Semana 32 de Tiempo Ordinario. Año Impar

Semana 32 Tiempo Ordinario Año Impar

Semana 32 de Tiempo Ordinario en el Año Impar, según el Leccionario IV, es un período litúrgico en el que la Iglesia Católica se sumerge en una profunda reflexión a través de la Palabra de Dios, siguiendo un ciclo de lecturas específicamente diseñado para estos años. Durante este tiempo, los días feriales se enriquecen con lecturas continuas que abarcan una variedad de libros bíblicos, proporcionando a los fieles una oportunidad única de profundizar en su comprensión de las Escrituras y de la enseñanza católica.

En el Año Impar, el Leccionario IV ofrece una selección de textos del Antiguo Testamento, Salmos, Epístolas y Evangelios que se han elegido cuidadosamente para iluminar diferentes aspectos de la fe y la vida cristiana. Estas lecturas están diseñadas no solo para educar sino también para inspirar y guiar a los fieles en su caminar diario con Dios. Por ejemplo, los Evangelios de Marcos y Mateo son a menudo destacados, proporcionando reflexiones sobre la vida y enseñanzas de Jesucristo que son centrales para la fe católica.

32ª Semana de Tiempo Ordinario. Años impares

Lunes

PRIMERA LECTURA

La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres;
el espíritu del Señor llena la tierra

Comienzo del libro de la Sabiduría 1, 1-7

Amad la justicia, los que regís la tierra,
pensad correctamente del Señor y
buscadlo con corazón entero.

Lo encuentran los que no exigen pruebas,
y se revela a los que no desconfían.

Los razonamientos retorcidos alejan de Dios,
y su poder, sometido a prueba,
pone en evidencia a los necios.

La sabiduría no entra en alma de mala ley
ni habita en cuerpo deudor del pecado.

El espíritu educador y santo rehúye la estratagema,
levanta el campo ante los razonamientos sin sentido
y se rinde ante el asalto de la injusticia.

La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres
que no deja impune al deslenguado;

Dios penetra sus entrañas,
vigila puntualmente su corazón
y escucha lo que dice su lengua.

Porque el espíritu del Señor llena la tierra
y, como da consistencia al universo,
no ignora ningún sonido.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 138, 1-3a. 3b-6. 7-8. 9-10 (R.: 24b)

R. Guíame, Señor, por el camino eterno.

Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso. R.

Todas mis sendas te son familiares.
No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco. R.

¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro. R.

Si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha. R.

Aleluya Flp 2, 15d. 16a

Brilláis como lumbreras del mundo,
mostrando una razón para vivir.

EVANGELIO

Si siete veces en un día vuelve a decirte: «Lo siento», lo perdonarás

Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 1-6

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:

—«Es inevitable que sucedan escándalos; pero ¡ay del que los provoca!

Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar.

Tened cuidado.

Si tu hermano te ofende, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día y siete veces vuelve a decirte: «Lo siento», lo perdonarás».

Los apóstoles le pidieron al Señor:

—«Auméntanos la fe».

El Señor contestó:

—«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera:

«Arráncate de raíz y plántate en el mar».

Y os obedecería».

Palabra del Señor.

Martes

PRIMERA LECTURA

La gente insensata pensaba que morían, pero ellos están en paz

Lectura del libro de la Sabiduría 2, 23—3, 9

Dios creó al hombre para la inmortalidad
y lo hizo a imagen de su propio ser;

pero la muerte entró en el mundo
por la envidia del diablo,
y los de su partido pasarán por ella.

En cambio, la vida de los justos está en manos de Dios,
y no los tocará el tormento.

La gente insensata pensaba que morían,
consideraba su tránsito como una desgracia,
y su partida de entre nosotros como una destrucción;
pero ellos están en paz.

La gente pensaba que cumplían una pena,
pero ellos esperaban de lleno la inmortalidad;

sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes favores,
porque Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí;

los probó como oro en crisol,
los recibió como sacrificio de holocausto;

a la hora de la cuenta resplandecerán
como chispas que prenden por un cañaveral;

gobernarán naciones, someterán pueblos,
y el Señor reinará sobre ellos eternamente.

Los que confían en él comprenderán la verdad,
los fieles a su amor seguirán a su lado;

porque quiere a sus devotos, se apiada de ellos
y mira por sus elegidos.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 33, 2-3. 16-17. 18-19 (R.: 2a)

R. Bendigo al Señor en todo momento.

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.

Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos escuchan sus gritos;
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria. R.

Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos. R.

Aleluya Jn 14, 23

El que me ama guardará mi palabra
—dice el Señor—,
y mi Padre lo amará, y vendremos a él.

EVANGELIO

Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer

Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 7-10

En aquel tiempo, dijo el Señor:

—«Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice:

«En seguida, ven y ponte a la mesa?».

¿No le diréis:

«Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú»? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid:

«Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer»».

Palabra del Señor.

Miércoles

PRIMERA LECTURA

Escuchad, reyes, a ver si aprendéis a ser sabios

Lectura del libro de la Sabiduría 6, 1-11

Escuchad, reyes, y entended;
aprendedlo, gobernantes del orbe hasta sus confines;

prestad atención, los que domináis los pueblos
y alardeáis de multitud de súbditos;

el poder os viene del Señor,
y el mando, del Altísimo:

él indagará vuestras obras
y explorará vuestras intenciones;

siendo ministros de su reino,
no gobernasteis rectamente,
ni guardasteis la ley,
ni procedisteis según la voluntad de Dios.

Repentino y estremecedor vendrá sobre vosotros,
porque a los encumbrados se les juzga implacablemente.

A los más humildes se les compadece y perdona,
pero los fuertes sufrirán una fuerte pena;

el Dueño de todos no se arredra,
no le impone la grandeza:

él creó al pobre y al rico
y se preocupa por igual de todos,

pero a los poderosos les aguarda un control riguroso.

Os lo digo a vosotros, soberanos,
a ver si aprendéis a ser sabios y no pecáis;

los que observan santamente su santa voluntad
serán declarados santos;

los que se la aprendan
encontrarán quien los defienda.

Ansiad, pues, mis palabras;
anheladlas, y recibiréis instrucción.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 81, 3-4. 6-7 (R.: 8a)

R. Levántate, oh Dios, y juzga la tierra.

«Proteged al desvalido y al huérfano,
haced justicia al humilde y al necesitado,
defended al pobre y al indigente,
sacándolos de las manos del culpable». R.

Yo declaro: «Aunque seáis dioses,
e hijos del Altísimo todos,
moriréis como cualquier hombre,
caeréis, príncipes, como uno de tantos». R.

Aleluya 1Ts 5, 18

Dad gracias en toda ocasión:
ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús
respecto de vosotros.

EVANGELIO

¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?

Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 11-19

Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:

—«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».

Al verlos, les dijo:

—«Id a presentaros a los sacerdotes».

Y, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias.

Éste era un samaritano.

Jesús tomó la palabra y dijo:

—«¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?».

Y le dijo:

—«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».

Palabra del Señor.

Jueves

PRIMERA LECTURA

La sabiduría es reflejo de la luz eterna, espejo nítido de la actividad de Dios

Lectura del libro de la Sabiduría 7, 22—8, 1

La sabiduría es un espíritu inteligente, santo,
único, múltiple, sutil,

móvil, penetrante, inmaculado,
lúcido, invulnerable, bondadoso, agudo,

incoercible, benéfico, amigo del hombre,
firme, seguro, sereno,

todopoderoso, todovigilante,

que penetra todos los espíritus inteligentes,
puros, sutilísimos.

La sabiduría es más móvil que cualquier movimiento,
y, en virtud de su pureza,
lo atraviesa y lo penetra todo;

porque es efluvio del poder divino,
emanación purísima de la gloria del Omnipotente;

por eso, nada inmundo se le pega.

Es reflejo de la luz eterna,
espejo nítido de la actividad de Dios
e imagen de su bondad.

Siendo una sola, todo lo puede;
sin cambiar en nada, renueva el universo,

y, entrando en las almas buenas de cada generación,
va haciendo amigos de Dios y profetas;

pues Dios ama sólo
a quien convive con la sabiduría.

Es más bella que el sol
y que todas las constelaciones;

comparada a la luz del día, sale ganando,
pues a éste le releva la noche,
mientras que a la sabiduría no le puede el mal.

Alcanza con vigor de extremo a extremo
y gobierna el universo con acierto.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 118, 89. 90. 91. 130. 135. 175 (R.: 89a)

R. Tu palabra, Señor, es eterna.

Tu palabra, Señor, es eterna,
más estable que el cielo. R.

Tu fidelidad de generación en generación,
igual que fundaste la tierra y permanece. R.

Por tu mandamiento subsisten hasta hoy,
porque todo está a tu servicio. R.

La explicación de tus palabras ilumina,
da inteligencia a los ignorantes. R.

Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
enséñame tus leyes. R.

Que mi alma viva para alabarte,
que tus mandamientos me auxilien. R.

Aleluya Jn 15, 5

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos
—dice el Señor—;
el que permanece en mí y yo en él,
ése da fruto abundante.

EVANGELIO

El reino de Dios está dentro de vosotros

Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 20-25

En aquel tiempo, a unos fariseos que le preguntaban cuándo iba a llegar el reino de Dios Jesús les contestó:

—«El reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros».

Dijo a sus discípulos:

—«Llegará un tiempo en que desearéis vivir un día con el Hijo del hombre, y no podréis.

Si os dicen que está aquí o está allí, no os vayáis detrás.

Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo del hombre en su día.

Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación».

Palabra del Señor.

Viernes

PRIMERA LECTURA

Si lograron averiguar el principio del cosmos, ¿cómo no encontraron a su Dueño?

Lectura del libro de la Sabiduría 13, 1-9

Eran naturalmente vanos
todos los hombres que ignoraban a Dios

y fueron incapaces de conocer al que es,
partiendo de las cosas buenas que están a la vista,

y no reconocieron al Artífice, fijándose en sus obras,
sino que tuvieron por dioses

al fuego, al viento, al aire leve,
a las órbitas astrales, al agua impetuosa,

a las lumbreras celestes, regidoras del mundo.

Si, fascinados por su hermosura, los creyeron dioses,
sepan cuánto los aventaja su Dueño,
pues los creó el autor de la belleza;

y si los asombró su poder y actividad,
calculen cuánto más poderoso es quien los hizo;

pues, por la magnitud y belleza de las criaturas,
se descubre por analogía el que les dio el ser.

Con todo, a éstos poco se les puede echar en cara,
pues tal vez andan extraviados,
buscando a Dios y queriéndolo encontrar;

en efecto, dan vueltas a sus obras, las exploran,
y su apariencia los subyuga, porque es bello lo que ven.

Pero ni siquiera éstos son perdonables,
porque, si lograron saber tanto

que fueron capaces de averiguar el principio del cosmos,
¿cómo no encontraron antes a su Dueño?

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 18, 2-3. 4-5 (R.: 2a)

R. El cielo proclama la gloria de Dios.

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R.

Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.

Aleluya Lc 21, 28

Levantaos, alzad la cabeza:
se acerca vuestra liberación.

EVANGELIO

El día que se manifieste el Hijo del hombre

Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 26-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos.

Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos.

Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del hombre.

Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva.

Acordaos de la mujer de Lot.

El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda la recobrará.

Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejaran».

Ellos le preguntaron:

—«¿Dónde, Señor?».

Él contestó:

—«Donde se reúnen los buitres,— allí está el cuerpo».

Palabra del Señor.

Sábado

PRIMERA LECTURA

Se vio el mar Rojo convertido en camino practicable, y triscaban como corderos

Lectura del libro de la Sabiduría 18, 14-16; 19, 6-9

Un silencio sereno lo envolvía todo,
y, al mediar la noche su carrera,

tu palabra todopoderosa se abalanzó,
como paladín inexorable,

desde el trono real de los cielos
al país condenado;

llevaba la espada afilada tu orden terminante;
se detuvo y lo llenó todo de muerte;

pisaba la tierra y tocaba el cielo.

Porque la creación entera, cumpliendo tus órdenes,
cambió radicalmente de naturaleza,
para guardar incólumes a tus hijos.

Se vio la nube dando sombra al campamento,
la tierra firme emergiendo donde había antes agua,

el mar Rojo convertido en camino practicable
y el violento oleaje hecho una vega verde;

por allí pasaron, en formación compacta,
los que iban protegidos por tu mano,

presenciando prodigios asombrosos.

Retozaban como potros y triscaban como corderos,
alabándote a ti, Señor, su libertador.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 104, 2-3. 36-37. 42-43 (R.:5a)

R. Recordad las maravillas que hizo el Señor.

O bien:

R. Aleluya.

Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas;
gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor. R.

Hirió de muerte a los primogénitos del país,
primicias de su virilidad.
Sacó a su pueblo cargado de oro y plata,
y entre sus tribus nadie tropezaba. R.

Porque se acordaba de la palabra sagrada
que había dado a su siervo Abrahán,
sacó a su pueblo con alegría,
a sus escogidos con gritos de triunfo. R.

Aleluya Cf. 2Ts 2, 14

Dios nos llamó por medio del Evangelio,
para sea nuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

EVANGELIO

Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan

Lectura del santo evangelio según san Lucas 18, 1-8

En aquel tiempo, Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola:

—«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.

En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle:

«Hazme justicia frente a mi adversario».

Por algún tiempo se negó, pero después se dijo:

«Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara»».

Y el Señor añadió:

—«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».

Palabra del Señor.



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