LECCIONARIO V. 6 de febrero. San Pablo Miki y compañeros, mártires
Lecturas San Pablo Miki y compañeros, mártires.
El 6 de febrero conmemoramos la memoria de San Pablo Miki y sus compañeros, mártires de Japón. Su valiente testimonio de fe y su sacrificio en nombre de Cristo dejaron una huella imborrable en la historia de la Iglesia.
Martirologio Romano describe cómo estos veintiséis santos, entre ellos ocho presbíteros o religiosos de la Compañía de Jesús y diecisiete laicos, fueron apresados, maltratados y finalmente condenados a muerte durante una persecución contra los cristianos en Nagasaki, Japón, en el año 1597. Todos, incluidos los adolescentes, fueron clavados en cruces, manifestando su alegría por haber merecido morir como Cristo.
Entre los compañeros de San Pablo Miki se encontraban religiosos de la Compañía de Jesús como Juan de Goto Soan y Jacobo Kisai, así como presbíteros de la Orden de los Hermanos Menores como Pedro Bautista Blásquez y Martín de la Ascensión Aguirre. También estaban los catequistas Pablo Suzuki, Luis Ibaraki y otros neófitos.
El primero en llevar el anuncio de la fe cristiana a Japón fue San Francisco Javier, y en poco tiempo, los cristianos llegaron a ser unos 300,000. La labor misionera se basó en el respeto por las costumbres locales y la inserción de elementos japoneses en la predicación. Pablo Miki, un joven catequista jesuita, desempeñó un papel importante en esta expansión. A pesar de las dificultades y la persecución, su fe inquebrantable lo llevó al martirio.
Hoy, recordamos a San Pablo Miki y sus compañeros como testigos valientes de la fe. Oremos para que su ejemplo nos inspire a vivir nuestra fe con la misma pasión y entrega, incluso en tiempos difíciles.
6 de febrero: San Pablo Miki y compañeros, mártires
PRIMERA LECTURA
Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 2, 19-20
Hermanos:
Para la Ley yo estoy muerto, porque la Ley me ha dado muerte; pero así vivo para Dios.
Estoy crucificado con Cristo: vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí.
Y, mientras vivo en esta carne, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó hasta entregarse por mí.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6 (R.: 5)
R. Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R.
Hasta los gentiles decían:
El Señor ha estado grande con ellos.
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres. R.
Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares. R.
Al ir, iba llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R.
Aleluya y versículo antes del evangelio Mt 28, 19a. 20b
Id y haced discípulos de todos los pueblos
—dice el Señor—;
yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo.
EVANGELIO
Id y haced discípulos de todos los pueblos
Lectura del santo evangelio según san Mateo 28, 16-20
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
—«Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.
Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo».
Palabra del Señor.
Lecturas del Leccionario V para el mes de febrero