San Camilo de Lelis

LECCIONARIO V. 14 de julio. San Camilo de Lelis, presbítero

Lecturas San Camilo de Lelis, presbítero.

14 de julio San Camilo de Lelis

El 14 de julio, según el Leccionario de la Iglesia Católica, se celebra la festividad de San Camilo de Lelis, presbítero. San Camilo, nacido en Italia en 1550, fue un hombre cuya vida estuvo marcada por la conversión, la caridad y el servicio desinteresado a los enfermos. Su devoción y dedicación al cuidado de los enfermos le llevaron a ser reconocido como el patrón de los enfermos y de los profesionales de la salud.

La vida de San Camilo estuvo inicialmente marcada por el servicio militar y una serie de experiencias difíciles. Sin embargo, después de una conversión espiritual profunda, se dedicó por completo al servicio de los enfermos y necesitados. Fundó la Orden de los Ministros de los Enfermos, también conocidos como camilianos, con el propósito de brindar atención médica y espiritual a aquellos que sufrían.

San Camilo, además de ser un presbítero, fue un innovador en el cuidado de los enfermos. Introdujo medidas higiénicas avanzadas para la época y desarrolló métodos para atender a los enfermos con compasión y dignidad. Su ejemplo inspiró a muchos a unirse a su causa, y la orden que fundó sigue comprometida con la atención a los enfermos en la actualidad.

En la festividad de San Camilo de Lelis, la Iglesia invita a los fieles a reflexionar sobre la importancia de la caridad y el servicio en la vida cristiana. San Camilo nos muestra que el cuidado de los enfermos no solo es un acto de misericordia, sino también una expresión tangible del amor de Cristo en el mundo.

Que la memoria de San Camilo inspire a los profesionales de la salud, a los presbíteros y a todos los fieles a seguir su ejemplo de servicio desinteresado. Que su intercesión fortalezca a aquellos que trabajan en el ámbito de la salud y anime a todos a extender la mano amiga de la caridad a aquellos que sufren. Que San Camilo, presbítero y amigo de los enfermos, guíe nuestras acciones y nos inspire a ser instrumentos del amor de Cristo en el cuidado y el servicio a los demás.


14 de julio: San Camilo de Lelis, presbítero

PRIMERA LECTURA

También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3, 14-18

Queridos hermanos:

Nosotros hemos pasado de la muerte a la vida: lo sabemos porque amamos a los hermanos.

El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida. Y sabéis que ningún homicida lleva en sí vida eterna. En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos.

Pero si uno tiene de qué vivir y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo va a estar en él el amor de Dios?

Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 111, 1-2. 3-4. 5-7a. 7b-8. 9 (R.: 1a)

R. Dichoso quien teme al Señor.

O bien:

R. Aleluya.

Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. R.

En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo. R.

Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo;
no temerá las malas noticias. R.

Su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos. R.

Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad. R.

Aleluya y versículo antes del evangelio Jn 13, 34

Os doy un mandamiento nuevo
—dice el Señor—:
que os améis unos a otros,
como yo os he amado.

EVANGELIO

Vosotros sois amigos, si hacéis lo que yo os mando

Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 9-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.

Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.

Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.

Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.

Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.

No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure.

De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de julio


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