Tiempo de Navidad – Leccionario VII

LECTURAS TIEMPO DE NAVIDAD – LECCIONARIO VII

LECTURAS TIEMPO DE NAVIDAD - LECCIONARIO VII

El «Tiempo de Navidad» es un período litúrgico en la Iglesia Católica que celebra el nacimiento de Jesucristo y su manifestación al mundo. Este tiempo comienza con la Solemnidad de la Natividad del Señor (Navidad) y se extiende hasta la Fiesta del Bautismo del Señor. Durante este período, los fieles reflexionan sobre el misterio de la Encarnación, la venida de Dios al mundo en la persona de Jesús, y su revelación como luz para todas las naciones. El «Leccionario VII» es una herramienta litúrgica que contiene las lecturas bíblicas específicas para las ferias de Adviento, Navidad, Cuaresma y Tiempo Pascual, proporcionando una guía estructurada para la meditación y la celebración de estos misterios.

En conjunto, las lecturas del «Tiempo de Navidad» en el «Leccionario VII» invitan a los fieles a contemplar el misterio de la Encarnación y la manifestación de Jesús como el Salvador del mundo. Este período litúrgico es una oportunidad para renovar la fe en la presencia de Dios entre nosotros y para celebrar con alegría y gratitud el don de la salvación.


Lecturas OCTAVA DE NAVIDAD LECCIONARIO VII

Ciclo A, B y C

PRIMERA LECTURA

Quien ama a su hermano permanece en la luz

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2, 3-11

Queridos hermanos:

En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que guardamos sus mandamientos.

Quien dice: «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud.

En esto conocemos que estamos en él.

Quien dice que permanece en él debe vivir como vivió él.

Queridos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis escuchado. Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo —lo cual es verdadero en él y en vosotros—, pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera brilla ya.

Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está aún en las tinieblas.

Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 95, 1-2a. 2b-3. 5b-6 (R. 11a)

R. Alégrese el cielo, goce la tierra.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R.

Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R.

El Señor ha hecho el cielo;
honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo. R.

Aleluya Lc 2, 32

Luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

EVANGELIO

Luz para alumbrar a las naciones

Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 22-35

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».

Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.

Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:

—«Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz.

Porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos:

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel».

Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.

Simeón los bendijo, diciendo a María su madre:

—«Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma».

Palabra del Señor.


Ciclo A, B y C

PRIMERA LECTURA

El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2, 12-17

Os escribo, hijos míos, que se os han perdonado vuestros pecados por su nombre.

Os escribo, padres, que ya conocéis al que existía desde el principio.

Os escribo, jóvenes, que ya habéis vencido al Maligno. Os repito, hijos, que ya conocéis al Padre. Os repito, padres, que ya conocéis al que existía desde el principio.

Os repito, jóvenes, que sois fuertes y que la palabra de Dios permanece en vosotros, y que ya habéis vencido al Maligno. No améis al mundo ni lo que hay en el mundo.

Si alguno ama al mundo, no está en él el amor del Padre. Porque lo que hay en el mundo —las pasiones de la carne, y la codicia de los ojos, y la arrogancia del dinero—, eso no procede del Padre, sino que procede del mundo.

Y el mundo pasa, con sus pasiones.

Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 95, 7-8a. 8b-9. 10 (R.: 11a)

R. Alégrese el cielo, goce la tierra.

Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor. R.

Entrad en sus atrios trayéndole ofrendas,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda. R.

Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente». R.

Aleluya

Nos ha amanecido un día sagrado;
venid, naciones, adorad al Señor,
porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra.

EVANGELIO

Hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén

Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 36-40

En aquel tiempo, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.

Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.

Palabra del Señor.


Ciclo A, B y C

PRIMERA LECTURA

Estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo conocéis

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2, 18-21

Hijos míos, es el momento final.

Habéis oído que iba a venir un Anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos damos cuenta que es el momento final.

Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió así para poner de manifiesto que no todos son de los nuestros.

En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo conocéis.

Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira viene de la verdad.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 95, 1-2. 11-12. 13-14 (R.: 11a)

R. Alégrese el cielo, goce la tierra.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria. R.

Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque. R.

Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R.

Aleluya

La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
A cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios.

EVANGELIO

La Palabra se hizo carne

Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 1-18

En el principio ya existía la Palabra,
y la Palabra estaba junto a Dios,
y la Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios.

Por medio de la Palabra se hizo todo,
y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.

En la Palabra había vida,
y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en las tinieblas,
y las tinieblas no la reciberon.

Surgió un hombre enviado por Dios,
que se llamaba Juan:
éste venía como testigo,
para dar testimonio de la luz,
para que por él todos vinieran a la fe.
No era él la luz,
sino testigo de la luz.

La Palabra era la luz verdadera,
que alumbra a todo hombre.
Al mundo vino,
y en el mundo estaba;
el mundo se hizo por medio de ella,
y el mundo no la conoció.
Vino a su casa,
y los suyos no la recibieron.

Pero a cuantos la recibieron,
les da poder para ser hijos de Dios,
si creen en su nombre.

Éstos no han nacido de sangre,
ni de amor carnal, ni de amor humano,
sino de Dios.

Y la Palabra se hizo carne
y acampó entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria:
gloria propia del Hijo único del Padre,
lleno de gracia y de verdad.

Juan da testimonio de él y grita diciendo:

—«Éste es de quien dije: «El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo»».

Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

Palabra del Señor.


Lecturas LECTURAS PARA ANTES DE LA EPIFANÍA LECCIONARIO VII

Ciclo A, B y C

PRIMERA LECTURA

Lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2, 22-28

Queridos hermanos:

¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ése es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien confiesa al Hijo posee también al Padre.

En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre; y ésta es la promesa que él mismo nos hizo: la vida eterna.

Os he escrito esto respecto a los que tratan de engañaros. Y en cuanto a vosotros, la unción que de él habéis recibido permanece en vosotros, y no necesitáis que nadie os enseñe. Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas —y es verdadera y no mentirosa— según os enseñó, permanecéis en él.

Y ahora, hijos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su venida.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 97, 1-2ab. 2cd-3ab. 3cd-4 (R.: 3cd)

R. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.

Aleluya

En distintas ocasiones habló Dios antiguamente
a nuestros padres por los profetas.
Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo.

EVANGELIO

En medio de vosotros hay uno que no conocéis

Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 19-28

Éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan a que le preguntaran:

—«¿Tú quién eres?».

Él confesó sin reservas:

—«Yo no soy el Mesías».

Le preguntaron:

—«¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?».

Él dijo:

—«No lo soy».

—«¿Eres tú el Profeta?».

Respondió:

—«No».

Y le dijeron:

—«¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?».

Él contestó:

—«Yo soy la voz que grita en el desierto: «Allanad el camino del Señor», como dijo el profeta Isaías».

Entre los enviados había fariseos y le preguntaron:

—«Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?».

Juan les respondió:

—«Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia».

Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.

Palabra del Señor.


Ciclo A, B y C

Lecturas para antes de Epifanía.

PRIMERA LECTURA

Todo el que permanece en él no peca

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2, 29—3, 6

Queridos hermanos:

Si sabéis que él es justo, reconoced que todo el que obra la justicia ha nacido de él.

Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!

El mundo no nos conoce porque no le conoció a él.

Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.

Todo el que tiene esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.

Todo el que comete pecado quebranta también la ley, pues el pecado es quebrantamiento de la ley.

Y sabéis que él se manifestó para quitar los pecados, y en él no hay pecado.

Todo el que permanece en él no peca. Todo el que peca no le ha visto ni conocido.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 97, 1-2ab. 3cd-4. 5-6 (R.: 3cd)

R. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.

Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R.

Aleluya

La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
A cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios.

EVANGELIO

Éste es el Cordero de Dios

Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 29-34

Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:

—«Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo dije: «Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo». Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel».

Y Juan dio testimonio diciendo:

—«He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él.

Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:

«Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo».

Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios».

Palabra del Señor.


Ciclo A, B y C

PRIMERA LECTURA

No puede pecar, porque ha nacido de Dios

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3, 7-10

Hijos míos, que nadie os engañe. Quien obra la justicia es justo, como él es justo.

Quien comete el pecado es del diablo, pues el diablo peca desde el principio.

El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo.

Todo el que ha nacido de Dios no comete pecado, porque su germen permanece en él, y no puede pecar, porque ha nacido de Dios.

En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo el que no obra la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 97, 1-2ab. 7-8a. 8b-9 (R.: 3cd)

R. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos, aclamen los montes. R.

Al Señor, que llega para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud. R.

Aleluya

En distintas ocasiones habló Dios antiguamente
a nuestros padres por los profetas.
Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo.

EVANGELIO

Hemos encontrado al Mesías

Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 35-42

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice:

—«Éste es el Cordero de Dios».

Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta:

—«¿Qué buscáis?».

Ellos le contestaron:

—«Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?».

Él les dijo:

—«Venid y lo veréis».

Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde.

Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice:

—«Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)».

Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:

—«Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro)».

Palabra del Señor.


Ciclo A, B y C

PRIMERA LECTURA

Hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3, 11-21

Queridos hermanos:

Éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros.

No seamos como Caín, que procedía del Maligno y asesinó a su hermano. ¿Y por qué lo asesinó? Porque sus obras eran malas, mientras que las de su hermano eran buenas.

No os sorprenda, hermanos, que el mundo os odie; nosotros hemos pasado de la muerte a la vida: lo sabemos porque amamos a los hermanos.

El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida. Y sabéis que ningún homicida lleva en sí vida eterna. En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos.

Pero si uno tiene de qué vivir y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo va a estar en él el amor de Dios?

Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras.

En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo.

Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 99, 1-2. 3. 4. 5 (R.: 1)

R. Aclama al Señor, tierra entera.

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.

Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre. R.

«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades». R.

Aleluya

Nos ha amanecido un día sagrado;
venid, naciones, adorad al Señor,
porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra.

EVANGELIO

Tú eres el Hijo de Dios, el Rey de Israel

Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 43-51

En aquel tiempo, determinó Jesús salir para Galilea; encuentra a Felipe y le dice:

—«Sígueme».

Felipe era de Betsaida, ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe encuentra a Natanael y le dice:

—«Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».

Natanael le replicó:

—«¿De Nazaret puede salir algo bueno?».

Felipe le contestó:

—«Ven y verás».

Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:

—«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».

Natanael le contesta:

—«¿De qué me conoces?».

Jesús le responde:

—«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».

Natanael respondió:

—«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Jesús le contestó:

—«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».

Y le añadió:

—«Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

Palabra del Señor.


Ciclo A, B y C

PRIMERA LECTURA

El Espíritu, el agua y la sangre

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 5, 5-13

Queridos hermanos:

¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo.

No sólo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.

Porque tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo.

Si aceptamos el testimonio humano, más fuerza tiene el testimonio de Dios.

Éste es el testimonio de Dios, un testimonio acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios tiene dentro el testimonio.

Quien no cree a Dios le hace mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y éste es el testimonio: Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo.

Quien tiene al Hijo tiene la vida, quien no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

Os he escrito estas cosas a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que os deis cuenta de que tenéis vida eterna.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 147,12-13.14-15. 19-20 (R.: 12a)

R. Glorifica al Señor, Jerusalén.

Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.

Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz. R.

Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R.

Aleluya cf. Mc 9, 7

Se abrió el cielo, y se oyó la voz del Padre:
Éste es mi Hijo amado; escuchadlo.

EVANGELIO

Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 7-11

En aquel tiempo, proclamaba Juan:

—«Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias.

Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo».

Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán.

Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo:

—«Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto».

Palabra del Señor.

Genealogía de Jesucristo, hijo de Adán, hijo de Dios

Lectura del santo evangelio según san Lucas 3, 23-38

En aquel tiempo, Jesús, al empezar, tenía unos treinta años, y se pensaba que era hijo de José, que a su vez lo era de Helí, el de Matat, el de Leví, el de Melquí, el de Jannaí, el de José, el de Matatías, el de Amós, el de Nahún, el de Eslí, el de Nagái, el de Maat, el de Matatías, el de Semeín, el de Josec, el de Jodá, el de Joanán, el de Resá, el de Zorobabel, el de Salatiel, el de Nerí, el de Melquí, el de Addí, el de Cosán, el de Elmadán, el de Er, el de Jesús, el de Eliezer, el de Jorín, el de Matat, el de Leví, el de Simeón, el de Judá, el de José, el de Jonam, el de Eliacín, el de Meleá, el de Mená, el de Matatá, el de Natán, el de David, el de Jesé, el de Jobed, el de Booz, el de Salá, el de Naasón, el de Aminadab, el de Admín, el de Arní, el de Esrón, el de Fares, el de Judá, el de Jacob, el de Isaac, el de Abrahán, el de Tara, el de Nacor, el de Seruc, el de Ragáu, el de Fálec, el de Eber, el de Salá, el de Cainán, el de Arfaxad, el de Sem, el de Noé, el de Lámec, el de Matusalén, el de Henoc, el de Járet, el de Maleleel, el de Cainán, el de Enós, el de Set, el de Adán, el de Dios.

Palabra del Señor.

Genealogía de Jesucristo, hijo de Adán, hijo de Dios

Lectura del santo evangelio según san Lucas 3, 23. 31-34. 36. 38

En aquel tiempo, Jesús, al empezar, tenía unos treinta años, y se pensaba que era hijo de José, que a su vez lo era de Helí, el de Meleá, el de Mená, el de Matatá, el de Natán, el de David, el de Jesé, el de Jobed, el de Booz, el de Salá, el de Naasón, el de Aminadab, el de Admín, el de Arní, el de Esrón, el de Fares, el de Judá, el de Jacob, el de Isaac, el de Abrahán, el de Tara, el de Nacor, el de Cainán, el de Arfaxad, el de Sem, el de Noé, el de Lámec, el de Enós, el de Set, el de Adán, el de Dios.


Palabra del Señor.


Ciclo A, B y C

PRIMERA LECTURA

Nos escucha en lo que le pedimos

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 5, 14-21

Queridos hermanos:

En esto está la confianza que tenemos en él: en que si le pedimos algo según su voluntad, nos escucha.

Y si sabemos que nos escucha en lo que le pedimos, sabemos que tenemos conseguido lo que le hayamos pedido.

Si alguno ve que su hermano comete un pecado que no es de muerte, pida y Dios le dará vida —a los que cometan pecados que no son de muerte, pues hay un pecado que es de muerte, por el cual no digo que pida—.

Toda injusticia es pecado, pero hay pecado que no es de muerte.

Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Engendrado de Dios lo guarda, y el Maligno no llega a tocarle.

Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero yace en poder del Maligno.

Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el Dios verdadero y la vida eterna.

Hijos míos, guardaos de los ídolos.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b (R.: 4a)

R. El Señor ama a su pueblo.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas,
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R.

Aleluya Lc 7, 16

Un gran Profeta ha surgido entre nosotros.
Dios ha visitado a su pueblo.

EVANGELIO

En Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos

Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 1-12

En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.

Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo:

—«No les queda vino».

Jesús le contestó:

—«Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora».

Su madre dijo a los sirvientes:

—«Haced lo que él diga».

Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.

Jesús les dijo:

—«Llenad las tinajas de agua».

Y las llenaron hasta arriba.

Entonces les mandó:

—«Sacad ahora y llevádselo al mayordomo».

Ellos se lo llevaron.

El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo:

—«Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora».

Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él.

Después bajó a Cafarnaún con su madre y sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días.

Palabra del Señor.

Lecturas LECTURAS PARA DESPUÉS DE LA EPIFANÍA LECCIONARIO VII

Ciclo A, B y C

Si la Epifanía se celebra el día 6 de enero, se dicen las lecturas correspondientes al día del mes; si se celebra el domingo que cae entre los días 2 al 8 de enero, se dicen las lecturas correspondientes al día de la semana.

PRIMERA LECTURA

Dios es amor

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 4, 7-10

Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.

En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él.

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación para nuestros pecados.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 71, 1-2. 3-4ab. 7-8 (R.: cf. 11)

R. Que todos los pueblos de la tierra
se postren ante ti, Señor.

Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.

Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre. R.

Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. R.

Aleluya Lc 4, 18

El Señor me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres,
para anunciar a los cautivos la libertad.

EVANGELIO

Jesús se revela como profeta en la multiplicación de los panes

Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 34-44

En aquel tiempo, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.

Cuando se hizo tarde se acercaron sus discípulos a decirle:

—«Estamos en despoblado, y ya es muy tarde. Despídelos, que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren de comer».

Él les replicó:

—«Dadles vosotros de comer».

Ellos le preguntaron:

—«¿Vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?».

Él les dijo:

—«¿Cuántos panes tenéis? Id a ver».

Cuando lo averiguaron le dijeron:

—«Cinco, y dos peces».

Él les mandó que hicieran recostarse a la gente sobre la hierba en grupos. Ellos se acomodaron por grupos de ciento y de cincuenta.

Y tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces.

Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces.

Los que comieron eran cinco mil hombres.

Palabra de Dios.


Ciclo A, B y C

Si la Epifanía se celebra el día 6 de enero, se dicen las lecturas correspondientes al día del mes; si se celebra el domingo que cae entre los días 2 al 8 de enero, se dicen las lecturas correspondientes al día de la semana.

PRIMERA LECTURA

Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 4, 11-18

Queridos hermanos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros.

A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.

En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo.

Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.

Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él.

Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él.

En esto ha llegado el amor a su plenitud con nosotros: en que tengamos confianza en el día del juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo.

No hay temor en el amor, sino que el amor perfecto expulsa el temor, porque el temor mira el castigo; quien teme no ha llegado a la plenitud en el amor.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 71, 1-2. 10-11. 12-13 (R.: cf. 11)

R. Se postrarán ante ti, Señor,
todos los pueblos de la tierra.

Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.

Que los reyes de Tarsis y de las islas
le paguen tributo.
Que los reyes de Saba y de Arabia
le ofrezcan sus dones; R.

Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. R.

Aleluya cf. 1 Tm 3, 16

Gloria a ti, Cristo, proclamado a las naciones;
gloria a ti, Cristo, creído en el mundo.

EVANGELIO

Lo vieron andar sobre el lago

Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 45-52

Después que se saciaron los cinco mil hombres, Jesús en seguida apremió a los discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran hacia la orilla de Betsaida, mientras él despedía a la gente. Y después de despedirse de ellos, se retiró al monte a orar.

Llegada la noche, la barca estaba en mitad del lago, y Jesús, solo, en tierra.

Viendo el trabajo con que remaban, porque tenían viento contrario, a eso de la madrugada, va hacia ellos andando sobre el lago, e hizo ademán de pasar de largo.

Ellos, viéndolo andar sobre el lago, pensaron que era un fantasma y dieron un grito, porque al verlo se habían sobresaltado.

Pero él les dirige en seguida la palabra y les dice:

—«Ánimo, soy yo, no tengáis miedo».

Entró en la barca con ellos, y amainó el viento.

Ellos estaban en el colmo del estupor, pues no habían comprendido lo de los panes, porque eran torpes para entender.

Palabra de Dios.


Ciclo A, B y C

Si la Epifanía se celebra el día 6 de enero, se dicen las lecturas correspondientes al día del mes; si se celebra el domingo que cae entre los días 2 al 8 de enero, se dicen las lecturas correspondientes al día de la semana.

PRIMERA LECTURA

Quien ama a Dios, ame también a su hermano

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 4, 19—5, 4

Queridos hermanos:

Nosotros amamos a Dios, porque él nos amó primero. Si alguno dice: «Amo a Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve.

Y hemos recibido de él este mandamiento: Quien ama a Dios, ame también a su hermano.

Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Dios que da el ser ama también al que ha nacido de él.

En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor de Dios: en que guardemos sus mandamientos.

Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 71, 1-2. 14 y 15bc. 17 (R.: cf. 11)

R. Se postrarán ante ti, Señor,
todos los pueblos de la tierra.

Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.

Él rescatará sus vidas de la violencia,
su sangre será preciosa a sus ojos.
Que recen por él continuamente
y lo bendigan todo el día. R.

Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
que él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R.

Aleluya Lc 4, 18

El Señor me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres,
para anunciar a los cautivos la libertad.

EVANGELIO

Hoy se cumple esta Escritura

Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 14-22a

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca.

Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.

Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:

«El Espíritu del Señor está sobre mí,
porque él me ha ungido.

Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres,
para anunciar a los cautivos la libertad,
y a los ciegos, la vista.

Para dar libertad a los oprimidos;
para anunciar el año de gracia del Señor».

Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles:

—«Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír».

Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios.

Palabra de Dios.


Ciclo A, B y C

Si la Epifanía se celebra el día 6 de enero, se dicen las lecturas correspondientes al día del mes; si se celebra el domingo que cae entre los días 2 al 8 de enero, se dicen las lecturas correspondientes al día de la semana.

PRIMERA LECTURA

El Espíritu, el agua y la sangre

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 5, 5-13

Queridos hermanos:

¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo.

No sólo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.

Porque tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo.

Si aceptamos el testimonio humano, más fuerza tiene el testimonio de Dios.

Éste es el testimonio de Dios, un testimonio acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios tiene dentro el testimonio.

Quien no cree a Dios le hace mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.

Y éste es el testimonio: Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo.

Quien tiene al Hijo tiene la vida, quien no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

Os he escrito estas cosas a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que os deis cuenta de que tenéis vida eterna.

Palabra de Dios

Salmo responsorial: Salmo 147, 12-13. 14-15. 19-20 (R.: 12a)

R. Glorifica al Señor, Jerusalén.

O bien:

R. Aleluya.

Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.

Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz. R.

Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R.

Aleluya Mt 4, 23

Jesús proclamaba el Evangelio del reino,
curando las dolencias del pueblo.

EVANGELIO

En seguida le dejó la lepra

Lectura del santo evangelio según san Lucas 5, 12-16

Una vez, estando Jesús en un pueblo, se presentó un hombre lleno de lepra; al ver a Jesús cayó rostro a tierra y le suplicó:

—«Señor, si quieres puedes limpiarme».

Y Jesús extendió la mano y lo tocó diciendo:

—«Quiero, queda limpio».

Y en seguida le dejó la lepra.

Jesús le recomendó que no lo dijera a nadie, y añadió:

—«Ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés para que les conste».

Se hablaba de él cada vez más, y acudía mucha gente a oírle y a que los curara de sus enfermedades.

Pero él solía retirarse a despoblado para orar.

Palabra de Dios.


Ciclo A, B y C

Si la Epifanía se celebra el día 6 de enero, se dicen las lecturas correspondientes al día del mes; si se celebra el domingo que cae entre los días 2 al 8 de enero, se dicen las lecturas correspondientes al día de la semana.

PRIMERA LECTURA

Nos escucha en lo que le pedimos

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 5, 14-21

Queridos hermanos:

En esto está la confianza que tenemos en él: en que si le pedimos algo según su voluntad, nos escucha.

Y si sabemos que nos escucha en lo que le pedimos, sabemos que tenemos conseguido lo que le hayamos pedido.

Si alguno ve que su hermano comete un pecado que no es de muerte, pida y Dios le dará vida —a los que cometan pecados que no son de muerte, pues hay un pecado que es de muerte, por el cual no digo que pida—.

Toda injusticia es pecado, pero hay pecado que no es de muerte.

Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Engendrado de Dios lo guarda, y el Maligno no llega a tocarle.

Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero yace en poder del Maligno.

Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el Dios verdadero y la vida eterna.

Hijos míos, guardaos de los ídolos.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b (R.: 4a)

R. El Señor ama a su pueblo.

O bien:

R. Aleluya.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas,
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R.

Aleluya Mt 4, 16

El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande;
a los que habitaban en tierra y sombras de muerte,
una luz les brilló.

EVANGELIO

El amigo del esposo se alegra con la voz del esposo

Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 22-30

En aquel tiempo, fue Jesús con sus discípulos a Judea, se quedó allí con ellos y bautizaba.

También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salín, porque había allí agua abundante; la gente acudía y se bautizaba. A Juan todavía no le habían metido en la cárcel.

Se originó entonces una discusión entre un judío y los discípulos de Juan acerca de la purificación; ellos fueron a Juan y le dijeron:

—«Oye, rabí, el que estaba contigo en la otra orilla del Jordán, de quien tú has dado testimonio, ése está bautizando, y todo el mundo acude a él».

Contestó Juan:

—«Nadie puede tomarse algo para sí, si no se lo dan desde el cielo. Vosotros mismos sois testigos de que yo dije: «Yo no soy el Mesías, sino que me han enviado delante de él». El que lleva a la esposa es el esposo; en cambio, el amigo del esposo, que asiste y lo oye, se alegra con la voz del esposo; pues esta alegría mía está colmada. Él tiene que crecer, y yo tengo que menguar».

Palabra de Dios.


Ferias del tiempo de Navidad después de la Epifanía

Estos textos pueden usarse en lugar de los que se hallan cada día antes del evangelio.

1

Aleluya: Jn 1, 14. 12b

La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
A cuantos la recibieron, les da poder
para ser hijos de Dios.



2

Aleluya: Hb 1, 1-2

En distintas ocasiones habló Dios antiguamente
a nuestros padres por los profetas.
Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo.



3

Aleluya:

Nos ha amanecido un día sagrado;
venid, naciones, adorad al Señor,
porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra.


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