San Pedro Crisólogo

LECCIONARIO V. 30 de julio. San Pedro Crisólogo, obispo y doctor de la Iglesia

Lecturas San Pedro Crisólogo, obispo y doctor de la Iglesia.

30 de julio San Pedro Crisólogo

El 30 de julio, el Leccionario de la Iglesia Católica nos invita a recordar y honrar a San Pedro Crisólogo, obispo y doctor de la Iglesia.

San Pedro Crisólogo, cuyo nombre significa «Palabra de Oro», nació en el siglo V en Imola, Italia. Fue consagrado obispo de Ravena y se destacó por su elocuencia y claridad en la predicación, lo que le valió el título de «Crisólogo». Su capacidad para comunicar las verdades de la fe de manera clara y persuasiva lo convirtió en una figura venerada y respetada en la Iglesia.

Las homilías de San Pedro Crisólogo abordaban una amplia gama de temas, desde la doctrina cristiana hasta la vida moral. Sus sermones eran elocuentes, profundos y estaban impregnados de un profundo amor por Cristo y su Iglesia. Se le atribuye la famosa frase: «Ama y haz lo que quieras», que resalta la centralidad del amor en la vida cristiana.

El legado de San Pedro Crisólogo radica en su capacidad para presentar la riqueza de la fe de manera accesible y conmovedora. Sus enseñanzas han perdurado a lo largo de los siglos y continúan siendo fuente de inspiración para aquellos que buscan una comprensión más profunda de la fe católica.

En este día, al conmemorar a San Pedro Crisólogo, la Iglesia nos invita a apreciar la importancia de la predicación y enseñanza claras y efectivas en la transmisión de la fe. Que su ejemplo inspire a los predicadores y educadores de la Iglesia a comunicar las verdades del Evangelio con pasión y claridad, guiando así a otros hacia una relación más profunda con Cristo.

Que la intercesión de San Pedro Crisólogo fortalezca a la Iglesia en su misión de enseñar y proclamar la Palabra de Dios. Que su festividad sea un recordatorio de la importancia de comunicar la verdad con amor y sabiduría, llevando así la luz del Evangelio a todas las personas.


30 de julio: San Pedro Crisólogo, obispo y doctor de la Iglesia

PRIMERA LECTURA

Anunciar a los gentiles la riqueza insondable que: es Cristo


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 3, 8-12

Hermanos:

A mí, el más insignificante de todos los santos, se me ha dado esta gracia: anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo, y aclarar a todos la realización del misterio, escondido desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo.

Así, mediante la Iglesia, los Principados y Potestades en los cielos conocen ahora la multiforme sabiduría de Dios, según el designio eterno, realizado en Cristo Jesús, Señor nuestro, por quien tenemos libre y confiado acceso a Dios, por la fe en él.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 118, 9. 10. 11. 12. 13. 14 (R.: 12b)

R. Enséñame, Señor, tus leyes.

¿Cómo podrá un joven andar honestamente?
Cumpliendo tus palabras. R.

Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R.

En mi corazón escondo tus consignas,
así no pecaré contra ti. R.

Bendito eres, Señor,
enséñame tus leyes. R.

Mis labios van enumerando
los mandamientos de tu boca. R.

Mi alegría es el camino de tus preceptos,
más que todas las riquezas. R.

Aleluya y versículo antes del evangelio Jn 15, 5

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos
—dice el Señor—;
el que permanece en mí y yo en él,
ése da fruto abundante.

EVANGELIO

Lo que rebosa del corazón, lo habla la boca


Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 43-45

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«No hay árbol sano que dé fruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano. Cada árbol se conoce por su fruto; porque no se cosechan higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.

El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque lo que rebosa del corazón, lo habla la boca».

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de julio


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