Semana 31 de Tiempo Ordinario. Año Impar

Semana 31 Tiempo Ordinario Año Impar

Semana 31 de Tiempo Ordinario en el Año Impar, según el Leccionario IV, es un período litúrgico en el que la Iglesia Católica se sumerge en una profunda reflexión a través de la Palabra de Dios, siguiendo un ciclo de lecturas específicamente diseñado para estos años. Durante este tiempo, los días feriales se enriquecen con lecturas continuas que abarcan una variedad de libros bíblicos, proporcionando a los fieles una oportunidad única de profundizar en su comprensión de las Escrituras y de la enseñanza católica.

En el Año Impar, el Leccionario IV ofrece una selección de textos del Antiguo Testamento, Salmos, Epístolas y Evangelios que se han elegido cuidadosamente para iluminar diferentes aspectos de la fe y la vida cristiana. Estas lecturas están diseñadas no solo para educar sino también para inspirar y guiar a los fieles en su caminar diario con Dios. Por ejemplo, los Evangelios de Marcos y Mateo son a menudo destacados, proporcionando reflexiones sobre la vida y enseñanzas de Jesucristo que son centrales para la fe católica.

31ª Semana de Tiempo Ordinario. Años impares

Lunes

PRIMERA LECTURA

Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 11 ,29-36

Hermanos:

Los dones y la llamada de Dios son irrevocables.

Vosotros, en otro tiempo, erais rebeldes a Dios; pero ahora, al rebelarse ellos, habéis obtenido misericordia.

Así también ellos, que ahora son rebeldes, con ocasión de la misericordia obtenida por vosotros, alcanzarán misericordia.

Pues Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos.

¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos!

¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva?

Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 68, 30-31. 33-34. 36-37 (R.: 14c)

R. Que me escuche, Señor, tu gran bondad.

Yo soy un pobre malherido;
Dios mío, tu salvación me levante.
Alabaré el nombre de Dios con cantos,
proclamaré su grandeza con acción de gracias. R.

Miradlo, los humildes, y alegraos,
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos. R.

El Señor salvará a Sión,
reconstruirá las ciudades de Judá,
y las habitarán en posesión.
La estirpe de sus siervos la heredará,
los que aman su nombre vivirán en ella. R.

Aleluya Jn 8, 31b-32

Si os mantenéis en mi palabra,
seréis de verdad discípulos míos y conoceréis la verdad
—dice el Señor—.

EVANGELIO

No invites a tus amigos, sino a pobres y lisiados

Lectura del santo evangelio según san Lucas 14, 12-14

En aquel tiempo, dijo Jesús a uno de los principales fariseos que lo había invitado:

—«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado.

Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos».

Palabra del Señor.

Martes

PRIMERA LECTURA

Cada miembro está al servicio de los otros miembros

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 12, 5-16a

Hermanos:

Nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada miembro está al servicio de los otros miembros.

Los dones que poseemos son diferentes, según la gracia que se nos ha dado, y se han de ejercer así: si es la profecía, teniendo en cuenta a los creyentes; si es el servicio, dedicándose a servir; el que enseña, aplicándose a enseñar; el que exhorta, a exhortar; el que se encarga de la distribución, hágalo con generosidad; el que preside, con empeño; el que reparte la limosna, con agrado.

Que vuestra caridad no sea una farsa; aborreced lo malo y apegaos a lo bueno.

Como buenos hermanos, sed cariñosos unos con otros, estimando a los demás más que a uno mismo.

En la actividad, no seáis descuidados; en el espíritu, manteneos ardientes.

Servid constantemente al Señor. Que la esperanza os tenga alegres: estad firmes en la tribulación, sed asiduos en la oración.

Contribuid en las necesidades de los santos; practicad la hospitalidad.

Bendecid a los que os persiguen; bendecid, sí, no maldigáis.

Con los que ríen, estad alegres; con los que lloran, llorad.

Tened igualdad de trato unos con otros: no tengáis grandes pretensiones, sino poneos al nivel de la gente humilde.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 130, 1. 2. 3

R. Guarda mi alma en la paz junto a ti, Señor.

Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad. R.

Sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre. R.

Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre. R.

Aleluya Mt 11, 28

Venid a mí todos los estáis cansados y agobiados,
y yo os aliviaré
—dice el Señor—.

EVANGELIO

Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se me llene la casa

Lectura del santo evangelio según san Lucas 14, 15-24

En aquel tiempo, uno de los comensales dijo a Jesús:

—«¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de Dios!».

Jesús le contestó:

—«Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete mandó un criado a avisar a los convidados:

«Venid, que ya está preparado».

Pero ellos se excusaron uno tras otro.

El primero dijo:

«He comprado un campo y tengo que ir a verlo. Dispénsame, por favor».

Otro dijo:

«He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor».

Otro dijo:

«Me acabo de casar y, naturalmente, no puedo ir».

El criado volvió a contárselo al amo.

Entonces el dueño de la casa, indignado, le dijo al criado:

«Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos».

El criado dijo:

«Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía queda sitio».

Entonces el amo le dijo:

«Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se me llene la casa».

Y os digo que ninguno de aquellos convidados probará mi banquete».

Palabra del Señor.

Miércoles

PRIMERA LECTURA

Amar es cumplir la ley entera

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 13, 8-10

Hermanos:

A nadie le debáis nada, más que amor; porque el que ama a su prójimo tiene cumplido el resto de la ley. De hecho, el «no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no envidiarás» y los demás mandamientos que haya, se resumen en esta frase: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».

Uno que ama a su prójimo no le hace daño; por eso amar es cumplir la ley entera.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 111, 1-2. 4-5. 9 (R.: 5a)

R. Dichoso el que se apiada y presta.

O bien:

R. Aleluya.

Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. R.

En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos. R.

Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad. R.

Aleluya 1P 4, 14

Si os ultrajan por el nombre de Cristo,
dichosos vosotros,
porque el Espíritu de Dios reposa sobre vosotros.

EVANGELIO

El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío

Lectura del santo evangelio según san Lucas 14, 25-33

En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo:

—«Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío.

Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío.

Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla?

No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo:

«Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar».

¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil?

Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz.

Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío».

Palabra del Señor.

Jueves

PRIMERA LECTURA

En la vida y en la muerte somos del Señor

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 14 ,7-12

Hermanos:

Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor.

Para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de vivos y muertos. Tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? Y tú, ¿por qué desprecias a tu hermano?

Todos compareceremos ante el tribunal de Dios, porque está escrito:

«Por mi vida, dice el Señor,
ante mí se doblará toda rodilla,
a mí me alabará toda lengua».

Por eso, cada uno dará cuenta a Dios de sí mismo.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 26, 1. 4. 13-14 (R.: 13)

R. Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R.

Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R.

Aleluya Mt 11, 28

Venid a mí todos los estáis cansados y agobiados,
y yo os aliviaré
—dice el Señor—.

EVANGELIO

Habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta

Lectura del santo evangelio según san Lucas 15, 1-10

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos:

—«Ése acoge a los pecadores y come con ellos».

Jesús les dijo esta parábola:

—«Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles:

«¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido».

Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.

Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y vecinas para decirles

«¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido».

Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta».

Palabra del Señor.

Viernes

PRIMERA LECTURA

Ministro de Cristo Jesús para con los gentiles, para que la ofrenda de los gentiles agrade a Dios

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 15, 14-21

Respecto a vosotros, hermanos, yo personalmente estoy convencido de que rebosáis de buena voluntad y de que os sobra saber para aconsejaros unos a otros.

A pesar de eso, para traeros a la memoria lo que ya sabéis, os he escrito, a veces propasándome un poco.

Me da pie el don recibido de Dios, que me hace ministro de Cristo Jesús para con los gentiles: mi acción sacra consiste en anunciar el Evangelio de Dios, para que la ofrenda de los gentiles, consagrada por el Espíritu Santo, agrade a Dios.

En Cristo Jesús estoy orgulloso de mi trabajo por Dios. Sería presunción hablar de algo que no fuera lo que Cristo hace por mi medio para que los gentiles respondan a la fe, con mis palabras y acciones, con la fuerza de señales y prodigios, con la fuerza del Espíritu de Dios.

Tanto, que en todas direcciones, a partir de Jerusalén y llegando hasta la Iliria, lo he dejado todo lleno del Evangelio de Cristo.

Eso sí, para mí es cuestión de amor propio no anunciar el Evangelio más que donde no se ha pronunciado aún el nombre de Cristo; en vez de construir sobre cimiento ajeno, hago lo que dice la Escritura:

«Los que no tenían noticia lo verán,
los que no habían oído hablar comprenderán».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 97, 1. 2-3ab. 3cd-4 (R.: cf. 2b)

R. El Señor revela a las naciones su victoria.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclamad al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.

Aleluya 1Jn 2, 5

Quien guarda la palabra de Cristo,
ciertamente el amor de Dios ha llegado en él
a su plenitud.

EVANGELIO

Los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz

Lectura del santo evangelio según san Lucas 16, 1-8

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes.

Entonces lo llamó y le dijo:

«¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido».

El administrador se puso a echar sus cálculos:

«¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa».

Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo dijo al primero:

«¿Cuánto debes a mi amo?».

Éste respondió:

«Cien barriles de aceite».

Él le dijo:

«Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta».

Luego dijo a otro:

«Y tú, ¿cuánto debes?».

Él contestó:

«Cien fanegas de trigo».

Le dijo:

«Aquí está tu recibo, escribe ochenta».

Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz».

Palabra del Señor.

Sábado

PRIMERA LECTURA

Saludaos unos a otros con el beso ritual

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 16, 3-9. 16. 22-27

Hermanos:

Saludos a Prisca y Aquila, colaboradores míos en la obra de Cristo Jesús; por salvar mi vida expusieron su cabeza, y no soy yo sólo quien les está agradecido, también todas las Iglesias de los gentiles.

Saludad a la Iglesia que se reúne en su casa.

Saludos a mi querido Epéneto, el primer convertido de Cristo en Asia.

Saludos a María, que ha trabajado mucho por vosotros.

Saludos a Andrónico y Junia, mis paisanos y compañeros de prisión, ilustres entre los apóstoles, que llegaron a Cristo antes que yo.

Saludos a Ampliato, mi amigo en el Señor.

Saludos a Urbano, colaborador mío en la obra de Cristo, y a mi querido Estaquis.

Saludaos unos a otros con el beso ritual.

Todas las Iglesias de Cristo os saludan.

Yo, Tercio, que escribo la carta, os mando un saludo en el Señor.

Os saluda Gayo, que me hospeda, y toda esta Iglesia.

Os saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y nuestro hermano Cuarto.

Al que puede fortaleceros según el Evangelio que yo proclamo, predicando a Cristo Jesús, revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora en los escritos proféticos, dado a conocer por decreto del Dios eterno, para traer a todas las naciones a la obediencia de la fe, al Dios, único sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 144, 2-3. 4-5. 10-11 (R.: cf. 1)

R. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.

Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza. R.

Una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas. R.

Que todas las criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R.

Aleluya 2Co 8, 9

Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre,
para enriquecernos con su pobreza.

EVANGELIO

Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras?

Lectura del santo evangelio según san Lucas 16, 9-15

En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos:

—«Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.

El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado.

Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?

Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».

Oyeron esto unos fariseos, amigos del dinero, y se burlaban de él.

Jesús les dijo:

«Vosotros presumís de observantes delante de la gente, pero Dios os conoce por dentro.

La arrogancia con los hombres Dios la detesta».

Palabra del Señor.



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