La Exaltación de la Santa Cruz

LECCIONARIO V. 14 de septiembre. La Exaltación de la Santa Cruz

Lecturas La Exaltación de la Santa Cruz.

14 de septiembre La Exaltación de la Santa Cruz

El 14 de septiembre, el Leccionario de la Iglesia Católica nos invita a celebrar la solemnidad de la Exaltación de la Santa Cruz. Esta festividad litúrgica conmemora el acto de exaltar la cruz en la que Jesucristo fue crucificado, reconociendo su significado redentor y salvífico para la humanidad.

La Exaltación de la Santa Cruz recuerda el evento histórico en el que Santa Elena, madre del emperador Constantino, descubrió la Vera Cruz en Jerusalén en el siglo IV. La Cruz fue luego elevada para ser venerada por los fieles. Este gesto no solo marcó el descubrimiento de un objeto sagrado, sino que también simbolizó la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte.

La cruz, símbolo central de la fe cristiana, representa el sacrificio supremo de Jesucristo por la redención de la humanidad. En ella, vemos la manifestación del amor incondicional de Dios y la fuente de nuestra esperanza y salvación.

La solemnidad de la Exaltación de la Santa Cruz nos invita a reflexionar sobre el significado profundo de la cruz en nuestra fe. Aunque la cruz fue un instrumento de sufrimiento y muerte, se convierte en el medio por el cual se nos ofrece la vida eterna. La cruz, antes un símbolo de vergüenza, se transforma en un emblema de gloria y redención.

En este día, los fieles son llamados a elevar sus propias cruces, las cargas y desafíos de la vida, uniéndolas a la cruz de Cristo. Reconocemos que a través del sufrimiento y la entrega generosa, encontramos el camino hacia la verdadera vida en comunión con Dios.

Que la solemnidad de la Exaltación de la Santa Cruz inspire a los creyentes a abrazar sus propias cruces con fe y esperanza, confiando en que, al unirlas a la cruz redentora de Cristo, encuentran sentido y propósito en medio de las dificultades.

Que la cruz, signo de amor divino y victoria sobre el pecado, sea para nosotros fuente de fortaleza, consuelo y renovación espiritual. En este día, elevamos nuestras oraciones de agradecimiento por el sacrificio de Cristo en la cruz y pedimos la gracia de vivir de acuerdo con los valores del Evangelio, llevando nuestras cruces con valentía y confianza en la promesa de la resurrección.


14 de septiembre: La Exaltación de la Santa Cruz

PRIMERA LECTURA

Miraban a la serpiente de bronce y quedaban curados

Lectura del libro de los Números 21, 4b-9

En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés:

—«¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo».

El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas.

Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo:

—«Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes».

Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió:

—«Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla».

Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Salmo 77, 1-2. 34-35. 36-37. 38 (R.: cf. 7b)

R. No olvidéis las acciones del Señor.

Escucha, pueblo mío, mi enseñanza,
inclina el oído a las palabras de mi boca:
que voy a abrir mi boca a las sentencias,
para que broten los enigmas del pasado. R.

Cuando los hacía morir, lo buscaban,
y madrugaban para volverse hacia Dios;
se acordaban de que Dios era su roca,
el Dios Altísimo su redentor. R.

Lo adulaban con sus bocas,
pero sus lenguas mentían:
su corazón no era sincero con él,
ni eran fieles a su alianza. R.

Él, en cambio, sentía lástima,
perdonaba la culpa y no los destruía:
una y otra vez reprimió su cólera,
y no despertaba todo su furor. R.

SEGUNDA LECTURA

Se rebajó, por eso Dios lo levantó sobre todo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2, 6-11

Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios;

al contrario, se despojó de su rango
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.

Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte,
y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo,

y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor,
para gloria de Dios Padre.

Palabra de Dios.

Aleluya

Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos,
porque con tu cruz has redimido el mundo.

EVANGELIO

Tiene que ser elevado el Hijo del hombre

Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 13-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:

—«Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.

Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.

Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna.

Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él».

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de septiembre


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