LECCIONARIO V. 2 de abril. San Francisco de Paula, ermitaño
Lecturas San Francisco de Paula, ermitaño.
El 2 de abril celebramos la memoria de San Francisco de Paula, un ermitaño y fundador de la Orden de los Mínimos en Calabria. Su vida estuvo marcada por la austeridad, la humildad y la dedicación a la vida contemplativa. A continuación, exploraremos su biografía y su influencia en la Iglesia.
San Francisco de Paula nació en Paula, Italia, en 1416. Desde joven, sintió una profunda llamada a la vida ascética y contemplativa. A los 15 años, se retiró a una cueva cerca de su hogar para llevar una vida de oración y penitencia. Su devoción y su deseo de seguir a Cristo en la soledad del desierto lo llevaron a fundar la Orden de los Mínimos.
La Orden de los Mínimos, fundada por San Francisco de Paula, tenía como objetivo vivir la vida religiosa en su forma más austera. Los miembros de la orden se comprometían a vivir con el mínimo necesario, renunciando a las posesiones materiales y dedicándose a la oración y la penitencia. El nombre “Mínimos” se refiere a su deseo de ser los más pequeños y humildes en el Reino de Dios.
San Francisco de Paula llevó una vida de extrema penitencia. Se alimentaba solo de pan y agua, y su vestimenta era muy simple. Se dice que tenía el don de la profecía y realizó varios milagros, como cruzar el estrecho de Messina a pie sobre su manto.
San Francisco de Paula es considerado el patrono de los marineros y pescadores debido a su milagroso cruce del estrecho de Messina. Su intercesión es invocada por aquellos que enfrentan peligros en el mar.
2 de abril: San Francisco de Paula, ermitaño
PRIMERA LECTURA
Corro hacia la meta, para ganar el premio, al que Dios desde arriba llama en Cristo Jesús
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 3, 8-14
Hermanos:
Todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor.
Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo y existir en él, no con una justicia mía, la de la Ley, sino con la que viene de la fe de Cristo, la justicia que viene de Dios y se apoya en la fe.
Para conocerlo a él, y la fuerza de su resurrección, y la comunión con sus padecimientos, muriendo su misma muerte, para llegar un día a la resurrección de entre los muertos.
No es que haya conseguido el premio, o que ya esté en la meta: yo sigo corriendo a ver si lo obtengo, pues Cristo Jesús lo obtuvo para mí.
Hermanos, yo no pienso haber conseguido el premio. Sólo busco una cosa: olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por delante, corro hacia la meta, para ganar el premio, al que Dios desde arriba llama en Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 15, 1-2a y 5. 7-8. 11 (R.: cf. 5a)
R. Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien».
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano. R.
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R.
Aleluya y versículo antes del evangelio Mt 5, 3
Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
EVANGELIO
Vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino
Lectura del santo evangelio según san Lucas 12, 32-34
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino.
Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, a donde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón».
Palabra del Señor.
Lecturas del Leccionario V para el mes de abril