San José

LECCIONARIO V. 19 de marzo. San José, esposo de la Virgen María

Lecturas San José, esposo de la Virgen María.

19 de marzo San José

La Solemnidad de San José, esposo de la Virgen María, se celebra el 19 de marzo. En este día, la Iglesia honra la figura de San José, un hombre justo y humilde que desempeñó un papel crucial en la historia de la salvación.

San José, esposo de la Virgen María y padre adoptivo de Jesús, es una figura central en la historia de la salvación. A pesar de su discreta presencia en los Evangelios, su papel en el plan de Dios es fundamental. Los Evangelios de Mateo y Lucas nos ofrecen algunos detalles sobre su vida, permitiéndonos esbozar un retrato de este hombre justo y humilde.

Los Evangelios lo describen como un hombre justo y obediente a la voluntad de Dios. Cuando descubre el embarazo de María, antes de conocer la intervención del Espíritu Santo, decide repudiarla en secreto para no difamarla. Sin embargo, un ángel se le aparece en sueños y le revela el misterio de la Encarnación, confirmando la virginidad de María y su papel como padre adoptivo del Mesías.

La vida de San José nos ofrece un modelo de fe profunda, obediencia a Dios y entrega total a su familia. Su silencio en los Evangelios nos habla de su profunda interioridad y su confianza en la voluntad divina. Es un ejemplo de padre amoroso, trabajador honesto y hombre justo, virtudes que lo convierten en un intercesor poderoso ante Dios.


19 de marzo: San José, esposo de la Virgen María

PRIMERA LECTURA

El Señor Dios le dará el trono de David, su padre

Lectura del segundo libro de Samuel 7, 4-5a. 12-14a. 16

En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor:

—«Ve y dile a mi siervo David: «Esto dice el Señor: Cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Él construirá una casa para mi nombre, y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo.

Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre»».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 88, 2-3. 4-5. 27 y 29 (R.:37)

R. Su linaje será perpetuo.

Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad». R.

Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
«Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades». R.

El me invocará: «Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora».
Le mantendré eternamente mi favor,
y mi alianza con él será estable. R.

SEGUNDA LECTURA

Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 4, 13. 16-18. 22

Hermanos:
No fue la observancia de la Ley, sino la justificación obtenida por la fe, la que obtuvo para Abrahán y su descendencia la promesa de heredar el mundo.

Por eso, como todo depende de la fe, todo es gracia; así, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la descendencia legal, sino también para la que nace de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. Así, dice la Escritura: «Te hago padre de muchos pueblos».

Al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe, Abrahán creyó.

Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchas naciones, según lo que se le había dicho: «Así será tu descendencia».

Por lo cual le valió la justificación.

Palabra de Dios.

Aleluya y versículo antes del evangelio Sal 83, 5

Dichosos los que viven en tu casa, Señor,
alabándote siempre.

EVANGELIO

José hizo lo que le había mandado el ángel del Señor

Lectura del santo evangelio según san Mateo 1, 16. 18-21. 24a

Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.

El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:

María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.

José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:

—«José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».

Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.

Palabra del Señor.

O bien:

Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados

Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 41-51a

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.

Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.

Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.

A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.

Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:

—«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contestó:

—«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?».

Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.

Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de marzo


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