San Martín de Porres

LECCIONARIO V. 3 de noviembre. San Martín de Porres, religioso

Lecturas San Martín de Porres, religioso.

3 de noviembre San Martín de Porres

El 3 de noviembre, la Iglesia Católica celebra la memoria de San Martín de Porres, un religioso peruano y santo de la Iglesia. San Martín es ampliamente venerado como un modelo de humildad, caridad y servicio a los más necesitados. Su vida y ejemplo nos inspiran a imitar su amor desinteresado y su dedicación a los demás.

Nacido en Lima, Perú, en 1579, San Martín de Porres fue hijo de un noble español y una mujer libre de ascendencia africana. Desde una edad temprana, mostró una profunda devoción religiosa y un deseo ardiente de servir a Dios. A pesar de su origen humilde y las dificultades que enfrentó debido a su ascendencia mixta, San Martín perseveró en su vocación religiosa y se convirtió en un hermano lego de la Orden de los Dominicos.

San Martín de Porres dedicó su vida a servir a los más necesitados y marginalizados. A través de su trabajo en el convento de Santo Domingo en Lima, se convirtió en un símbolo de compasión y caridad. Atendía a los enfermos, cuidaba de los pobres y mendigos, y mostraba amor y respeto hacia todas las personas, sin importar su posición social o raza.

Además de su labor de caridad, San Martín también era conocido por su profunda vida de oración y su unión con Dios. Pasaba largas horas en adoración y contemplación, buscando la voluntad divina en todas sus acciones. Su vida de humildad y servicio reflejaba su profunda relación con Dios y su amor por Cristo.

San Martín de Porres es venerado no solo en Perú, sino en todo el mundo como un ejemplo de santidad y virtud. Su vida nos enseña la importancia de tratar a todos con amor y respeto, y de servir a los más necesitados con generosidad y compasión. Él nos recuerda que todos estamos llamados a vivir una vida de servicio y que incluso las acciones más pequeñas pueden tener un impacto significativo en la vida de los demás.

En la memoria de San Martín de Porres, podemos reflexionar sobre nuestra propia llamada a vivir una vida de caridad y servicio. Podemos imitar su ejemplo al mostrar amor y compasión hacia los demás, especialmente hacia aquellos que están marginados o sufren. Podemos buscar la voluntad de Dios en nuestra vida diaria y orar por la gracia de vivir en conformidad con su plan divino.

San Martín de Porres, religioso ejemplar, ruega por nosotros y ayúdanos a seguir tu ejemplo de humildad, caridad y servicio. Inspíranos a amar a Dios y a nuestros hermanos con generosidad y a buscar la santidad en todas nuestras acciones. Que tu vida de entrega y servicio sea un modelo para nosotros y nos guíe en nuestro camino hacia la plenitud de la vida eterna. Amén.


3 de noviembre: San Martín de Porres, religioso

PRIMERA LECTURA

Todo lo que es virtud o mérito, tenedlo en cuenta

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 4-9

Hermanos:

Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca.

Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que es virtud o mérito, tenedlo en cuenta. Y lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis, visteis en mí, ponedlo por obra.

Y el Dios de la paz estará con vosotros.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 130, 1. 2. 3

R. Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.

Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad. R.

Sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre. R.

Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre. R.

Aleluya y versículo antes del evangelio Jn 13, 34

Os doy un mandamiento nuevo
—dice el Señor—:
que os améis unos a otros,
como yo os he amado.

EVANGELIO

Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo

Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 34-40

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:

—«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?».

Él le dijo:

—«»Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser». Este mandamiento es el principal y primero.

El segundo es semejante a él: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».

Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas».

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de noviembre


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