San Ponciano

LECCIONARIO V. 13 de agosto. San Ponciano, papa, y San Hipólito, presbítero, mártires

Lecturas San Ponciano, papa, y San Hipólito, presbítero, mártires.

13 de agosto San Ponciano

El 13 de agosto, el Leccionario de la Iglesia Católica nos invita a recordar y honrar la memoria de San Ponciano, papa, y San Hipólito, presbítero, mártires. Ambos santos compartieron una parte significativa de la historia de la Iglesia en el siglo III, enfrentando juntos tiempos de persecución y desafíos doctrinales.

San Ponciano fue el vigésimo primer Papa de la Iglesia Católica, sirviendo desde el año 230 hasta el 235. Durante su pontificado, la Iglesia experimentó momentos difíciles marcados por la persecución del emperador Maximino el Tracio. Buscando proteger a su rebaño, San Ponciano fue arrestado y deportado a las minas de sal en Cerdeña.

San Hipólito, por otro lado, fue un presbítero y teólogo en Roma, conocido por su erudición y su posición firme en cuestiones doctrinales. Sin embargo, en un momento de la historia de la Iglesia, se vio envuelto en una controversia que llevó a su exilio y cisma con el Papa Ponciano. A pesar de sus desacuerdos doctrinales, ambos santos compartieron el martirio y la reconciliación en la fe antes de morir.

La festividad de San Ponciano y San Hipólito nos invita a reflexionar sobre la importancia de la unidad en la Iglesia y la capacidad de la gracia divina para reconciliar incluso en medio de desacuerdos teológicos. Su historia destaca la valentía de enfrentar la persecución y la importancia de superar las divisiones internas en la búsqueda de la verdad y la comunión.

Que la festividad de San Ponciano y San Hipólito inspire a la Iglesia a buscar la unidad en la diversidad y a enfrentar los desafíos doctrinales con amor y respeto mutuo. Que su ejemplo de reconciliación nos recuerde la capacidad de la gracia para sanar divisiones y unir corazones en el servicio a Cristo.


13 de agosto: San Ponciano, papa, y San Hipólito, presbítero, mártires

PRIMERA LECTURA

Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 4, 12-19

Queridos hermanos, no os extrañéis de ese fuego abrasador que os pone a prueba, como si os sucediera algo extraordinario.

Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo.

Si os ultrajan por el nombre de Cristo, dichosos vosotros, porque el Espíritu de la gloria, el Espíritu de Dios, reposa sobre vosotros.

Que ninguno de vosotros tenga que sufrir por homicida, ladrón, malhechor o entrometido.

Pero, si sufre por ser cristiano, que no se avergüence, que dé gloria a Dios por este nombre.

Ha llegado el momento de que el juicio empiece por la casa de Dios; y, si nosotros somos los primeros, ¿cuál será el final de los que no han obedecido al Evangelio de Dios? Si el justo a duras penas se salva, ¿qué sucederá con el impío y pecador?

En consecuencia, los que padecen por designio de Dios practiquen el bien y pónganse en manos del Creador, que es fiel.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 123, 2-3. 4-5. 7b-8 (R.: 7a)

R. Hemos salvado la vida, como un pájaro
de la trampa del cazador.

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros. R.

Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes. R.

La trampa se rompió, y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R.

Aleluya y versículo antes del evangelio

A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos.
A ti te ensalza el blanco ejército de los mártires.

EVANGELIO

Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán

Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 18-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros.

Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.

Recordad lo que os dije: «No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra».

Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió».

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de agosto


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