instrumentos para servicio del altar
y compuso música de acompañamiento;

celebró solemnemente fiestas
y ordenó el ciclo de las solemnidades;

cuando alababa el nombre santo,
de madrugada, resonaba el rito.

El Señor perdonó su delito
y exaltó su poder para siempre;

le confirió el poder real
y le dio un trono en Jerusalén.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 17, 31. 47 y 50. 51 (R.: cf 47b)

R. Bendito sea mi Dios y Salvador.

Perfecto es el camino de Dios,
acendrada es la promesa del Señor;
él es escudo para los que a él se acogen. R.

Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Por eso te daré gracias entre las naciones, Señor,
y tañeré en honor de tu nombre. R.

Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido,
de David y su linaje por siempre. R.

Aleluya Cf. Lc 8, 15

Dichosos los que con un corazón noble y generoso
guardan la palabra de Dios
y dan fruto perseverando.

EVANGELIO

Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 14-29

En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había extendido, el rey Herodes oyó hablar de él. Unos decían:

—«Juan Bautista ha resucitado, y por eso los poderes actúan en él».

Otros decían:

—«Es Elías».

Otros:

—«Es un profeta como los antiguos».

Herodes, al oírlo, decía:

—«Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado».

Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado.

El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano.

Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto.

La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea.

La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven:

—«Pídeme lo que quieras, que te lo doy».

Y le juró:

—«Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino».

Ella salió a preguntarle a su madre:

—«¿Qué le pido?».

La madre le contestó:

—«La cabeza de Juan, el Bautista».

Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió:

—«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista».

El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre.

Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.

Palabra del Señor.

– Sábado 3 de febrero – Sábado de la IV semana del tiempo ordinario

PRIMERA LECTURA

Da a tu siervo un corazón dócil para gobernar a tu pueblo

Lectura del primer libro de los Reyes 3, 4-13

En aquellos días, Salomón fue a Gabaón a ofrecer allí sacrificios, pues allí estaba la ermita principal.

En aquel altar ofreció Salomón mil holocaustos.

En Gabaón el Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo:

—«Pídeme lo que quieras».

Respondió Salomón:

—«Tú le hiciste una gran promesa a tu siervo, mi padre David, porque caminó en tu presencia con lealtad, justicia y rectitud de corazón; y le has cumplido esa gran promesa, dándole un hijo que se siente en su trono: es lo que sucede hoy.

Pues bien, Señor, Dios mío, tú has hecho que tu siervo suceda a David, mi padre, en el trono, aunque yo soy un muchacho y no sé desenvolverme. Tu siervo se encuentra en medio de tu pueblo, un pueblo inmenso, incontable, innumerable. Da a tu siervo un corazón dócil para gobernar a tu pueblo, para discernir el mal del bien, pues, ¿quién sería capaz de gobernar a este pueblo tan numeroso?».

Al Señor le agradó que Salomón hubiera pedido aquello, y Dios le dijo:

—«Por haber pedido esto y no haber pedido para ti vida larga ni riquezas ni la vida de tus enemigos, sino que pediste discernimiento para escuchar y gobernar, te cumplo tu petición: te doy un corazón sabio e inteligente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después de ti.

Y te daré también lo que no has pedido: riquezas y fama, mayores que las de rey alguno».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 118, 9. 10. 11. 12. 13. 14 (R.: 12b)

R. Enséñame, Señor, tus leyes.

¿Cómo podrá un joven andar honestamente?
Cumpliendo tus palabras. R.

Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R.

En mi corazón escondo tus consignas,
así no pecaré contra ti. R.

Bendito eres, Señor,
enséñame tus leyes. R.

Mis labios van enumerando
los mandamientos de tu boca. R.

Mi alegría es el camino de tus preceptos,
más que todas las riquezas. R.

Aleluya Jn 10, 27

Mis ovejas escuchan mi voz
—dice el Señor—,
y yo las conozco, y ellas me siguen.

EVANGELIO

Andaban como ovejas sin pastor

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 30-34

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo:

—«Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco».

Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer.

Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado.

Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.

Palabra del Señor.

Domingo 4 de febrero – V domingo del tiempo ordinario

PRIMERA LECTURA

Mis días se consumen sin esperanza

Lectura del libro de Job 7, 1-4. 6-7

Habló Job diciendo:

—«El hombre está en la tierra cumpliendo un servicio,
sus días son los de un jornalero.

Como el esclavo, suspira por la sombra,
como el jornalero, aguarda el salario.

Mi herencia son meses baldíos,
me asignan noches de fatiga;

al acostarme pienso: ¿Cuándo me levantaré?
Se alarga la noche
y me harto de dar vueltas hasta el alba.

Mis días corren más que la lanzadera,
y se consumen sin esperanza.

Recuerda que mi vida es un soplo,
y que mis ojos no verán más la dicha».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 146, 1-2. 3-4. 5-6 (R.: cf. 3a)

R. Alabad al Señor, que sana los corazones destrozados.

O bien:

R. Aleluya

Alabad al Señor, que la música es buena;
nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.
El Señor reconstruye Jerusalén,
reúne a los deportados de Israel. R.

Él sana los corazones destrozados,
venda sus heridas.
Cuenta el número de las estrellas,
a cada una la llama por su nombre. R.

Nuestro Señor es grande y poderoso,
su sabiduría no tiene medida.
El Señor sostiene a los humildes,
humilla hasta el polvo a los malvados. R.

SEGUNDA LECTURA

¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 9, 16-19. 22-23

Hermanos:

El hecho de predicar no es para mí motivo de orgullo. No tengo más remedio y, ¡ay de mí si no anuncio el Evangelio!

Si yo lo hiciera por mi propio gusto, eso mismo sería mi paga. Pero, si lo hago a pesar mío, es que me han encargado este oficio. Entonces, ¿cuál es la paga? Precisamente dar a conocer el Evangelio, anunciándolo de balde, sin usar el derecho que me da la predicación del Evangelio.

Porque, siendo libre como soy, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles. Me he hecho débil con los débiles, para ganar a los débiles, me he hecho todo a todos, para ganar, sea como sea, a algunos.

Y hago todo esto por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes.

Palabra de Dios.

Aleluya Mt 8, 17

Cristo tomó nuestras dolencias
y cargó con nuestras enfermedades.

EVANGELIO

Curó a muchos enfermos de diversos males

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 29-39

En aquel tiempo, al salir Jesús y sus discípulos de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.

Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron.

—«Todo el mundo te busca».

Él les respondió:

—«Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido».

Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.

Palabra del Señor.

– Lunes 5 de febrero – Santa Águeda

PRIMERA LECTURA

Llevaron el arca de la alianza al Santísimo, y la nube llenó el templo

Lectura del primer libro de los Reyes 8, 1-7. 9-13

En aquellos días, Salomón convocó a palacio, en Jerusalén, a los ancianos de Israel, a los jefes de tribu y a los cabezas de familia de los israelitas, para trasladar el arca de la alianza del Señor desde la ciudad de David, o sea Sión.

Todos los israelitas se congregaron en torno al rey Salomón, en el mes de Etanín (el mes séptimo), en la fiesta de las Tiendas.

Cuando llegaron todos los ancianos de Israel, los sacerdotes cargaron con el arca del Señor, y los sacerdotes levitas llevaron la tienda del encuentro, más los utensilios del culto que había en la tienda.

El rey Salomón, acompañado de toda la asamblea de Israel reunida con él ante el arca, sacrificaba una cantidad incalculable de ovejas y bueyes.

Los sacerdotes llevaron el arca de la alianza del Señor a su sitio, al camarín del templo, al Santísimo, bajo las alas de los querubines, pues los querubines extendían las alas sobre el sitio del arca y cubrían el arca y los varales por encima.

En el arca sólo había las dos tablas de piedra que colocó allí Moisés en el Horeb, cuando el Señor pactó con los israelitas, al salir de Egipto.

Cuando los sacerdotes salieron del Santo, la nube llenó el templo, de forma que los sacerdotes no podían seguir oficiando, a causa de la nube, porque la gloria del Señor llenaba el templo.

Entonces Salomón dijo:

—«El Señor puso el sol en el cielo, el Señor quiere habitar en las tinieblas; y yo te he construido un palacio, un sitio donde vivas para siempre».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 131, 6-7. 8-10 (R.: 8a)

R. Levántate, Señor, ven a tu mansión.

Oímos que estaba en Efrata,
la encontramos en el Soto de Jaar:
entremos en su morada,
postrémonos ante el estrado de sus pies. R.

Levántate, Señor, ven a tu mansión,
ven con el arca de tu poder:
que tus sacerdotes se vistan de gala,
que tus fieles vitoreen.
Por amor a tu siervo David,
no niegues audiencia a tu Ungido. R.

Aleluya Cf. Mt 4, 23

Jesús proclamaba el Evangelio del reino,
curando las dolencias del pueblo.

EVANGELIO

Los que lo tocaban se ponían sanos

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 53-56

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos, terminada la travesía, tocaron tierra en Genesaret, y atracaron.

Apenas desembarcados, algunos lo reconocieron, y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaban los enfermos en camillas.

En la aldea o pueblo o caserío donde llegaba, colocaban a los enfermos en la plaza y le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y los que lo tocaban se ponían sanos.

Palabra del Señor.

– Martes 6 de febrero – San Pablo Miki y compañeros, mártires

PRIMERA LECTURA

Sobre este templo quisiste que residiera tu nombre.
Escucha la súplica de tu pueblo, Israel

Lectura del primer libro de los Reyes 8, 22-23. 27-30

En aquellos días, Salomón, en pie ante el altar del Señor, en presencia de toda la asamblea de Israel, extendió las manos al cielo y dijo:

—«¡Señor, Dios de Israel! Ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra hay un Dios como tú, fiel a la alianza con tus vasallos, si caminan de todo corazón en tu presencia.

Aunque ¿es posible que Dios habite en la tierra? Si no cabes en el cielo y en lo más alto del cielo, ¡cuánto menos en este templo que he construido!

Vuelve tu rostro a la oración y súplica de tu siervo, Señor, Dios mío, escucha el clamor y la oración que te dirige hoy tu siervo. Día y noche estén tus ojos abiertos sobre este templo, sobre el sitio donde quisiste que residiera tu nombre. ¡Escucha la oración que tu siervo te dirige en este sitio! Escucha la súplica de tu siervo y de tu pueblo, Israel, cuando recen en este sitio; escucha tú, desde tu morada del cielo, y perdona».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 83, 3. 4. 5 y 10. 11 (R.: 2)

R. ¡Qué deseables son tus moradas,
Señor de los ejércitos!

Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo. R.

Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
la golondrina, un nido
donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío. R.

Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Fíjate, oh Dios, en nuestro Escudo,
mira el rostro de tu Ungido. R.

Vale más un día en tus atrios
que mil en mi casa,
y prefiero el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados. R.

Aleluya Sal 118, 36a. 29b

Inclina mi corazón a tus preceptos, Señor,
y dame la gracia de tu voluntad.

EVANGELIO

Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 1-13

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavarse las manos.

(Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.)

Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús:

—«¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?».

Él les contestó:

—«Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito:

«Este pueblo me honra con los labios,
pero su corazón está lejos de mí.
El culto que me dan está vacío,
porque la doctrina que enseñan
son preceptos humanos».

Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres».

Y añadió:

—«Anuláis el mandamiento de Dios por mantener vuestra tradición. Moisés dijo: «Honra a tu padre y a tu madre» y «el que maldiga a su padre o a su madre tiene pena de muerte»; en cambio, vosotros decís: Si uno le dice a su padre o a su madre: «Los bienes con que podría ayudarte los ofrezco al templo», ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con esa tradición que os trasmitís; y como éstas hacéis muchas».

Palabra del Señor.

– Miércoles 7 de febrero – Miércoles de la V semana del tiempo ordinario

PRIMERA LECTURA

La reina de Sabá vio la sabiduría de Salomón

Lectura del primer libro de los Reyes 10, 1-10

En aquellos días, la reina de Sabá oyó la fama de Salomón y fue a desafiarle con enigmas.

Llegó a Jerusalén con una gran caravana de camellos cargados de perfumes y oro en gran cantidad y piedras preciosas.

Entró en el palacio de Salomón y le propuso todo lo que pensaba.

Salomón resolvió todas sus consultas; no hubo una cuestión tan oscura que el rey no pudiera resolver.

Cuando la reina de Sabá vio la sabiduría de Salomón, la casa que había construido, los manjares de su mesa, toda la corte sentada a la mesa, los camareros con sus uniformes sirviendo, las bebidas, los holocaustos que ofrecía en el templo del Señor, se quedó asombrada y dijo al rey:

—«¡Es verdad lo que me contaron en mi país de ti y tu sabiduría! Yo no quería creerlo; pero ahora que he venido y lo veo con mis propios ojos, resulta que no me habían dicho ni la mitad. En sabiduría y riquezas superas todo lo que yo había oído. ¡Dichosa tu gente, dichosos los cortesanos que están siempre en tu presencia, aprendiendo de tu sabiduría! ¡Bendito sea el Señor, tu Dios, que, por el amor eterno que tiene a Israel, te ha elegido para colocarte en el trono de Israel y te ha nombrado rey para que gobiernes con justicia!».

La reina regaló al rey cuatro mil quilos de oro, gran cantidad de perfumes y piedras preciosas; nunca llegaron tantos perfumes como los que la reina de Sabá regaló al rey Salomón.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 36, 5-6. 30-31. 39-40 (R.: 30a)

R. La boca del justo expone la sabiduría.

Encomienda tu camino al Señor,
confía en él, y él actuará:
hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho como el mediodía. R.

La boca del justo expone la sabiduría,
su lengua explica el derecho;
porque lleva en el corazón la ley de su Dios,
y sus pasos no vacilan. R.

El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados y los salva
porque se acogen a él. R.

Aleluya Cf, Jn 17, 17b. a

Tu palabra, Señor, es verdad:
conságranos en la verdad.

EVANGELIO

Lo que sale de dentro es lo que hace impuro el hombre

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 14-23

En aquel tiempo, llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo:

—«Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre.

El que tenga oídos para oír, que oiga».

Cuando dejó a la gente y entró en casa, le pidieron sus discípulos que les explicara la parábola. Él les dijo:

—«¿Tan torpes sois también vosotros? ¿No comprendéis? Nada que entre de fuera puede hacer impuro al hombre, porque no entra en el corazón, sino en el vientre, y se echa en la letrina».

Con esto declaraba puros todos los alimentos. Y siguió:

—«Lo que sale de dentro, eso sí mancha al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro».

Palabra del Señor.

– Jueves 8 de febrero – Jueves de la V semana del tiempo ordinario

PRIMERA LECTURA

Por haber sido infiel al pacto, te voy a arrancar el reino de las manos;
pero dejaré a tu hijo una tribu, en consideración a David

Lectura del primer libro de los Reyes 11 ,4-13

Cuando el rey Salomón llegó a viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras dioses extranjeros; su corazón ya no perteneció por entero al Señor como el corazón de David, su padre.

Salomón siguió a Astarté, diosa de los fenicios, y a Malcón, ídolo de los amonitas. Hizo lo que el Señor reprueba; no siguió plenamente al Señor como su padre David.

Entonces construyó una ermita a Camós, ídolo de Moab, en el monte que se alza frente a Jerusalén, y a Malcón, ídolo de los amonitas. Hizo otro tanto para sus mujeres extranjeras, que quemaban incienso y sacrificaban en honor de sus dioses.

El Señor se encolerizó contra Salomón, porque había desviado su corazón del Señor Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, y que precisamente le había prohibido seguir a dioses extranjeros; pero Salomón no cumplió esta orden.

Entonces el Señor le dijo:

—«Por haberte portado así conmigo, siendo infiel al pacto y a los mandatos que te di, te voy a arrancar el reino de las manos para dárselo a un siervo tuyo. No lo haré mientras vivas, en consideración a tu padre David; se lo arrancaré de la mano a tu hijo. Y ni siquiera le arrancaré todo el reino; dejaré a tu hijo una tribu, en consideración a mi siervo David y a Jerusalén, mi ciudad elegida».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 105, 3-4. 35-36. 37 y 40 (R.: 4a)

R. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.

Dichosos los que respetan el derecho
y practican siempre la justicia.
Acuérdate de mí por amor a tu pueblo,
visítame con tu salvación. R.

Emparentaron con los gentiles,
imitaron sus costumbres;
adoraron sus ídolos
y cayeron en sus lazos. R.

Inmolaron a los demonios
sus hijos y sus hijas.
La ira del Señor se encendió contra su pueblo,
y aborreció su heredad. R.

Aleluya St 1, 21bc

Aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada
y es capaz de salvaros

EVANGELIO

Los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 24-30

En aquel tiempo, Jesús fue a la región de Tiro.

Se alojó en una casa, procurando pasar desapercibido, pero no lo consiguió; una mujer que tenía una hija poseída por un espíritu impuro se enteró en seguida, fue a buscarlo y se le echó a los pies.

La mujer era griega, una fenicia de Siria, y le rogaba que echase el demonio de su hija. Él le dijo:

—«Deja que coman primero los hijos. No está bien echarles a los perros el pan de los hijos».

Pero ella replicó:

—«Tienes razón, Señor; pero también los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños».

Él le contestó:

—«Anda, vete, que, por eso que has dicho, el demonio ha salido de tu hija».

Al llegar a su casa, se encontró a la niña echada en la cama; el demonio se había marchado.

Palabra del Señor.

– Viernes 9 de febrero- Viernes de la V semana del tiempo ordinario

PRIMERA LECTURA

Se independizó Israel de la casa de David

Lectura del primer libro de los Reyes 11, 29-32; 12, 19

Un día, salió Jeroboán de Jerusalén, y el profeta Ajías, de Siló, envuelto en un manto nuevo, se lo encontró en el camino; estaban los dos solos, en descampado.

Ajías agarró su manto nuevo, lo rasgó en doce trozos y dijo a Jeroboán:

—«Coge diez trozos, porque así dice el Señor, Dios de Israel: «Voy a arrancarle el reino a Salomón y voy a darte a ti diez tribus; lo restante será para él, en consideración a mi siervo David y a Jerusalén, la ciudad que elegí entre todas las tribus de Israel»».

Así fue como se independizó Israel de la casa de David hasta hoy.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 80, 10-11ab. 12-13. 14-15 (R.: cf. 11a y 9a)

R. Yo soy el Señor, Dios tuyo:
escucha mi voz.

No tendrás un dios extraño,
no adorarás un dios extranjero;
yo soy el Señor, Dios tuyo,
que te saqué del país de Egipto. R.

Pero mi pueblo no escuchó mi voz,
Israel no quiso obedecer:
los entregué a su corazón obstinado,
para que anduviesen según sus antojos. R.

¡Ojalá me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mi camino!:
en un momento humillaría a sus enemigos
y volvería mi mano contra sus adversarios. R.

Aleluya Cf. Hch 16, 14b

Ábrenos el corazón,
Señor, para que aceptemos las palabras de tu Hijo.

EVANGELIO

Hace oír a los sordos y hablar a los mudos

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 31-37

En aquel tiempo, dejando Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos.

Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo:

—«Effetá», esto es: «Ábrete».

Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad.

Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían:

—«Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos».

Palabra del Señor.

– Sábado 10 de febrero – Santa Escolástica, virgen

PRIMERA LECTURA

Jeroboán hizo dos becerros de oro

Lectura del primer libro de los Reyes 12, 26-32; 13, 33-34

En aquellos días, Jeroboán pensó para sus adentros:

—«Todavía puede volver el reino a la casa de David. Si la gente sigue yendo a Jerusalén para hacer sacrificios en el templo del Señor, terminarán poniéndose de parte de su señor, Roboán, rey de Judá; me matarán y volverán a unirse a Roboán, rey de Judá».

Después de aconsejarse, el rey hizo dos becerros de oro y dijo a la gente:

—«¡Ya está bien de subir a Jerusalén! ¡Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto!».

Luego colocó un becerro en Betel y el otro en Dan. Esto incitó a pecar a Israel, porque unos iban a Betel y otros a Dan.

También edificó ermitas en los altozanos; puso de sacerdotes a gente de la plebe, que no pertenecía a la tribu de Leví.

Instituyó también una fiesta el día quince del mes octavo, como la fiesta que se celebraba en Judá, y subió al altar que había levantado en Betel, a ofrecer sacrificios al becerro que había hecho.

En Betel estableció a los sacerdotes de las ermitas que había construido.

Jeroboán no se convirtió de su mala conducta y volvió a nombrar sacerdotes de los altozanos a gente de la plebe; al que lo deseaba lo consagraba sacerdote de los altozanos.

Este proceder llevó al pecado a la dinastía de Jeroboán y motivó su destrucción y exterminio de la tierra.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 105, 6-7a. 19-20. 21-22 (R.: 4a)

R. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.

Hemos pecado con nuestros padres,
hemos cometido maldades e iniquidades.
Nuestros padres en Egipto
no comprendieron tus maravillas. R.

En Horeb se hicieron un becerro,
adoraron un ídolo de fundición;
cambiaron su gloria por la imagen
de un toro que come hierba. R.

Se olvidaron de Dios, su salvador,
que había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en el país de Cam,
portentos junto al mar Rojo. R.

Aleluya Mt 4, 4b

No solo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

EVANGELIO

La gente comió hasta quedar satisfecha

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 1-10

Uno de aquellos días, como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:

—«Me da lástima de esta gente; llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer, y, si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde lejos».

Le replicaron sus discípulos:

—«¿Y de dónde se puede sacar pan, aquí, en despoblado, para que se queden satisfechos?».

Él les preguntó:

—«¿Cuántos panes tenéis?».

Ellos contestaron:

—«Siete».

Mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó los siete panes, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente.

Tenían también unos cuantos peces; Jesús los bendijo, y mandó que los sirvieran también.

La gente comió hasta quedar satisfecha, y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos cuatro mil.

Jesús los despidió, luego se embarcó con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.

Palabra del Señor.

Domingo 11 de febrero – VI domingo del tiempo ordinario

PRIMERA LECTURA

El leproso tendrá su morada fuera del campamento

Lectura del libro del Levítico 13, 1-2. 44-46

El Señor dijo a Moisés y a Aarón:

—«Cuando alguno tenga una inflamación, una erupción o una mancha en la piel, y se le produzca la lepra, será llevado ante Aarón, el sacerdote, o cualquiera de sus hijos sacerdotes. Se trata de un hombre con lepra: es impuro. El sacerdote lo declarará impuro de lepra en la cabeza.

El que haya sido declarado enfermo de lepra andará harapiento y despeinado, con la barba tapada y gritando: «¡Impuro, impuro!». Mientras le dure la afección, seguirá impuro; vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 31, 1-2. 5. 11 (R.: cf. 7)

R. Tú eres mi refugio,
me rodeas de cantos de liberación.

Dichoso el que está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor
no le apunta el delito. R.

Había pecado, lo reconocí,
no te encubrí mi delito;
propuse: «Confesaré al Señor mi culpa»
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R.

Alegraos, justos, y gozad con el Señor;
aclamadlo, los de corazón sincero. R.

SEGUNDA LECTURA

Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 10, 31—11, 1

Hermanos:

Cuando comáis o bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios.

No deis motivo de escándalo a los judíos, ni a los griegos, ni a la Iglesia de Dios, como yo, por mi parte, procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propio bien, sino el de la mayoría, para que se salven.

Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo.

Palabra de Dios.

Aleluya Lc 7, 16

Un gran Profeta ha surgido entre nosotros.
Dios ha visitado a su pueblo.

EVANGELIO

La lepra se le quitó, y quedó limpio

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 40-45

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:

—«Si quieres, puedes limpiarme».

Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo:

—«Quiero: queda limpio».

La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.

Él lo despidió, encargándole severamente:

—«No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés».

Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.

Palabra del Señor.

– Lunes 12 de febrero – Lunes de la VI semana del tiempo ordinario

PRIMERA LECTURA

Al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia, y seréis perfectos e íntegros

Comienzo de la carta del apóstol Santiago 1, 1-11

Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus dispersas.

Hermanos míos, teneos por muy dichosos cuando os veáis asediados por toda clase de pruebas. Sabed que, al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia. Y si la constancia llega hasta el final, seréis perfectos e íntegros, sin falta alguna.

En caso de que alguno de vosotros se vea falto de sabiduría, que se la pida a Dios. Dios da generosamente y sin echar en cara, y él se la dará.

Pero tiene que pedir con fe, sin titubear lo más mínimo, porque quien titubea se parece al oleaje del mar sacudido y agitado por el viento.

Un individuo así no se piense que va a recibir nada del Señor; no sabe lo que quiere y no sigue rumbo fijo.

El hermano de condición humilde esté orgulloso de su alta dignidad, y el rico, de su pobre condición, pues pasará como la flor del campo: sale el sol y con su ardor seca la hierba, cae la flor, y su bello aspecto perece; así se marchitará también el rico en sus empresas.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 118, 67. 68. 71. 72. 75. 76 (R.: 77a)

R. Cuando me alcance tu compasión, viviré, Señor.

Antes de sufrir, yo andaba extraviado,
pero ahora me ajusto a tu promesa. R.

Tú eres bueno y haces el bien;
instrúyeme en tus leyes. R.

Me estuvo bien el sufrir,
así aprendí tus mandamientos. R.

Más estimo yo los preceptos de tu boca
que miles de monedas de oro y plata. R.

Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos,
que con razón me hiciste sufrir. R.

Que tu bondad me consuele,
según la promesa hecha a tu siervo. R.

Aleluya Jn 14, 6

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida
—dice el Señor—;
nadie va al Padre, sino por mí.

EVANGELIO

¿Por qué esta generación reclama un signo?

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 11-13

En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. Jesús dio un profundo suspiro y dijo:

—« ¿Por qué esta generación reclama un signo? Os aseguro que no se le dará un signo a esta generación».

Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.

Palabra del Señor.

– Martes 13 de febrero – Martes de la VI semana del tiempo ordinario

PRIMERA LECTURA

Dios no tienta a nadie

Lectura de la carta del apóstol Santiago 1, 12-18

Queridos hermanos:

Dichoso el hombre que soporta la prueba, porque, una vez aquilatado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que lo aman.

Cuando alguien se ve tentado, no diga que Dios lo tienta; Dios no conoce la tentación al mal y él no tienta a nadie.

A cada uno le viene la tentación cuando su propio deseo lo arrastra y seduce; el deseo concibe y da a luz el pecado, y el pecado, cuando se comete, engendra muerte. Mis queridos hermanos, no os engañéis.

Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el cual no hay fases ni períodos de sombra.

Por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 93, 12-13a. 14-15. 18-19 (R.: 12a)

R. Dichoso el hombre a quien tú educas, Señor.

Dichoso el hombre a quien tú educas,
al que enseñas tu ley,
dándole descanso tras los años duros. R.

Porque el Señor no rechaza a su pueblo,
ni abandona su heredad:
el justo obtendrá su derecho,
y un porvenir los rectos de corazón. R.

Cuando me parece que voy a tropezar,
tu misericordia, Señor, me sostiene;
cuando se multiplican mis preocupaciones,
tus consuelos son mi delicia. R.

Aleluya Jn 14, 23

El que me ama guardará mi palabra
—dice el Señor—,
y mi Padre lo amará, y vendremos a él.

EVANGELIO

Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 14-21

En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó llevar pan, y no tenían más que un pan en la barca.

Jesús les recomendó:

—«Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes».

Ellos comentaban:

—«Lo dice porque no tenemos pan».

Dándose cuenta, les dijo Jesús:

—«¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis, y los oídos si no oís? A ver, ¿cuántos cestos de sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil? ¿Os acordáis?».

Ellos contestaron:

—«Doce».

—«¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil?».

Le respondieron:

—«Siete».

Él les dijo:

—«¿Y no acabáis de entender?».

Palabra del Señor.

– Miércoles 14 de febrero – Miércoles de Ceniza

PRIMERA LECTURA

Rasgad los corazones y no las vestiduras

Lectura de la profecía de Joel 2, 12-18

«Ahora —oráculo del Señor—
convertíos a mí de todo corazón
con ayuno, con llanto, con luto.

Rasgad los corazones y no las vestiduras;
convertíos al Señor, Dios vuestro,

porque es compasivo y misericordioso,
lento a la cólera, rico en piedad;
y se arrepiente de las amenazas».

Quizá se arrepienta y nos deje todavía su bendición, la ofrenda,
la libación para el Señor, vuestro Dios.

Tocad la trompeta en Sión,
proclamad el ayuno, convocad la reunión.
Congregad al pueblo, santificad la asamblea,
reunid a los ancianos.
Congregad a muchachos y niños de pecho.

Salga el esposo de la alcoba,
la esposa del tálamo.

Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes,
ministros del Señor, y digan:

«Perdona, Señor, a tu pueblo;
no entregues tu heredad al oprobio,
no la dominen los gentiles;
no se diga entre las naciones:
¿Dónde está su Dios?

El Señor tenga celos por su tierra,
y perdone a su pueblo».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 50, 3-4. 5-6a. 12-13. 14 y 17 (R.: cf. 3a)

R. Misericordia, Señor: hemos pecado.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R.

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti sólo pequé,
cometí la maldad que aborreces. R.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R.

SEGUNDA LECTURA

Reconciliaos con Dios: ahora es tiempo favorable

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 5, 20—6, 2

Hermanos:

Nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios.

Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios.

Secundando su obra, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios, porque él dice:

«En tiempo favorable te escuché,
en día de salvación vine en tu ayuda»;

pues mirad, ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación.

Palabra de Dios.

Aleluya Sal 94, 8ab

No endurezcáis hoy vuestro corazón;
escuchad la voz del Señor.

EVANGELIO

Tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 1-6. 16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga.

Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.

Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga.

Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.

Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga.

Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».

Palabra del Señor.

– Jueves 15 de febrero – Jueves después de Ceniza

PRIMERA LECTURA

Hoy te pongo delante bendición y maldición

Lectura del libro del Deuteronomio 30, 15-20

Moisés habló al pueblo, diciendo:

—«Mira: hoy te pongo delante la vida y el bien,
la muerte y el mal.

Si obedeces los mandatos del Señor, tu Dios,
que yo te promulgo hoy,
amando al Señor, tu Dios, siguiendo sus caminos,
guardando sus preceptos, mandatos y decretos,
vivirás y crecerás;

el Señor, tu Dios, te bendecirá
en la tierra donde vas a entrar para conquistarla.

Pero, si tu corazón se aparta y no obedeces,
si te dejas arrastrar y te prosternas
dando culto a dioses extranjeros,
yo te anuncio hoy que morirás sin remedio,
que, después de pasar el Jordán y de entrar en la tierra
para tomarla en posesión, no vivirás muchos años en ella.

Hoy cito como testigos contra vosotros al cielo y a la tierra;
te pongo delante vida y muerte, bendición y maldición.
Elige la vida, y viviréis tú y tu descendencia,
amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz,
pegándote a él, pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra
que había prometido dar
a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R.: Sal 39, 5a)

R. Dichoso el hombre que ha puesto
su confianza en el Señor.

Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R.

Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R.

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R.

Aleluya Mt 4, 17

Convertíos
—dice el Señor—,

porque está cerca el reino de los cielos.

EVANGELIO

El que pierda su vida por mi causa la salvará

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 22-25

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».

Y, dirigiéndose a todos, dijo:

—«El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?».

Palabra del Señor.

– Viernes 16 de febrero – Viernes después de Ceniza

PRIMERA LECTURA

El ayuno que quiere el Señor

Lectura del libro de Isaías 58, 1-9a

Así dice el Señor Dios:

«Grita a plena voz, sin cesar,
alza la voz como una trompeta,

denuncia a mi pueblo sus delitos,
a la casa de Jacob sus pecados.

Consultan mi oráculo a diario,
muestran deseo de conocer mi camino,

como un pueblo que practicara la justicia
y no abandonase el mandato de Dios.

Me piden sentencias justas,
desean tener cerca a Dios.

«¿Para qué ayunar, si no haces caso?;
¿mortificarnos, si tú no te fijas?»

Mirad: el día de ayuno buscáis vuestro interés

y apremiáis a vuestros servidores;

mirad: ayunáis entre riñas y disputas,
dando puñetazos sin piedad.

No ayunéis como ahora,
haciendo oír en el cielo vuestras voces.

¿Es ése el ayuno que el Señor desea,
para el día en que el hombre se mortifica?,

mover la cabeza como un junco,
acostarse sobre saco y ceniza,

¿a eso lo llamáis ayuno,
día agradable al Señor?

El ayuno que yo quiero es éste:

Abrir las prisiones injustas,
hacer saltar los cerrojos de los cepos,

dejar libres a los oprimidos,
romper todos los cepos;

partir tu pan con el hambriento,
hospedar a los pobres sin techo,

vestir al que ves desnudo,
y no cerrarte a tu propia carne.

Entonces romperá tu luz como la aurora,
en seguida te brotará la carne sana;

te abrirá camino la justicia,
detrás irá la gloria del Señor.

Entonces clamarás al Señor, y te responderá;
gritarás, y te dirá: «Aquí estoy»».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 50, 3-4. 5-6a. 18-19 (R.: 19b)

R. Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R.

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces. R.

Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú no lo desprecias. R.

Aleluya Am 5, 14

Buscad el bien y no el mal, y viviréis,
y así estará con vosotros el Señor.

EVANGELIO

Cuando se lleven al novio, entonces ayunarán

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 14-15

En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole:

—«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».

Jesús les dijo:

—«¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos?

Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán».

Palabra del Señor.

– Sábado 17 de febrero – Sábado después de Ceniza – Los siete santos Fundadores de la Orden de los Siervos de la Virgen María

PRIMERA LECTURA

Cuando partas tu pan con el hambriento…, brillará tu luz en las tinieblas

Lectura del libro de Isaías 58, 9b-14

Así dice el Señor Dios:

«Cuando destierres de ti la opresión,
el gesto amenazador y la maledicencia,

cuando partas tu pan con el hambriento
y sacies el estómago del indigente,

brillará tu luz en las tinieblas,
tu oscuridad se volverá mediodía.

El Señor te dará reposo permanente,
en el desierto saciará tu hambre,

hará fuertes tus huesos,
serás un huerto bien regado,

un manantial de aguas
cuya vena nunca engaña;

reconstruirás viejas ruinas,
levantarás sobre cimientos de antaño;

te llamarán reparador de brechas,
restaurador de casas en ruinas.

Si detienes tus pies el sábado
y no traficas en mi día santo,

si llamas al sábado tu delicia,
y lo consagras a la gloria del Señor,

si lo honras absteniéndote de viajes,
de buscar tu interés,

de tratar tus asuntos,
entonces el Señor será tu delicia.

Te asentaré sobre mis montañas,
te alimentaré con la herencia de tu padre Jacob».

Ha hablado la boca del Señor.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 85, 1-2. 3-4. 5-6 (R.: 11a)

R. Enséñame, Señor, tu camino,
para que siga tu verdad.

Inclina tu oído, Señor, escúchame,
que soy un pobre desamparado;
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva a tu siervo, que confía en ti. R.

Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti. R.

Porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica. R.

Aleluya Ez 33, 11

No quiero la muerte del malvado
—dice el Señor—,
sino que cambie de conducta y viva.

EVANGELIO

No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 5, 27-32

En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:

—«Sígueme».

Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo:

—«¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?».

Jesús les replicó:

—«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos.

No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan».

Palabra del Señor.

Domingo 18 de febrero – I domingo de Cuaresma

PRIMERA LECTURA

El pacto de Dios con Noé salvado del diluvio

Lectura del libro del Génesis 9, 8-15

Dios dijo a Noé y a sus hijos:

—«Yo hago un pacto con vosotros y con vuestros descendientes, con todos los animales que os acompañaron: aves, ganado y fieras; con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. Hago un pacto con vosotros: el diluvio no volverá a destruir la vida, ni habrá otro diluvio que devaste la tierra».

Y Dios añadió:

«Ésta es la señal del pacto que hago con vosotros y con todo lo que vive con vosotros, para todas las edades: pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra. Cuando traiga nubes sobre la tierra, aparecerá en las nubes el arco, y recordaré mi pacto con vosotros y con todos los animales, y el diluvio no volverá a destruir los vivientes».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 24, 4bc-5ab. 6-7bc. 8-9 (R.: cf 10)

R. Tus sendas, Señor, son misericordia y lealtad
para los que guardan tu alianza.

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R.

Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas.
Acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R.

El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R.

SEGUNDA LECTURA

Actualmente os salva el bautismo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 3, 18-22

Queridos hermanos:

Cristo murió por los pecados una vez para siempre: el inocente por los culpables, para conduciros a Dios.

Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida.

Con este Espíritu, fue a proclamar su mensaje a los espíritus encarcelados que en un tiempo habían sido rebeldes, cuando la paciencia de Dios aguardaba en tiempos de Noé, mientras se construía el arca, en la que unos pocos —ocho personas— se salvaron cruzando las aguas.

Aquello fue un símbolo del bautismo que actualmente os salva: que no consiste en limpiar una suciedad corporal, sino en impetrar de Dios una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo, que llegó al cielo, se le sometieron ángeles, autoridades y poderes, y está a la derecha de Dios.

Palabra de Dios.

Aleluya Mt 4, 4b

No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Aclamaciones y 

EVANGELIO

Se dejaba tentar por Satanás, y los ángeles le servían

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 12-15

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto.

Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían.

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía:

—«Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio».

Palabra del Señor.

– Lunes 19 de febrero – Lunes de la I semana de Cuaresma

PRIMERA LECTURA

Juzga con justicia a tu conciudadano

Lectura del libro del Levítico 19, 1-2. 11-18

El Señor habló a Moisés:

«Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles:

«Seréis santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.

No robaréis ni defraudaréis ni engañaréis
a ninguno de vuestro pueblo.

No juraréis en falso por mi nombre,
profanando el nombre de Dios.
Yo soy el Señor.

No explotarás a tu prójimo ni lo expropiarás.
No dormirá contigo hasta el día siguiente el jornal del obrero.

No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezos al ciego.
Teme a tu Dios.
Yo soy el Señor.

No daréis sentencias injustas.
No serás parcial
ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico.
juzga con justicia a tu conciudadano.

No andarás con cuentos de aquí para allá,
ni declararás en falso
contra la vida de tu prójimo.

Yo soy el Señor.

No odiarás de corazón a tu hermano. Reprenderás a tu pariente,
para que no cargues tú con su pecado.

No te vengarás ni guardarás rencor a tus parientes,
sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Yo soy el Señor»».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo18, 8. 9. 10. 15 (R.: 6, 63b)

R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R.

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R.

Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío. R.

Aleluya 2Co 6, 2b

Ahora es tiempo favorable,
ahora es día de salvación.

.

EVANGELIO

Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 31-46

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.

Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.

Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.

Entonces dirá el rey a los de su derecha:

«Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme».

Entonces los justos le contestarán:

«Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?».

Y el rey les dirá:

«Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis».

Y entonces dirá a los de su izquierda:

«Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis».

Entonces también éstos contestarán:

«Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?».

Y él replicará:

«Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo».

Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna».

Palabra del Señor.

– Martes 20 de febrero – Martes de la I semana de Cuaresma

PRIMERA LECTURA

Mi palabra hará mi voluntad

Lectura del libro de Isaías 55, 10-11

Así dice el Señor:

«Como bajan la lluvia y la nieve del cielo,
y no vuelven allá sino después de empapar la tierra,

de fecundarla y hacerla germinar,
para que dé semilla al sembrador y pan al que come,

así será mi palabra, que sale de mi boca:
no volverá a mí vacía,

sino que hará mi voluntad
y cumplirá mi encargo».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 33, 4-5. 6-7. 16-17. 18-19 (R.: 18b)

R. El Señor libra de sus angustias a los justos.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias. R.

Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos escuchan sus gritos;
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria. R.

Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos. R.

Aleluya Mt 4,4b

No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

.

EVANGELIO

Vosotros rezad así

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 7-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros rezad así:

«Padre nuestro del cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
danos hoy el pan nuestro de cada día,
perdónanos nuestras ofensas,
pues nosotros hemos perdonado a
los que nos han ofendido,
no nos dejes caer en la tentación,
sino líbranos del Maligno».

Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas».

Palabra del Señor.

– Miércoles 21 de febrero – Miércoles de la I semana de Cuaresma – San Pedro Damián, obispo y doctor de la Iglesia

PRIMERA LECTURA

Los ninivitas se convirtieron de su mala vida

Lectura de la profecía de Jonás 3, 1-10

Vino la palabra del Señor sobre Jonás:

—«Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predícale el mensaje que te digo».

Se levantó Jonás y fue a Nínive, como mandó el Señor. Nínive era una gran ciudad, tres días hacían falta para recorrerla. Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día, proclamando:

—«¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!».

Creyeron en Dios los ninivitas; proclamaron el ayuno y se vistieron de saco, grandes y pequeños.

Llegó el mensaje al rey de Nínive; se levantó del trono, dejó el manto, se cubrió de saco, se sentó en el polvo y mandó al heraldo a proclamar en su nombre a Nínive:

—«Hombres y animales, vacas y ovejas, no prueben bocado, no pasten ni beban; vístanse de saco hombres y animales; invoquen fervientemente a Dios, que se convierta cada cual de su mala vida y de la violencia de sus manos; quizá se arrepienta, se compadezca Dios, quizá cese el incendio de su ira, y no pereceremos».

Y vio Dios sus obras, su conversión de la mala vida; se compadeció y se arrepintió Dios de la catástrofe con que había amenazado a Nínive, y no la ejecutó.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 50, 3-4. 12-13. 18-19 (R.: 19b)

R. Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R.

Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú no lo desprecias. R.

Aleluya Jl 2, 12-13

Ahora
—oráculo del Señor—
convertíos a mí de todo corazón,
porque soy compasivo y misericordioso.

.

EVANGELIO

A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 11, 29-32

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles:

—«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.

Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.

Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».

Palabra del Señor.

– Jueves 22 de febrero – La Cátedra del Apóstol san Pedro

PRIMERA LECTURA

No tengo otro auxilio fuera de ti, Señor

Lectura del libro de Ester 14, 1. 3-5. 12-14

En aquellos días, la reina Ester, temiendo el peligro inminente, acudió al Señor y rezó así al Señor, Dios de Israel:

—«Señor mío, único rey nuestro.
Protégeme, que estoy sola
y no tengo otro defensor fuera de ti,

pues yo misma me he expuesto al peligro.

Desde mi infancia oí, en el seno de mi familia, cómo tú, Señor,
escogiste a Israel entre las naciones,
a nuestros padres entre todos sus antepasados,

para ser tu heredad perpetua;
y les cumpliste lo que habías prometido.

Atiende, Señor, muéstrate a nosotros en la tribulación,
y dame valor, Señor, rey de los dioses y señor de poderosos.

Pon en mi boca un discurso acertado
cuando tenga que hablar al león;

haz que cambie y aborrezca a nuestro enemigo,
para que perezca con todos sus cómplices.

A nosotros, líbranos con tu mano;
y a mí, que no tengo otro auxilio fuera de ti, protégeme
tú, Señor, que lo sabes todo».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 137, 1-2a. 2bc y 3. 7c-8 (R.: 3a)

Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario. R.

Daré gracias a tu nombre,
por tu misericordia y tu lealtad;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R.

Tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R.

Aleluya Sal 50, 12a. 14a

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
devuélveme la alegría de tu salvación.

.

EVANGELIO

Quien pide recibe

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 7-12

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.

Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden!

En resumen: Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la Ley y los profetas».

Palabra del Señor.

– Viernes 23 de febrero – Viernes de la I semana de Cuaresma

PRIMERA LECTURA

¿Acaso quiero yo la muerte del malvado, y no que se convierta de su conducta y que viva?

Lectura de la profecía de Ezequiel 18, 21-28

Así dice el Señor Dios:

«Si el malvado se convierte de los pecados cometidos
y guarda mis preceptos, practica el derecho y la justicia,
ciertamente vivirá y no morirá.

No se le tendrán en cuenta los delitos que cometió,
por la justicia que hizo, vivirá.

¿Acaso quiero yo la muerte del malvado
—oráculo del Señor—,
y no que se convierta de su conducta y que viva?

Si el justo se aparta de su justicia y comete maldad,
imitando las abominaciones del malvado, ¿vivirá acaso?;
no se tendrá en cuenta la justicia que hizo:
por la iniquidad que perpetró y por el pecado que cometió,
morirá.

Comentáis: «No es justo el proceder del Señor».

Escuchad, casa de Israel: ¿Es injusto mi proceder?,
¿o no es vuestro proceder el que es injusto?

Cuando el justo se aparta de su justicia,
comete la maldad y muere,
muere por la maldad que cometió.

Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo
y practica el derecho y la justicia, él mismo salva su vida.

Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos,
ciertamente vivirá y no morirá».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 129, 1-2. 3-4. 5-7a. 7bc-8 (R.: 3)

R. Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?

Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R.

Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto. R.

Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora. R.

Porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos. R.

Aleluya Ez 18, 31

Quitaos de encima vuestros delitos
—dice el Señor—,
y estrenad un corazón nuevo y un espíritu nuevo.

.

EVANGELIO

Vete primero a reconciliarte con tu hermano

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 20-26

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Habéis oído que se dijo a los antiguos: «No matarás», y el que mate será procesado. Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano «imbécil», tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama «renegado», merece la condena del fuego.

Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.

Con el que te pone pleito, procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto».

Palabra del Señor.

– Sábado 24 de febrero – Sábado de la I semana de Cuaresma

PRIMERA LECTURA

Serás el pueblo santo del Señor

Lectura del libro del Deuteronomio 26, 16-19

Moisés habló al pueblo, diciendo:

—«Hoy te manda el Señor, tu Dios,
que cumplas estos mandatos y decretos.

Guárdalos y cúmplelos
con todo el corazón y con toda el alma.

Hoy te has comprometido a aceptar lo que el Señor te propone:
Que él será tu Dios, que tú irás por sus caminos,
guardarás sus mandatos, preceptos y decretos,
y escucharás su voz.

Hoy se compromete el Señor a aceptar lo que tú le propones:
Que serás su propio pueblo, como te prometió,
que guardarás todos sus preceptos,
que él te elevará en gloria, nombre y esplendor,
por encima de todas las naciones que ha hecho,
y que serás el pueblo santo del Señor,
como ha dicho».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 118, 1-2. 4-5. 7-8 (R.: cf. 1)

R. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.

Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la voluntad del Señor;
dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón. R.

Tú promulgas tus decretos
para que se observen exactamente.
Ojalá esté firme mi camino,
para cumplir tus consignas. R.

Te alabaré con sincero corazón
cuando aprenda tus justos mandamientos.
Quiero guardar tus leyes exactamente,
tú, no me abandones. R.

Aleluya 2Co 6, 2b

Ahora es tiempo favorable,
ahora es día de salvación.

.

EVANGELIO

Sed perfectos como vuestro Padre celestial

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 43-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Habéis oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo» y aborrecerás a tu enemigo.

Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.

Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».

Palabra del Señor.

Domingo 25 de febrero – II domingo de Cuaresma

PRIMERA LECTURA

El sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe

Lectura del libro del Génesis 22, 1-2. 9-13. 15-18

En aquellos días, Dios puso a prueba a Abrahán, llamándole:

—«¡Abrahán!».

Él respondió:

—«Aquí me tienes».

Dios le dijo:

—«Toma a tu hijo único, al que quieres, a Isaac, y vete al país de Moria y ofrécemelo allí en sacrificio, en uno de los montes que yo te indicaré».

Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahán levantó allí el altar y apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Entonces Abrahán tomó el cuchillo para degollar a su hijo; pero el ángel del Señor le gritó desde el cielo:

—«¡Abrahán, Abrahán!».

Él contestó:

—«Aquí me tienes».

El ángel le ordenó:

—«No alargues la mano contra tu hijo ni le hagas nada. Ahora sé que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, tu único hijo».

Abrahán levanto los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo.

El ángel del Señor volvió a gritar a Abrahán desde el cielo:

—«Juro por mí mismo —oráculo del Señor—: Por haber hecho esto, por no haberte reservado a tu hijo único, te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las puertas de las ciudades enemigas. Todos los pueblos del mundo se bendecirán con tu descendencia, porque me has obedecido».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 115, 10 y 15. 16-17. 18-19 (R.: Sal 114,9)

R. Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida.

Tenía fe, aun cuando dije:
«¡Qué desgraciado soy!».
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles. R.

Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor. R.

Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén. R.

SEGUNDA LECTURA

Dios no perdonó a su propio Hijo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 31b-34

Hermanos:

Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? ¿Dios, el que justifica? ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo, que murió, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros?

Palabra de Dios.

Aleluya

En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre:
«Éste es mi Hijo, el amado: escuchadlo».

Aclamaciones y 

EVANGELIO

Éste es mi Hijo amado

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 2-10

En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo.

Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús:

—«Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».

Estaban asustados, y no sabía lo que decía.

Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube:

—«Éste es mi Hijo amado; escuchadlo».

De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.

Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó:

—«No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos».

Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos».

Palabra del Señor.

– Lunes 26 de febrero – Lunes de la II semana de Cuaresma

PRIMERA LECTURA

Hemos pecado, hemos cometido crímenes y delitos

Lectura de la profecía de Daniel 9, 4b-10

Señor, Dios grande y terrible,
que guardas la alianza

y eres leal con los que te aman
y cumplen tus mandamientos.

Hemos pecado,
hemos cometido crímenes y delitos,

nos hemos rebelado
apartándonos de tus mandatos y preceptos.

No hicimos caso a tus siervos, los profetas,
que hablaban en tu nombre a nuestros reyes,
a nuestros príncipes, padres y terratenientes.

Tú, Señor, tienes razón,
a nosotros nos abruma hoy la vergüenza:

a los habitantes de Jerusalén,
a judíos e israelitas, cercanos y lejanos,

en todos los países por donde los dispersaste
por los delitos que cometieron contra ti.

Señor, nos abruma la vergüenza:
a nuestros reyes, príncipes y padres,
porque hemos pecado contra ti.

Pero, aunque nosotros nos hemos rebelado,
el Señor, nuestro Dios, es compasivo y perdona.

No obedecimos al Señor, nuestro Dios,
siguiendo las normas que nos daba
por sus siervos, los profetas.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 78, 8. 9.11 y 13 (R.: Sal 102, 10a)

R. Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados.

No recuerdes contra nosotros
las culpas de nuestros padres;
que tu compasión nos alcance pronto,
pues estamos agotados. R.

Socórrenos, Dios, salvador nuestro,
por el honor de tu nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados
a causa de tu nombre. R.

Llegue a tu presencia el gemido del cautivo:
con tu brazo poderoso,
salva a los condenados a muerte. R

Mientras, nosotros, pueblo tuyo,
ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias siempre,
contaremos tus alabanzas
de generación en generación. R.

Aleluya Jn 6, 63b. 68b

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida;
tú tienes palabras de vida eterna.

.

EVANGELIO

Perdonad, y seréis perdonados

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 36-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros».

Palabra del Señor.

– Martes 27 de febrero – Martes de la II semana de Cuaresma – San Gregorio de Narek, abad y doctor de la Iglesia

PRIMERA LECTURA

Aprended a obrar bien, buscad el derecho

Lectura del libro de Isaías 1, 10. 16-20

Oíd la palabra del Señor,
príncipes de Sodoma,

escucha la enseñanza de nuestro Dios,
pueblo de Gomorra:

«Lavaos, purificaos,
apartad de mi vista vuestras malas acciones.

Cesad de obrar mal,
aprended a obrar bien;

buscad el derecho,
enderezad al oprimido;

defended al huérfano,
proteged a la viuda.

Entonces, venid y litigaremos
—dice el Señor—.

Aunque vuestros pecados sean como púrpura,
blanquearán como nieve;

aunque sean rojos como escarlata,
quedarán como lana.

Si sabéis obedecer,
lo sabroso de la tierra comeréis;

si rehusáis y os rebeláis,
la espada os comerá.

Lo ha dicho el Señor».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 49, 8-9. 16bc-17. 21 y 23 (R.: 23b)

R. Al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios.

«No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños. R.

¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos? R.

Esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
El que me ofrece acción de gracias,
ése me honra;
al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios». R.

Aleluya Ez 18, 31

Quitaos de encima vuestros delitos
—dice el Señor—,
y estrenad un corazón nuevo y un espíritu nuevo.

.

EVANGELIO

No hacen lo que dicen

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 23, 1-12

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo:

—«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen.

Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.

Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros.

Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos.

Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.

No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo.

El primero entre vosotros será vuestro servidor.

El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

Palabra del Señor.

– Miércoles 28 de febrero – Miércoles de la II semana de Cuaresma

PRIMERA LECTURA

Venid, lo heriremos con su propia lengua

Lectura del libro de Jeremías 18, 18-20

Dijeron:

—«Venid, maquinemos contra Jeremías,
porque no falta la ley del sacerdote,
ni el consejo del sabio, ni el oráculo del profeta;
venid, lo heriremos con su propia lengua
y no haremos caso de sus oráculos».

Señor, hazme caso, oye cómo me acusan.
¿Es que se paga el bien con mal,
que han cavado una fosa para mí?

Acuérdate de cómo estuve en tu presencia,
intercediendo en su favor, para apartar de ellos tu enojo.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 30, 5-6. 14.15-16 (R.: 17b)

R. Sálvame, Señor, por tu misericordia.

Sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi amparo.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás. R.

Oigo el cuchicheo de la gente,
y todo me da miedo;
se conjuran contra mí
y traman quitarme la vida. R.

Pero yo confío en ti, Señor,
te digo: «Tú eres mi Dios».
En tu mano están mis azares:
líbrame de los enemigos que me persiguen. R.

Aleluya Jn 8, 12b

Yo soy la luz del mundo
—dice el Señor—;
el que me sigue tendrá la luz de la vida.

.

EVANGELIO

Lo condenarán a muerte

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 20, 17-28

En aquel tiempo, mientras iba subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino:

—«Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará».

Entonces se le acercó la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó:

—«¿Qué deseas?».

Ella contestó:

—«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».

Pero Jesús replicó:

—«No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?».

Contestaron:

—«Lo somos».

Él les dijo:

—«Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».

Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo:

—«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.

Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos».

Palabra del Señor.

– Jueves 29 de febrero – Jueves de la II semana de Cuaresma

PRIMERA LECTURA

Maldito quien confía en el hombre; bendito quien confía en el Señor

Lectura del libro de Jeremías 17, 5-10

Así dice el Señor:

«Maldito quien confía en el hombre,
y en la carne busca su fuerza,
apartando su corazón del Señor.

Será como un cardo en la estepa,
no verá llegar el bien;

habitará la aridez del desierto,
tierra salobre e inhóspita.

Bendito quien confía en el Señor
y pone en el Señor su confianza.

Será un árbol plantado junto al agua,
que junto a la corriente echa raíces;

cuando llegue el estío no lo sentirá,
su hoja estará verde;

en año de sequía no se inquieta,
no deja de dar fruto.

Nada más falso y enfermo que el corazón:
¿quién lo entenderá?

Yo, el Señor, penetro el corazón,
sondeo las entrañas,

para dar al hombre según su conducta,
según el fruto de sus acciones».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R.: Sal 39, 5a)

R. Dichoso el hombre que ha puesto
su confianza en el Señor.

Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R.

Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R.

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R.

Aleluya Cf. Lc 8, 15

Dichosos los que con un corazón noble y generoso
guardan la palabra de Dios
y dan fruto perseverando.

.

EVANGELIO

Recibiste tus bienes, y Lázaro males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 16, 19-31

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:

—«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día.

Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico.

Y hasta los perros se le acercaban a lamerle las llagas.

Sucedió que se murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán.

Se murió también el rico, y lo enterraron. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritó:

«Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas».

Pero Abrahán le contestó:

«Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces.

Y además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que no puedan cruzar, aunque quieran, desde aquí hacia vosotros, ni puedan pasar de ahí hasta nosotros».

El rico insistió:

«Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan también ellos a este lugar de tormento».

Abrahán le dice:

«Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen».

El rico contestó:

«No, padre Abrahán.

Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán».

Abrahán le dijo:

«Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto»».

Palabra del Señor.


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