LECCIONARIO V. 16 de julio. Nuestra Señora del Carmen
Lecturas Nuestra Señora del Carmen.
El 16 de julio, según el Leccionario de la Iglesia Católica, se celebra la festividad de Nuestra Señora del Carmen, una advocación mariana venerada con profundo amor y devoción en la tradición católica. La celebración de Nuestra Señora del Carmen tiene raíces en la Orden de los Carmelitas, quienes han tenido una conexión especial con la Virgen María a lo largo de la historia.
La devoción a Nuestra Señora del Carmen está estrechamente vinculada al Monte Carmelo en Tierra Santa, un lugar asociado con el profeta Elías. La tradición carmelita considera a María como la «Estrella del Mar» que guía a los fieles en su peregrinaje espiritual, ofreciendo protección y auxilio en los mares de la vida.
En esta festividad, los creyentes honran a la Virgen María bajo la advocación del Carmen, reconociendo su papel especial como madre, intercesora y guía espiritual. La devoción a Nuestra Señora del Carmen se caracteriza por la entrega a María y la confianza en su maternal cuidado.
La iconografía de Nuestra Señora del Carmen a menudo la representa llevando en sus brazos al Niño Jesús y entregando el escapulario carmelita, un símbolo de protección y consagración a María, a aquellos que buscan su auxilio.
La festividad de Nuestra Señora del Carmen nos invita a reflexionar sobre la importancia de la relación filial con María y a confiar en su intercesión maternal en nuestras vidas. La entrega del escapulario es un recordatorio tangible de la protección maternal de María y de la llamada a vivir una vida de fidelidad a Cristo siguiendo el ejemplo de la Virgen.
Que en la festividad de Nuestra Señora del Carmen, los fieles encuentren consuelo y esperanza en la maternal intercesión de María. Que su amor y guía inspiren a todos a caminar con confianza en la senda de la fe, llevando en el corazón la presencia amorosa de la Virgen del Carmen, la Estrella del Mar.
16 de julio: Nuestra Señora del Carmen
PRIMERA LECTURA
Alégrate, hija de Sión, que yo vengo
Lectura de la profecía de Zacarías 2, 14-17
Alégrate y goza, hija de Sión,
que yo vengo a habitar dentro de ti
—oráculo del Señor—.
Aquel día se unirán al Señor muchos pueblos,
y serán pueblo mío.
Habitaré en medio de ti,
y comprenderás que el Señor de los ejércitos
me ha enviado a ti.
El Señor tomará posesión de Judá
sobre la tierra santa
y elegirá de nuevo a Jerusalén.
Calle toda carne ante el Señor,
cuando se levanta en su santa morada.
Palabra de Dios.
Interleccional: Lc 1, 46-47. 48-49. 50-51. 52-53. 54-55
R. Bienaventurada eres, Virgen María,
que llevaste en tu seno al Hijo del Padre eterno.
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador. R.
Porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo. R.
Y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón. R.
Derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos. R.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. R.
Aleluya y versículo antes del evangelio Lc 11, 28
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.
EVANGELIO
Señalando con la mano a los discípulos, dijo: «Éstos son mi madre y mis hermanos»
Lectura del santo evangelio según san Mateo 12, 46-50
En aquel tiempo, estaba Jesús hablando a la gente, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él. Uno se lo avisó:
—«Oye, tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar contigo».
Pero él contestó al que le avisaba:
—«¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?».
Y, señalando con la mano a los discípulos, dijo:
—«Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre».
Palabra del Señor.
Lecturas del Leccionario V para el mes de julio