San Juan Eudes

LECCIONARIO V. 19 de agosto. San Juan Eudes, presbítero

Lecturas San Juan Eudes, presbítero.

19 de agosto San Juan Eudes

El 19 de agosto, el Leccionario de la Iglesia Católica nos invita a conmemorar la festividad de San Juan Eudes, un presbítero y místico francés del siglo XVII. San Juan Eudes es conocido por su profunda devoción a la Sagrada Familia, su amor a la Virgen María y su contribución a la espiritualidad cristiana.

Nacido en 1601 en Normandía, Francia, Juan Eudes fue ordenado sacerdote y se dedicó a la predicación y a la formación espiritual. Fue un apasionado defensor de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, promoviendo la adoración y la veneración a estos misterios en la vida cristiana.

San Juan Eudes fundó la Congregación de Jesús y María, también conocida como los Eudistas, con el objetivo de formar sacerdotes según los principios de la espiritualidad cristiana. Además, fue un prolífico escritor, dejando una valiosa herencia espiritual a través de sus obras sobre la devoción a los Sagrados Corazones y la Virgen María.

En la festividad de San Juan Eudes, los fieles son invitados a reflexionar sobre su ejemplo de vida dedicada al servicio de Dios y la promoción de una espiritualidad profunda. Su devoción a la Sagrada Familia y a los Corazones de Jesús y María resalta la importancia de poner a Cristo en el centro de nuestras vidas y acoger el amor maternal de María.

Que la festividad de San Juan Eudes inspire a los creyentes a profundizar en su relación con Jesús y a acudir a la intercesión de la Virgen María. Que su compromiso con la formación espiritual y la devoción a los Sagrados Corazones sea un estímulo para buscar una vida de oración, caridad y entrega a Dios.


19 de agosto: San Juan Eudes, presbítero

PRIMERA LECTURA

Comprendiendo lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 3, 14-19

Hermanos:

Doblo las rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, pidiéndole que, de los tesoros de su gloria, os conceda por medio de su Espíritu robusteceros en lo profundo de vuestro ser, que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; y así, con todos los santos, lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano.

Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 130, 1. 2. 3

R. Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.

Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad. R.

Sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre. R.

Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre. R.

Aleluya y versículo antes del evangelio Cf. Mt 11, 25

Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra,
porque has revelado los secretos del reino
a la gente sencilla.

EVANGELIO

Has escondido estas cosas a los sabios y las has revelado a la gente sencilla

Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 25-30

En aquel tiempo, exclamó Jesús:

—«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de agosto


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