San Matías

LECCIONARIO V. 14 de mayo. San Matías, apóstol

Lecturas San Matías, apóstol.

14 de mayo San Matías

El 14 de mayo, la Iglesia conmemora a San Matías, un apóstol cuya historia nos invita a reflexionar sobre la fe, la vocación y la confianza en los designios de Dios. El Leccionario V, dedicado a su celebración, nos ofrece una oportunidad para descubrir la relevancia de esta figura a menudo poco conocida.

El 14 de mayo, la Iglesia Católica celebra la festividad de San Matías, apóstol. San Matías es una figura importante en el Nuevo Testamento, ya que fue elegido para reemplazar a Judas Iscariote y completar el número de los doce apóstoles después de la Ascensión de Jesús.

San Matías es venerado por su lealtad y dedicación a la enseñanza de Jesús. Aunque no se sabe mucho sobre su vida después de su elección como apóstol, la tradición sostiene que predicó el Evangelio en Judea, Etiopía y posiblemente en otras áreas del Cercano Oriente. Se cree que murió como mártir, aunque los detalles de su martirio varían en diferentes tradiciones.

La celebración de San Matías es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la fidelidad a la fe y la disposición para seguir la llamada de Dios, incluso cuando esto puede llevar a la persecución y al sacrificio. Nos invita a seguir el ejemplo de San Matías, que respondió con fe y dedicación a la llamada de Jesús. Su historia nos recuerda la importancia de mantenernos firmes en nuestra fe, sin importar los desafíos que enfrentemos.

La figura de San Matías nos enseña valiosas lecciones. Nos recuerda que Dios llama a cada persona con un propósito específico, incluso si ese camino parece incierto o inesperado. Su vida ejemplar nos anima a ser fieles a nuestra vocación, a confiar en la providencia divina y a vivir el amor y la entrega como pilares de nuestra existencia.


14 de mayo: San Matías, apóstol

PRIMERA LECTURA

Echaron suertes, le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 1, 15-17. 20-26

Uno de aquellos días, Pedro se puso en pie en medio de los hermanos y dijo (había reunidas unas ciento veinte personas):

—«Hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo, por boca de David, había predicho, en la Escritura, acerca de Judas, que hizo de guía a los que arrestaron a Jesús. Era uno de nuestro grupo y compartía el mismo ministerio.

En el libro de los Salmos está escrito: «Que su morada quede desierta, y que nadie habite en ella», y también: «Que su cargo lo ocupe otro».

Hace falta, por tanto, que uno se asocie a nosotros como testigo de la resurrección de Jesús, uno de los que nos acompañaron mientras convivió con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba, hasta el día de su ascensión».

Propusieron dos nombres: José, apellidado Barsabá, de sobrenombre Justo, y Matías. Y rezaron así:

—«Señor, tú penetras el corazón de todos; muéstranos a cuál de los dos has elegido para que, en este ministerio apostólico, ocupe el puesto que dejó Judas para marcharse al suyo propio».

Echaron suertes, le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 112, 1-2. 3-4. 5-6. 7-8 (R.: cf. 8)

R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.

O bien:

R. Aleluya.

Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre. R.

De la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos. R.

¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra? R.

Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo. R.

Aleluya Cf. Jn 15, 16

Yo os he elegido del mundo, para que vayáis y deis fruto,
y vuestro fruto dure
—dice el Señor—.

EVANGELIO

No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido

Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 9-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.

Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.

Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.

Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.

No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure.

De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé.

Esto os mando: que os améis unos a otros».

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de mayo


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