Misa al comienzo del año civil

LECCIONARIO VI. MISA AL COMIENZO DEL AÑO CIVIL

Lecturas Misa al comienzo del año civil.

LECCIONARIO VI. MISA AL COMIENZO DEL AÑO CIVIL

El Leccionario VI incluye una Misa especial conocida como la Misa al comienzo del año civil, en la cual se ora por el año nuevo que se inicia y se pide la bendición de Dios sobre todos los aspectos de nuestra vida en el año que comienza. Durante esta Misa, se leen lecturas específicas que nos invitan a reflexionar sobre el tiempo, la providencia divina y la importancia de poner a Dios en el centro de nuestras vidas mientras iniciamos un nuevo ciclo.

Las lecturas seleccionadas para la Misa al comienzo del año civil nos ofrecen enseñanzas y orientaciones para enfrentar el futuro con esperanza y confianza en Dios, y nos animan a renovar nuestro compromiso de vivir según los valores evangélicos en todas las áreas de nuestra vida.

Además, las lecturas de la Misa al comienzo del año civil nos animan a reflexionar sobre nuestros propósitos y metas para el año que comienza. Nos desafían a examinar nuestras prioridades y a poner a Dios en el centro de todas nuestras decisiones. También nos recuerdan la importancia de vivir en justicia y caridad, buscando el bien común y el servicio a los demás.

La Misa al comienzo del año civil es una oportunidad para renovar nuestro compromiso con Dios y con los valores del Evangelio a medida que iniciamos un nuevo año. Nos invita a orar por el año que comienza y a poner nuestras esperanzas y temores en las manos de Dios. También nos desafía a vivir de manera auténtica y coherente con nuestra fe en todas las áreas de nuestra vida.

Que en esta celebración, podamos unir nuestras voces en oración, agradeciendo a Dios por el año que ha pasado y pidiendo su bendición sobre el año que comienza. Que podamos buscar la sabiduría y la guía divina en todas nuestras decisiones y acciones. Que el Espíritu Santo nos inspire a vivir en justicia y caridad, y que podamos ser testigos del amor de Dios en nuestro mundo. Amén.


MISA AL COMIENZO DEL AÑO CIVIL

LECTURAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

1. Existan lumbreras para señalar las fiestas, los días y los años

Lectura del libro del Génesis 1, 14-18

Dijo Dios:

—«Que existan lumbreras en la bóveda del cielo, para separar el día de la noche para señalar las fiestas, los días y los años; y sirvan de lumbreras en la bóveda del cielo, para dar luz sobre la tierra».

Y así fue.

E hizo Dios dos lumbreras grandes: la lumbrera mayor para regir el día, la lumbrera menor para regir la noche, y las estrellas. Y las puso Dios en la bóveda del cielo, para dar luz sobre la tierra; para regir el día y la noche, para separar la luz de las tinieblas.

Y vio Dios que era bueno.

Palabra de Dios.

2. Invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré

Lectura del libro de los Números 6, 22-27

El Señor habló a Moisés:

—«Di a Aarón y a sus hijos: Ésta es la fórmula con que bendeciréis a los israelitas:

«El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor.

El Señor se fije en ti y te conceda la paz».

Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré».

Palabra de Dios.

LECTURAS DEL NUEVO TESTAMENTO

1. La representación de este mundo se termina

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7, 29-31

Digo esto, hermanos: que el momento es apremiante.

Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina.

Palabra de Dios.

2. Ni siquiera sabéis qué pasará mañana

Lectura de la carta del apóstol Santiago 4, 13-15

Queridos hermanos:

Vosotros decís: «Mañana o pasado iremos a esa ciudad y pasaremos allí el año negociando y ganando dinero». Y ni siquiera sabéis qué pasará mañana.

Pues, ¿qué es vuestra vida? Una nube que aparece un momento y en seguida desaparece.

Debéis decir así: «Si el Señor lo quiere y vivimos, haremos esto o lo otro».

Palabra de Dios.

SALMOS RESPONSORIALES

1. Salmo responsorial: Salmo 8, 4-5. 6-7a. 7b-9 (R.: 2a)

R. Señor, dueño nuestro,
¡qué admirable es tu nombre
en toda la tierra!

Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder? R.

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos. R.

Todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar. R.

2. Salmo responsorial: Salmo 84, 2-3. 6-7. 8-10. 11. 17-18 (R.: Mt 5, 3; o bien: Mt 6, 33a)

R. Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.

O bien:

R. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia.

Oíd esto, todas las naciones;
escuchadlo, habitantes del orbe:
plebeyos y nobles, ricos y pobres. R.

¿Por qué habré de temer los días aciagos,
cuando me cerquen y acechen los malvados,
que confían en su opulencia
y se jactan de sus inmensas riquezas? R.

¿Si nadie puede salvarse
ni dar a Dios un rescate?
Es tan caro el rescate de la vida,
que nunca les bastará
para vivir perpetuamente
sin bajar a la fosa. R.

Mirad: los sabios mueren,
lo mismo que perecen los ignorantes y necios,
y legan sus riquezas a extraños. R.

No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él. R.

3. Salmo responsorial: Salmo 89, 2. 3-4. 5-6. 12-13. 14 y 16 (R.: cf. 17)

R. Haz prósperas, Señor, las obras de nuestras manos.

Antes que naciesen los montes,
o fuera engendrado el orbe de la tierra,
desde siempre y por siempre tú eres Dios. R.

Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Mil años en tu presencia
son un ayer, que pasó,
una vela nocturna. R.

Los siembras año por año,
como hierba que se renueva:
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca. R.

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos. R.

Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Que tus siervos vean tu acción,
y sus hijos tu gloria. R.

ALELUYA Y VERSÍCULOS ANTES DEL EVANGELIO

1. Aleluya 1 Cro 29, 10b. 11b

Bendito eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel;
tuyo es cuanto hay en cielo y tierra.

2. Aleluya

Día tras día te bendecimos
y alabamos tu nombre para siempre.

EVANGELIOS

1. No os agobiéis por el mañana

Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 31-34

—«No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso.

Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos».

Palabra del Señor.

2. Vosotros, estad preparados

Lectura del santo evangelio según san Lucas 12, 35-40

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.

Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo.

Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.

Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete.

Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».

Palabra del Señor.


III. EN DIVERSAS CIRCUNSTANCIAS PÚBLICAS

Misa al comienzo del año civil

Misa por la santificación del trabajo humano

Misa en tiempo de siembra

Misa para después de la cosecha

Misa en tiempo de hambre, o por los que padecen hambre

Misa por los prófugos y exiliados

Misa por los cautivos, por los encarcelados

Misa por los enfermos

Misa en tiempo de terremoto, para pedir lluvia, para pedir el buen tiempo, para alejar las
tempestades

Misa para dar gracias a Dios


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