El Martirio de San Juan Bautista Memoria

LECCIONARIO V. 29 de agosto. El Martirio de San Juan Bautista Memoria

Lecturas El Martirio de San Juan Bautista Memoria.

29 de agosto El Martirio de San Juan Bautista Memoria

El 29 de agosto, el Leccionario de la Iglesia Católica nos invita a conmemorar la memoria del martirio de San Juan Bautista. Esta festividad nos lleva a reflexionar sobre la figura crucial de San Juan Bautista en la historia de la salvación y el impacto de su martirio.

San Juan Bautista fue un profeta destacado y el precursor de Jesucristo. Su vida estuvo marcada por su llamado a preparar el camino para el Mesías, llamando al arrepentimiento y bautizando en el río Jordán. Su ministerio atrajo a multitudes y anunció la llegada del Reino de Dios.

El martirio de San Juan Bautista se relata en los Evangelios. Fue encarcelado por su valentía al denunciar la inmoralidad del rey Herodes Antipas. A pesar de las amenazas y la persecución, San Juan permaneció fiel a su misión de proclamar la verdad y preparar el camino para Cristo.

La memoria del martirio de San Juan Bautista nos recuerda la importancia de la valentía en la defensa de la verdad y la justicia, incluso cuando enfrentamos oposición. Su sacrificio por la verdad y la integridad destaca la nobleza de vivir conforme a los principios del Evangelio, incluso cuando ello conlleva riesgos personales.

En esta festividad, los creyentes son llamados a imitar la valentía y el compromiso de San Juan Bautista en la defensa de la verdad y la justicia. Que su martirio inspire a todos a permanecer firmes en la fe, incluso en medio de las dificultades.

Que la memoria del martirio de San Juan Bautista nos motive a buscar la verdad y a proclamar el mensaje del Evangelio con coraje y convicción. Que su intercesión fortalezca a la Iglesia y a todos aquellos que enfrentan persecución por su fe, recordándoles que su testimonio tiene un poder transformador.


29 de agosto: El Martirio de San Juan Bautista Memoria

PRIMERA LECTURA

Diles lo que yo te mando. No les tengas miedo

Lectura del libro de Jeremías 1, 17-19

En aquellos días, recibí esta palabra del Señor:

«Cíñete los lomos,
ponte en pie y diles lo que yo te mando.
No les tengas miedo,
que si no, yo te meteré miedo de ellos.

Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte,
en columna de hierro, en muralla de bronce,
frente a todo el país:

frente a los reyes y príncipes de Judá,
frente a los sacerdotes y la gente del campo.

Lucharán contra ti, pero no te podrán,
porque yo estoy contigo para librarte».
Oráculo del Señor.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 70, 1-2. 3-4a. 5-6ab. 15ab y 17 (R.: 15a)

RMi boca contará tu auxilio.

A ti, Señor, me acojo:
no quede yo derrotado para siempre;
tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,
inclina a mí tu oído, y sálvame. R.

Sé tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve,
porque mi peña y mi alcázar eres tú,
Dios mío, líbrame de la mano perversa. R.

Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
En el vientre materno ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me sostenías. R.

Mi boca contará tu auxilio,
y todo el día tu salvación.
Dios mío, me instruiste desde mi juventud,
y hasta hoy relato tus maravillas. R.

Aleluya Mt 5, 10

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.

EVANGELIO

Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista

Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 17-29

En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado.

El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano.

Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto.

La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea.

La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven:

—«Pídeme lo que quieras, que te lo doy».

Y le juró:

—«Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino».

Ella salió a preguntarle a su madre:

—«¿Qué le pido?».

La madre le contestó:

—«La cabeza de Juan, el Bautista».

Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió:

—«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista».

El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre.

Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de agosto


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