La Dedicación de las basílicas de los apóstoles San Pedro y San Pablo

LECCIONARIO V. 18 de noviembre. La Dedicación de las basílicas de los apóstoles San Pedro y San Pablo

Lecturas La Dedicación de las basílicas de los apóstoles San Pedro y San Pablo.

18 de noviembre La Dedicación de las basílicas de los apóstoles San Pedro y San Pablo

El 18 de noviembre, la Iglesia Católica celebra la solemnidad de la Dedicación de las basílicas de los apóstoles San Pedro y San Pablo en Roma. Esta festividad conmemora la dedicación de dos de las iglesias más emblemáticas y sagradas de la cristiandad, que son símbolos de la fe y el testimonio apostólico.

La Basílica de San Pedro, ubicada en el Vaticano, es una de las iglesias más grandes y significativas del mundo. Es el lugar donde se encuentra la tumba de San Pedro, el primer Papa y uno de los apóstoles más cercanos a Jesús. La basílica es un testimonio de la continuidad de la Iglesia y de la importancia de la sucesión apostólica.

Por otro lado, la Basílica de San Pablo Extramuros, también en Roma, es otra de las grandes basílicas que honran a uno de los apóstoles principales. Esta basílica está construida en el lugar donde se cree que San Pablo fue martirizado y enterrado. Es un santuario de gran importancia histórica y espiritual para los cristianos de todo el mundo.

La Dedicación de estas basílicas es una ocasión para reflexionar sobre el papel central de los apóstoles en el desarrollo de la Iglesia y su testimonio de fe. San Pedro y San Pablo fueron figuras fundamentales en la propagación del Evangelio y en el establecimiento de las comunidades cristianas. Sus vidas y enseñanzas son una inspiración para todos los creyentes.

Estas basílicas también nos recuerdan la importancia de la unidad en la Iglesia. Aunque Pedro y Pablo tenían personalidades y enfoques diferentes, su amor por Cristo y su compromiso con el Evangelio los unieron en su misión. La dedicación de sus basílicas es un recordatorio de que somos llamados a vivir en comunión y a trabajar juntos para la propagación del Reino de Dios.

En la solemnidad de la Dedicación de las basílicas de San Pedro y San Pablo, podemos reflexionar sobre nuestra propia fe y compromiso con la Iglesia. Podemos inspirarnos en el testimonio de los apóstoles y esforzarnos por vivir vidas de fidelidad y servicio a Dios. También podemos renovar nuestro compromiso de trabajar en unidad y amor fraterno con nuestros hermanos y hermanas en la fe.

Que la celebración de la Dedicación de las basílicas de San Pedro y San Pablo fortalezca nuestra fe y nos impulse a seguir el ejemplo de los apóstoles en nuestra vida diaria. Que su intercesión nos guíe en nuestro camino de discipulado y nos acerque cada vez más a Cristo, quien es la piedra angular de nuestra fe. Amén.


18 de noviembre: La Dedicación de las basílicas de los apóstoles San Pedro y San Pablo

PRIMERA LECTURA

Llegamos a Roma

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 28, 11-16. 30-31

Al cabo de tres meses, zarpamos en un barco que había invernado en la isla de Malta. Era de Alejandría y llevaba por mascarón a Cástor y Pólux. Tocamos en Siracusa y nos detuvimos tres días; desde allí, costeando, arribamos a Regio. Al día siguiente, se levantó viento sur, y llegamos a Pozzuoli en dos días. Allí encontramos algunos hermanos que nos invitaron a pasar una semana con ellos. Después llegamos a Roma.

Los hermanos de Roma, que tenían noticia de nuestras peripecias, salieron a recibirnos al Foro Apio y Tres Tabernas. Al verlos, Pablo dio gracias a Dios y se sintió animado.

En Roma, le permitieron a Pablo vivir por su cuenta en una casa, con un soldado que lo vigilase.

Vivió allí dos años enteros a su propia costa, recibiendo a todos los que acudían, predicándoles el reino de Dios y enseñando lo que se refiere al Señor Jesucristo con toda libertad, sin estorbos.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 97, 1. 2-3ab. 3c-4. 5-6 (R.: 2b)

R. El Señor revela a las naciones su justicia.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad: R.

Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R.

Aleluya

A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos.
A ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles.

EVANGELIO

Mándame ir hacia ti andando sobre el agua

Lectura del santo evangelio según san Mateo 14, 22-33

Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.

Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo.

Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.

Jesús les dijo en seguida:

—« ¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!».

Pedro le contestó:

—«Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua».

Él le dijo:

—«Ven».

Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:

—«Señor, sálvame».

En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:

—«¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?».

En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.

Los de la barca se postraron ante él, diciendo:

—«Realmente eres Hijo de Dios».

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de noviembre


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