San Roberto Belarmino

LECCIONARIO V. 17 de septiembre. San Roberto Belarmino, obispo y doctor de la Iglesia

Lecturas San Roberto Belarmino, obispo y doctor de la Iglesia.

17 de septiembre San Roberto Belarmino

El 17 de septiembre, el Leccionario de la Iglesia Católica nos invita a conmemorar la memoria de San Roberto Belarmino, obispo y doctor de la Iglesia. Esta festividad nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre la vida y las contribuciones significativas de este erudito jesuita, defensor de la fe y teólogo destacado.

Nacido en Italia en 1542, San Roberto Belarmino se unió a la Compañía de Jesús y dedicó su vida al estudio y la enseñanza de la teología. Su agudo intelecto y profunda espiritualidad lo llevaron a convertirse en uno de los principales teólogos de la Contrarreforma, un período crucial en la historia de la Iglesia marcado por la respuesta católica a los desafíos planteados por la Reforma protestante.

San Roberto Belarmino desempeñó un papel fundamental en la defensa y clarificación de la doctrina católica en un momento en que la Iglesia buscaba consolidar su enseñanza y abordar las cuestiones teológicas que surgieron durante la Reforma. Fue consultor teológico del Concilio de Trento y trabajó arduamente para combatir la herejía y fortalecer la fe católica.

Además de sus contribuciones teológicas, San Roberto Belarmino también fue un pastor dedicado como obispo y cardenal. Su humildad y servicio pastoral lo destacaron como un líder comprometido con el cuidado espiritual de los fieles.

La festividad de San Roberto Belarmino nos invita a apreciar la riqueza de la tradición teológica de la Iglesia y a reconocer la importancia de la enseñanza fiel en la preservación de la fe católica. Su vida nos inspira a buscar la verdad, la sabiduría y la humildad en nuestra propia búsqueda espiritual.

Que la memoria de San Roberto Belarmino impulse a la Iglesia y a los creyentes a comprometerse con la enseñanza y la defensa de la fe católica. Que su intercesión fortalezca a los teólogos y educadores católicos, inspirándolos a transmitir la riqueza de la doctrina católica con claridad y amor.

En este día, elevamos nuestras oraciones agradeciendo a Dios por el regalo de San Roberto Belarmino a la Iglesia y pedimos la gracia de seguir su ejemplo de servicio, dedicación y fidelidad a la verdad revelada en Jesucristo.


17 de septiembre: San Roberto Belarmino, obispo y doctor de la Iglesia

PRIMERA LECTURA

Quise más la sabiduría que la salud y la belleza

Lectura del libro de la Sabiduría 7, 7-10. 15-16

Supliqué, y se me concedió la prudencia;
invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría.

La preferí a cetros y tronos,
y, en su comparación, tuve en nada la riqueza.

No le equiparé la piedra más preciosa,
porque todo el oro, a su lado, es un poco de arena,
y, junto a ella, la plata vale lo que el barro.

La quise más que la salud y la belleza,
y me propuse tenerla por luz,
porque su resplandor no tiene ocaso.

Que me conceda Dios saber expresarme y pensar
como corresponde a ese don,

pues él es el mentor de la sabiduría
y quien marca el camino a los sabios.

Porque en sus manos estamos nosotros y nuestras palabras,
y toda la prudencia y el talento.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial Salmo 18, 8. 9. 10. 11 (R.: 10b)

RLos mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R.

Los mandamientos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R.

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R.

Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila. R.

Aleluya y versículo antes del evangelio Jn 6, 63b. 68b

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida;
tú tienes palabras de vida eterna.


EVANGELIO

Jesús enseñaba con autoridad

Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 21-29

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«No todo el que me dice «Señor, Señor» entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo.

Aquel día, muchos dirán:

«Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?».

Yo entonces les declararé:

«Nunca os he conocido. Alejaos de mí, malvados».

El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.

El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente».

Al terminar Jesús este discurso, la gente estaba admirada de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad, y no como los escribas.

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de septiembre


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