LECCIONARIO V. Sábado posterior al II domingo después de Pentecostés. El Inmaculado Corazón de la Virgen María
Lecturas El Inmaculado Corazón de la Virgen María.
El sábado después del segundo domingo después de Pentecostés, la Iglesia Católica celebra la festividad del Inmaculado Corazón de la Virgen María. Esta celebración tiene lugar en el contexto del tiempo ordinario, y es una oportunidad para reflexionar sobre la pureza y la devoción de María, la madre de Jesús.
El Inmaculado Corazón de María es un símbolo de su amor incondicional y su entrega total a la voluntad de Dios. María es venerada por su corazón puro, libre de pecado desde su concepción, y por su amor maternal hacia Jesús y todos los hijos de Dios.
El Leccionario, que es el libro litúrgico que contiene las lecturas de la Misa, dedica este día al Inmaculado Corazón de la Virgen María. Las lecturas de este día reflejan la vida y la devoción de María, y nos invitan a imitar su amor y su entrega a Dios.
El Inmaculado Corazón de María es un modelo de fe y amor para todos nosotros. Su vida nos recuerda la importancia de la entrega total a la voluntad de Dios y de amar a los demás con un corazón puro. Que su ejemplo nos inspire a vivir nuestra fe con la misma dedicación y amor.
Sábado posterior al II domingo después de Pentecostés: El Inmaculado Corazón de la Virgen María
El evangelio de esta memoria es propio. Del Común de santa María Virgen
PRIMERA LECTURA
Desbordo de gozo con el Señor
Lectura del libro de Isaías 61, 9-11
La estirpe de mi pueblo será célebre entre las naciones,
y sus vástagos, entre los pueblos.
Los que los vean reconocerán
que son la estirpe que bendijo el Señor.
Desbordo de gozo con el Señor,
y me alegro con mi Dios:
porque me ha vestido un traje de gala
y me ha envuelto en un manto de triunfo,
como novio que se pone la corona,
o novia que se adorna con sus joyas.
Como el suelo echa sus brotes,
como un jardín hace brotar sus semillas,
así el Señor hará brotar la justicia
y los himnos ante todos los pueblos.
Palabra de Dios.
Interleccional: 1 Samuel 2, 1. 4-5. 6-7. 8abcd (R.: 1a)
R. Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador.
Mi corazón se regocija por el Señor,
mi poder se exalta por Dios;
mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación. R.
Se rompen los arcos de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor;
los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos queda baldía. R.
El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece. R.
Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria. R.
Aleluya Cf. Lc 2, 19
Dichosa es la Virgen María,
que conservaba la palabra de Dios,
meditándola en su corazón.
EVANGELIO
Conservaba todo esto en su corazón
Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 41-51
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
—«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contestó:
—«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.
Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Palabra del Señor.
Lecturas del Leccionario V para el mes de junio
1 de junio: San Justino
2 de junio: San Marcelino y san Pedro
3 de junio: San Carlos Luanga y compañeros
5 de junio: San Bonifacio
6 de junio: San Norberto
9 de junio: San Efrén
11 de junio: San Bernabé
13 de junio: San Antonio de Padua
19 de junio: San Romualdo
21 de junio: San Luis Gonzaga
22 de junio: San Paulino de Nola
22 de junio: San Juan Fisher y santo Tomás Moro
24 de junio: La Natividad de san Juan Bautista
27 de junio: San Cirilo de Alejandría
28 de junio: San Ireneo
29 de junio: San Pedro y san Pablo
30 de junio: Santos Protomártires de la santa Iglesia Romana
Sábado posterior al 11 domingo después de Pentecostés: El Inmaculado Corazón de la Virgen María