San Gregorio VII

LECCIONARIO V. 25 de mayo. San Gregorio VII, papa

Lecturas San Gregorio VII, papa.

25 de mayo San Gregorio VII

El 25 de mayo, la Iglesia Católica conmemora en su leccionario a San Gregorio VII, papa, una figura destacada cuyo pontificado dejó una huella imborrable en la historia de la Iglesia en la Edad Media. Nacido como Hildebrando de Sovana en el año 1020, Gregorio VII se convirtió en el 157° papa de la Iglesia Católica en 1073, desempeñando un papel crucial en la reforma de la Iglesia y en la defensa de la autoridad papal.

Su papado estuvo marcado por la lucha por la supremacía papal sobre el poder temporal, especialmente en la conocida «Querella de las Investiduras». Gregorio VII buscó afirmar la independencia de la Iglesia frente a la interferencia de líderes seculares en la elección y nombramiento de obispos y clérigos. Esta lucha por la investidura y la autoridad espiritual llevó a enfrentamientos con figuras prominentes de la época, incluyendo el emperador Enrique IV.

A pesar de las tensiones, San Gregorio VII también se esforzó por implementar reformas internas en la Iglesia, promoviendo la vida monástica, la disciplina clerical y la moralidad. Su celo pastoral y su deseo de purificar la Iglesia de prácticas cuestionables y abusos le granjearon tanto admiradores como críticos.

San Gregorio VII falleció en Salerno el 25 de mayo de 1085, pero su legado perdura en la memoria de la Iglesia. Su valiente defensa de la autonomía eclesiástica y su dedicación a la reforma dejaron una impronta duradera en la historia del papado y en la relación entre la Iglesia y el poder secular.

En este día, al recordar a San Gregorio VII, la Iglesia invita a los fieles a reflexionar sobre la importancia de la fidelidad a los principios espirituales, la defensa de la verdad y la valentía en la búsqueda de la justicia, incluso en tiempos de desafíos y conflictos. Que la memoria de este intrépido papa inspire a todos los creyentes a comprometerse con la fe, la integridad y el servicio a Dios y a la Iglesia.


25 de mayo: San Gregorio VII, papa

PRIMERA LECTURA

Tened cuidado de vosotros
y del rebaño que el Espíritu Santo os ha encargado guardar,
como pastores de la Iglesia de Dios

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 20, 17-18a. 28-32. 36

En aquellos días, Pablo, desde Mileto, mandó llamar a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso. Cuando se presentaron, les dijo:

—«Tened cuidado de vosotros y del rebaño que el Espíritu Santo os ha encargado guardar, como pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre.

Ya sé que, cuando os deje, se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño. Incluso algunos de vosotros deformarán la doctrina y arrastrarán a los discípulos. Por eso, estad alerta: acordaos que durante tres años, de día y de noche, no he cesado de aconsejar con lágrimas en los ojos a cada uno en particular. Ahora os dejo en manos de Dios y de su palabra de gracia, que tiene poder para construiros y daros parte en la herencia de los santos».

Cuando terminó de hablar, se pusieron todos de rodillas, y Pablo rezó.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 109, 1. 2. 3. 4 (R.: 4bc)

R. Tú eres sacerdote eterno,
según el rito de Melquisedec.

O bien:

R. Aleluya.

Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies». R.

Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos. R.

«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré como rocío,
antes de la aurora». R.

El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno,
según el rito de Melquisedec». R.

Aleluya y versículo antes del evangelio Mc 1, 17

Venid conmigo
—dice el Señor—,
y os haré pescadores de hombres.

EVANGELIO

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia

Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 13-19

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

—«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».

Ellos contestaron:

—«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».

Él les preguntó:

—«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».

Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

—«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».

Jesús le respondió:

—«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.

Ahora te digo yo:

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.

Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo».

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de mayo


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