San Francisco de Sales

LECCIONARIO V. 24 de enero. San Francisco de Sales, obispo y doctor de la Iglesia

Lecturas San Francisco de Sales, obispo y doctor de la Iglesia

24 de enero San Francisco de Sales

El 24 de enero, la Iglesia Católica celebra la memoria de San Francisco de Sales, un obispo y doctor de la Iglesia que se caracterizó por su profunda caridad y su enfoque amable y compasivo de la fe. Nacido en el castillo de Sales, en Saboya, en 1567, Francisco recibió una esmerada educación y desde joven se sintió atraído por la vida sacerdotal.

Un obispo dedicado: Tras su ordenación sacerdotal en 1593, se dedicó con fervor a la predicación y al cuidado pastoral. En 1602 fue nombrado obispo de Ginebra, diócesis que se encontraba en una situación difícil debido a la expansión del calvinismo. Francisco de Sales se dedicó a reconciliar a los cristianos de diferentes confesiones, utilizando el diálogo y la persuasión amable.

Un doctor de la Iglesia: Su profunda sabiduría y su capacidad para explicar la fe de manera clara y accesible lo llevaron a ser reconocido como doctor de la Iglesia en 1877. Entre sus obras más destacadas se encuentra «Introducción a la vida devota», un clásico de la literatura espiritual que ha guiado a countlessos cristianos en su camino de fe.

Un santo de corazón de amor: San Francisco de Sales es conocido por su enfoque positivo y alegre de la vida cristiana. Su lema, «Todo por amor, nada por la fuerza», resume su convicción de que la fe debe vivirse con amor y libertad. Se le considera un patrono de los periodistas y escritores católicos.

Un legado de amor y sabiduría: La vida y obra de San Francisco de Sales siguen inspirando a los cristianos de hoy. Su ejemplo nos invita a vivir la fe con alegría, a ser compasivos con los demás y a buscar siempre la reconciliación.


24 de enero: San Francisco de Sales, obispo y doctor de la Iglesia

PRIMERA LECTURA

Anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 3, 8-12

Hermanos:

A mí, el más insignificante de todos los santos, se me ha dado esta gracia: anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo, y aclarar a todos la realización del misterio, escondido desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo.

Así, mediante la Iglesia, los Principados y Potestades en los cielos conocen ahora la multiforme sabiduría de Dios, según el designio eterno, realizado en Cristo Jesús, Señor nuestro, por quien tenemos libre y confiado acceso a Dios, por la fe en él.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 36, 3-4. 5-6. 30-31 (R.: 30a)

RLa boca del justo expone la sabiduría.

Confía en el Señor y haz el bien,
habita tu tierra y practica la lealtad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón. R.

Encomienda tu camino al Señor,
confía en él, y él actuará:
hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho como el mediodía. R.

La boca del justo expone la sabiduría,
su lengua explica el derecho;
porque lleva en el corazón la ley de su Dios,
y sus pasos no vacilan. R.

Aleluya y versículo antes del evangelio Jn 15, 15b

A vosotros os llamo amigos
—dice el Señor—,
porque todo lo que he oído a mi Padre
os lo he dado a conocer.

EVANGELIO

Os he destinado para que vayáis y deis fruto

Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 9-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.

Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.

Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.

Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.

Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.

No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure.

De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé.

Esto os mando: que os améis unos a otros».

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de enero


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