Santa Rosa de Lima

LECCIONARIO V. 23 de agosto. Santa Rosa de Lima, virgen

Lecturas Santa Rosa de Lima, virgen.

El 23 de agosto, el Leccionario de la Iglesia Católica nos invita a conmemorar la festividad de Santa Rosa de Lima, virgen. Esta fecha nos brinda la oportunidad de recordar y celebrar la vida de una santa peruana que destacó por su profunda espiritualidad, su vida de penitencia y su amor apasionado por Cristo.

Santa Rosa de Lima nació en Lima, Perú, en 1586. Desde temprana edad, mostró un fervor religioso excepcional y dedicó su vida a la oración y la penitencia. Rosa se consagró a Dios como virgen laica, viviendo en la casa de sus padres y dedicando su tiempo a la oración, la contemplación y la caridad hacia los más necesitados.

Su devoción a la Virgen María, especialmente bajo la advocación de la Rosa mística, influyó en su elección del nombre religioso y en su espiritualidad. Rosa de Lima llevó una vida austera, ayunando y practicando severas penitencias en un deseo ferviente de unirse más íntimamente a Cristo en su sufrimiento.

Santa Rosa de Lima también se destacó por su amor compasivo hacia los enfermos y los pobres. A pesar de su propia salud frágil, dedicó tiempo a cuidar a aquellos que sufrían y a ofrecer consuelo espiritual. Su humildad y servicio generoso la convirtieron en un faro de amor y caridad en su comunidad.

La festividad de Santa Rosa de Lima nos invita a reflexionar sobre su testimonio de vida dedicada a Dios y al servicio desinteresado a los demás. Su ejemplo nos inspira a buscar a Cristo con pasión y a vivir la caridad en nuestras vidas diarias.

Que la festividad de Santa Rosa de Lima motive a los creyentes a cultivar una relación profunda con Dios a través de la oración y la penitencia. Que su compromiso con la caridad inspire a todos a buscar oportunidades para servir a los demás, especialmente a los más necesitados.

23 de agosto: Santa Rosa de Lima, virgen

PRIMERA LECTURA

Quise desposaros con un solo marido, presentándoos a Cristo como una virgen intacta

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 10, 17—11, 2

Hermanos:

El que se gloría que se gloríe del Señor, porque no está aprobado el que se recomienda él solo, sino el que está recomendado por el Señor.

Ojalá me toleraseis unos cuantos desvaríos; bueno, ya sé que me los toleráis. Tengo celos de vosotros, los celos de Dios; quise desposaros con un solo marido, presentándoos a Cristo como una virgen intacta.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 148, 1-2. 11-13b. 13c-14 (R.: cf. 12a. 13a)

R. Jóvenes y doncellas,
alabad el nombre del Señor.

O bien:

R. Aleluya.

Alabad al Señor en el cielo,
alabad al Señor en lo alto.
Alabadlo, todos sus ángeles;
alabadlo, todos sus ejércitos. R.

Reyes y pueblos del orbe,
príncipes y jefes del mundo,
los jóvenes y también las doncellas,
los viejos junto con los niños,
alaben el nombre del Señor,
el único nombre sublime. R.

Su majestad sobre el cielo y la tierra;
él acrece el vigor de su pueblo.
Alabanza de todos sus fieles,
de Israel, su pueblo escogido. R.

Aleluya y versículo antes del evangelio Jn 15, 9b. 5b

Permaneced en mi amor
—dice el Señor—;
el que permanece en mí y yo en él,
ése da fruto abundante.

EVANGELIO

Vende todo lo que tiene y compra el campo

Lectura del santo evangelio según san Mateo 13, 44-46

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:

—«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.

El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra».

Palabra del Señor.

Lecturas del Leccionario V para el mes de agosto