LECCIONARIO V. 27 de enero. Santa Ángela de Mérici, virgen
Lecturas Santa Ángela de Mérici, virgen.
El 27 de enero, la Iglesia Católica conmemora a Santa Ángela Merici, una mujer italiana cuya vida y obra revolucionaron la educación femenina en el siglo XVI. Su espíritu visionario y compromiso con la enseñanza la convirtieron en la fundadora de las Ursulinas, una de las congregaciones religiosas femeninas más antiguas dedicadas a la educación de niñas y jóvenes.
Una vida consagrada a la fe: Nacida en Desenzano del Garda en 1474, Ángela vivió una vida profundamente arraigada en la fe cristiana. Desde joven dedicó su vida a la oración, la caridad y el servicio a los demás. Tras la muerte de sus padres, se trasladó a Brescia, donde se consagró a la educación religiosa de las niñas que carecían de acceso a la formación espiritual.
La Compañía de Santa Úrsula: Ansiosa por ampliar su labor educativa, Ángela fundó en 1535 la Compañía de Santa Úrsula, una asociación de mujeres laicas que vivían en comunidad pero no tomaban votos formales. Estas mujeres, conocidas como «maestras pías», se dedicaban a la enseñanza gratuita de niñas y jóvenes, ofreciéndoles formación religiosa, intelectual y social.
Innovación educativa: La metodología empleada por las Ursulinas era novedosa para la época. Se caracterizaba por un estilo amable y personalizado, fomentando la participación activa de las alumnas y utilizando técnicas creativas para el aprendizaje. Esto contrastaba con el sistema educativo rígido y masculino dominante, permitiendo a las mujeres acceder a conocimientos y desarrollar sus capacidades hasta entonces reservadas a los hombres.
Un legado que perdura: Santa Ángela Merici falleció en 1540, pero su legado sigue iluminando el mundo de la educación. La Compañía de Santa Úrsula se extendió por toda Europa y llegó hasta América Latina, contribuyendo a la alfabetización y empoderamiento de las mujeres. Hoy en día, las Ursulinas continúan desarrollando un papel crucial en la educación, inspirándose en los principios de su fundadora: fe, amor, servicio y aprendizaje constante.
27 de enero: Santa Ángela de Mérici, virgen
PRIMERA LECTURA:
Que cada uno, con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demás
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 4, 7b-11
Queridos hermanos:
Sed moderados y sobrios, para poder orar. Ante todo, mantened en tensión el amor mutuo, porque el amor cubre la multitud de los pecados. Ofreceos mutuamente hospitalidad, sin protestar.
Que cada uno, con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demás, como buenos administradores de la múltiple gracia de Dios.
El que toma la palabra, que hable palabra de Dios. El que se dedica al servicio, que lo haga en virtud del encargo recibido de Dios. Así, Dios será glorificado en todo, por medio de Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 148, 1-2. 11-13b. 13c-14 (R.: cf. 12a. 13a)
R. Jóvenes y doncellas,
alabad el nombre del Señor.
O bien:
R. Aleluya.
Alabad al Señor en el cielo,
alabad al Señor en lo alto.
Alabadlo, todos sus ángeles;
alabadlo, todos sus ejércitos. R.
Reyes y pueblos del orbe,
príncipes y jefes del mundo,
los jóvenes y también las doncellas,
los viejos junto con los niños,
alaben el nombre del Señor,
el único nombre sublime. R.
Su majestad sobre el cielo y la tierra;
él acrece el vigor de su pueblo.
Alabanza de todos sus fieles,
de Israel, su pueblo escogido. R.
Aleluya y versículo antes del evangelio Cf. Mt 11, 25
Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra,
porque has revelado los secretos del reino
a la gente sencilla.
EVANGELIO
El que acoge a un niño me acoge a mí
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 34-37
En aquel tiempo, los discípulos habían discutido por el camino quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:
—«Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».
Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
—«El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado».
Palabra del Señor.
Lecturas del Leccionario V para el mes de enero