Semana 7 de Tiempo Ordinario en el Año Impar, según el Leccionario IV, es un período litúrgico en el que la Iglesia Católica se sumerge en una profunda reflexión a través de la Palabra de Dios, siguiendo un ciclo de lecturas específicamente diseñado para estos años. Durante este tiempo, los días feriales se enriquecen con lecturas continuas que abarcan una variedad de libros bíblicos, proporcionando a los fieles una oportunidad única de profundizar en su comprensión de las Escrituras y de la enseñanza católica.
En el Año Impar, el Leccionario IV ofrece una selección de textos del Antiguo Testamento, Salmos, Epístolas y Evangelios que se han elegido cuidadosamente para iluminar diferentes aspectos de la fe y la vida cristiana. Estas lecturas están diseñadas no solo para educar sino también para inspirar y guiar a los fieles en su caminar diario con Dios. Por ejemplo, los Evangelios de Marcos y Mateo son a menudo destacados, proporcionando reflexiones sobre la vida y enseñanzas de Jesucristo que son centrales para la fe católica.
7ª Semana de Tiempo Ordinario. Años impares
Lunes
PRIMERA LECTURA
Antes que todo fue creada la sabiduría
Comienzo del libro del libro de Sirácida 1, 1-10
Toda sabiduría viene del Señor
y está con él eternamente.
La arena de las playas, las gotas de la lluvia,
los días de los siglos, ¿quién los contará?
La altura del cielo, la anchura de la tierra,
la hondura del abismo, ¿quién los rastreará?
Antes que todo fue creada la sabiduría;
la inteligencia y la prudencia, antes de los siglos.
La raíz de la sabiduría, ¿a quién se reveló?;
la destreza de sus obras, ¿quién la conoció?
Uno solo es sabio, temible en extremo;
está sentado en su trono.
El Señor en persona la creó,
la conoció y la midió,
la derramó sobre todas sus obras;
la repartió entre los vivientes,
según su generosidad
se la regaló a los que lo temen.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 92, 1ab. 1c-2. 5 (R.: 1a)
R. El Señor reina, vestido de majestad.
El Señor reina, vestido de majestad,
el Señor vestido y ceñido de poder. R.
Así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno. R.
Tus mandatos son fieles y seguros;
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término. R.
Aleluya Cf. 2Tm 1, 10
Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte
y sacó a la luz la vida, por medio del Evangelio.
EVANGELIO
Tengo fe, pero dudo; ayúdame
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 14-29
En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar a donde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos.
Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. Él les preguntó:
—«¿De qué discutís?».
Uno le contestó:
—«Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces».
Él les contestó:
—«¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo».
Se lo llevaron.
El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos.
Jesús preguntó al padre:
—«¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?».
Contestó él:
—«Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos».
Jesús replicó:
—«¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe».
Entonces el padre del muchacho gritó:
—«Tengo fe, pero dudo; ayúdame».
Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo:
—«Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él».
Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió.
El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto.
Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie.
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas:
—«¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?».
Él les respondió:
—«Esta especie sólo puede salir con oración».
Palabra del Señor.
Martes
PRIMERA LECTURA
Prepárate para las pruebas
Lectura del libro de Sirácida 2, 1-13
Hijo mío, cuando te acerques al temor de Dios,
prepárate para las pruebas;
mantén el corazón firme, sé valiente,
no te asustes en el momento de la prueba;
pégate a él, no lo abandones,
y al final serás enaltecido.
Acepta cuanto te suceda,
aguanta enfermedad y pobreza,
porque el oro se acrisola en el fuego,
y el hombre que Dios ama, en el horno de la pobreza.
Confía en Dios, que él te ayudará;
espera en él, y te allanará el camino.
Los que teméis al Señor, esperad en su misericordia,
y no os apartéis, para no caer;
los que teméis al Señor, confiad en él,
que no retendrá vuestro salario hasta mañana;
los que teméis al Señor, esperad bienes,
gozo perpetuo y salvación;
los que teméis al Señor, amadlo,
y él iluminará vuestros corazones.
Fijaos en las generaciones pretéritas:
¿quién confió en el Señor y quedó defraudado?;
¿quién esperó en él y quedó abandonado?;
¿quién gritó a él y no fue escuchado?
Porque el Señor es clemente y misericordioso,
perdona el pecado y salva del peligro.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 36, 3-4. 18-19. 27-28. 39-40 (R.: cf. 5)
R. Encomienda tu camino al Señor, y él actuará.
Confía en el Señor y haz el bien,
habita tu tierra y practica la lealtad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón. R.
El Señor vela por los días de los buenos,
y su herencia durará siempre;
no se agostarán en tiempo de sequía,
en tiempo de hambre se saciarán. R.
Apártate del mal y haz el bien,
y siempre tendrás una casa;
porque el Señor ama la justicia
y no abandona a sus fieles.
Los inicuos son exterminados,
la estirpe de los malvados se extinguirá. R.
El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados y los salva
porque se acogen a él. R.
Aleluya Ga 6, 14
Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz del Señor,
en la cual el mundo está crucificado para mí,
y yo para el mundo.
EVANGELIO
El Hijo del hombre va a ser entregado.
Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 30-37
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía:
—«El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará».
Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó:
—«¿De qué discutíais por el camino?».
Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:
—«Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».
Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
—«El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado».
Palabra del Señor.
Miércoles
PRIMERA LECTURA
Dios ama a los que aman la sabiduría
Lectura del libro de Sirácida 4, 12-22
La sabiduría instruye a sus hijos,
estimula a los que la comprenden.
Los que la aman, aman la vida,
los que la buscan alcanzan el favor del Señor;
los que la retienen consiguen gloria del Señor,
el Señor bendecirá su morada;
los que la sirven, sirven al Santo,
Dios ama a los que la aman.
Quien me escucha juzgará rectamente,
quien me hace caso habitará en mis atrios;
disimulada caminaré con él,
comenzaré probándolo con tentaciones;
cuando su corazón se entregue a mí,
volveré a él para guiarlo
y revelarle mis secretos;
pero, si se desvía, lo rechazaré
y lo encerraré en la prisión;
si se aparta de mí, lo arrojaré y
lo entregaré a la ruina.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 118, 165. 168. 171. 172. 174. 175 (R.: 165a)
R. Mucha paz tienen los que aman tus leyes, Señor.
Mucha paz tienen los que aman tus leyes,
y nada los hace tropezar. R.
Guardo tus decretos,
y tú tienes presentes mis caminos. R.
De mis labios brota la alabanza,
porque me enseñaste tus leyes. R.
Mi lengua canta tu fidelidad,
porque todos tus preceptos son justos. R.
Ansío tu salvación, Señor;
tu voluntad es mi delicia. R.
Que mi alma viva para alabarte,
que tus mandamientos me auxilien. R.
Aleluya Jn 14, 6
Yo soy el camino, y la verdad, y la vida
—dice el Señor—;
nadie va al Padre, sino por mí.
EVANGELIO
El que no está contra nosotros está a favor nuestro
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 38-40
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús:
—«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros».
Jesús respondió:
—«No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro».
Palabra del Señor.
Jueves
PRIMERA LECTURA
No tardes en volverte al Señor
Lectura del libro de Sirácida 5, 1-10
No confíes en tus riquezas
ni digas: «Soy poderoso»;
no confíes en tus fuerzas
para seguir tus caprichos;
no sigas tus antojos y codicias
ni camines según tus pasiones.
No digas: «¿Quién me podrá?»,
porque el Señor te exigirá cuentas;
no digas: «He pecado, y nada malo me ha sucedido»,
porque él es un Dios paciente;
no digas: «El Señor es compasivo
y borrará todas mis culpas».
No te fíes de su perdón
para añadir culpas a culpas,
pensando: «Es grande su compasión,
y perdonará mis muchas culpas»;
porque tiene compasión y cólera,
y su ira recae sobre los malvados.
No tardes en volverte a él
ni des largas de un día para otro;
porque su furor brota de repente,
y el día de la venganza perecerás.
No confíes en riquezas injustas,
que no te servirán el día de la ira.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R.: Sal 39, 5a)
R. Dichoso el hombre que ha puesto
su confianza en el Señor.
Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R.
Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R.
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R.
Aleluya Cf. 1Ts 2, 13
Acoged la palabra de Dios,
no como palabra de hombre,
sino, cual es en verdad, como palabra de Dios.
EVANGELIO
Más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 41-50
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«El que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga.
Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno.
Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Todos serán salados a fuego. Buena es la sal; pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la sazonaréis? Que no falte entre vosotros la sal, y vivid en paz unos con otros».
Palabra del Señor
Viernes
PRIMERA LECTURA
Un amigo fiel no tiene precio
Lectura del libro de Sirácida 6, 5-17
Una voz suave aumenta los amigos,
unos labios amables aumentan los saludos.
Sean muchos los que te saludan,
pero confidente, uno entre mil;
si adquieres un amigo, hazlo con tiento,
no te fíes en seguida de él;
porque hay amigos de un momento
que no duran en tiempo de peligro;
hay amigos que se vuelven enemigos
y te afrentan descubriendo tus riñas;
hay amigos que acompañan en la mesa
y no aparecen a la hora de la desgracia;
cuando te va bien, están contigo,
cuando te va mal, huyen de ti;
si te alcanza la desgracia, cambian de actitud
y se esconden de tu vista.
Apártate de tu enemigo
y sé cauto con tu amigo.
Al amigo fiel tenlo por amigo,
el que lo encuentra, encuentra un tesoro;
un amigo fiel no tiene precio
ni se puede pagar su valor;
un amigo fiel es un talismán,
el que teme a Dios lo alcanza;
su camarada será como él,
y sus acciones como su fama.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 118, 12. 16. 18. 27. 34. 35 (R.: 35a)
R. Guíame, Señor, por la senda de tus mandatos.
Bendito eres, Señor,
enséñame tus leyes. R.
Tu voluntad es mi delicia,
no olvidaré tus palabras. R.
Ábreme los ojos, y contemplaré
las maravillas de tu voluntad. R.
Instrúyeme en el camino de tus decretos,
y meditaré tus maravillas. R.
Enséñame a cumplir tu voluntad
y a guardarla de todo corazón. R.
Guíame por la senda de tus mandatos,
porque ella es mi gozo. R.
Aleluya Cf. Jn 17, 17b.a
Tu palabra, Señor, es verdad;
conságranos en la verdad.
EVANGELIO
Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre
Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 1-12
En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba.
Se acercaron unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba:
—«¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?».
Él les replicó:
—«¿Qué os ha mandado Moisés?».
Contestaron:
—«Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio».
Jesús les dijo:
—«Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios «los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne». De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo.
Él les dijo:
—«Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio».
Palabra del Señor.
Sábado
PRIMERA LECTURA
Dios hizo el hombre a su imagen
Lectura del libro de Sirácida 17, 1-13
El Señor formó al hombre de tierra
y le hizo volver de nuevo a ella;
le concedió un plazo de días contados
y le dio dominio sobre la tierra;
lo revistió de un poder como el suyo
y lo hizo a su propia imagen;
impuso su temor a todo viviente,
para que dominara a bestias y aves.
Les formó boca y lengua y ojos
y oídos y mente para entender;
los colmó de inteligencia y sabiduría
y les enseñó el bien y el mal;
les mostró sus maravillas,
para que se fijaran en ellas,
para que alaben el santo nombre
y cuenten sus grandes hazañas.
Les concedió inteligencia
y en herencia una ley que da vida;
hizo con ellos alianza eterna,
enseñándoles sus mandamientos.
Sus ojos vieron la grandeza de su gloria,
y sus oídos oyeron la majestad de su voz.
Les ordenó abstenerse de toda idolatría
y les dio preceptos acerca del prójimo.
Sus caminos están siempre en su presencia,
no se ocultan a sus ojos.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 102, 13-14. 15-16. 17-18a (R.: cf. 17)
R. La misericordia del Señor dura siempre,
para los que cumplen sus mandatos.
Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles;
porque él conoce nuestra masa,
se acuerda de que somos de barro. R.
Los días del hombre duran lo que la hierba,
florecen como flor del campo,
que el viento la roza, y ya no existe,
su terreno no volverá a verla. R.
Pero la misericordia del Señor dura siempre,
su justicia pasa de hijos a nietos:
para los que guardan la alianza. R.
Aleluya Mt 11, 25
Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra,
porque has revelado los secretos del reino a la gente sencilla.
EVANGELIO
El que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él
Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 13-16
En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:
—«Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él».
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
Palabra del Señor.
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