San Vicente

LECCIONARIO V. 22 de enero. San Vicente, diácono y mártir

Lecturas San Vicente, diácono y mártir

22 de enero San Vicente

El 22 de enero, la Iglesia Católica celebra la memoria de San Vicente, un diácono de Zaragoza que se convirtió en un símbolo de entrega y servicio en tiempos de persecución. Nacido en la ciudad de Huesca a finales del siglo III, Vicente se dedicó al servicio de la Iglesia y a la ayuda de los más necesitados.

Un diácono ejemplar: Su entrega y celo apostólico lo convirtieron en un colaborador indispensable del obispo Valerio. Vicente se encargaba de la administración de los bienes de la Iglesia, la atención a los pobres y la predicación de la Palabra de Dios.

Un mártir por la fe: Durante la persecución de Diocleciano, Vicente fue arrestado junto a su obispo. Ambos fueron sometidos a crueles torturas por negarse a renunciar a su fe. Sin embargo, Vicente permaneció firme en su convicción y finalmente fue martirizado.

Un legado de amor y servicio: La vida de San Vicente nos recuerda la importancia del servicio a la Iglesia y a los demás. Su ejemplo nos invita a ser compasivos, generosos y a entregar nuestras vidas por amor a Dios y al prójimo.

Que la celebración de San Vicente nos fortalezca en nuestro compromiso cristiano, nos impulse a servir a los demás con amor y nos inspire a ser testigos de la fe en el mundo.


22 de enero: San Vicente, diácono y mártir

PRIMERA LECTURA:

Llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 4, 7-15

Hermanos:

El tesoro del ministerio lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan; en toda ocasión y por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.

Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte, por causa de Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. Así, la muerte está actuando en nosotros, y la vida en vosotros.

Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros.

Todo es para vuestro bien. Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento, para gloria de Dios.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9 (R.: 5b)

R. El Señor me libró de todas mis ansias.

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.

Contempladlo, y quedaréis radiantes;
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias. R.

El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R.

Aleluya y versículo antes del evangelio Mt 5, 10

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.

EVANGELIO

Os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa;
así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles

Lectura del santo evangelio según san Mateo 10, 17-22

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:

—«No os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles.

Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.

Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán.

Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará».

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de enero


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