San Bruno

LECCIONARIO V. 6 de octubre. San Bruno, presbítero

Lecturas San Bruno, presbítero.

El 6 de octubre, la Iglesia Católica celebra la memoria de San Bruno, presbítero. San Bruno fue un destacado santo y fundador de la orden monástica de los Cartujos. Nació en Colonia, Alemania, en el siglo XI y se destacó por su vida de oración, penitencia y enseñanza.

San Bruno fue un hombre de profunda espiritualidad y amor por Dios. Después de recibir una excelente educación y enseñar teología en la Universidad de Reims, decidió abandonar su carrera académica y buscar una vida más contemplativa y austera. Junto con un grupo de compañeros, se retiró a la soledad de la montaña de Chartreuse, en Francia, donde fundó la primera comunidad cartuja.

La orden de los Cartujos se caracteriza por su estilo de vida eremítico y contemplativo. Los monjes cartujos viven en celdas individuales, dedicados a la oración, la lectura espiritual y el trabajo manual. San Bruno estableció una regla estricta para la orden, enfocada en la soledad, el silencio y la búsqueda de la unión con Dios.

San Bruno es recordado por su profunda vida de oración y su búsqueda constante de la presencia de Dios. Fue un maestro espiritual y guió a muchos en el camino de la contemplación y la vida interior. Su ejemplo nos enseña la importancia de cultivar una relación íntima con Dios a través de la oración y la meditación, y de buscar la soledad y el silencio para escuchar su voz.

La lección principal que podemos aprender de San Bruno es su amor por la soledad y su deseo de buscar a Dios en la tranquilidad y el recogimiento. En un mundo lleno de ruido y distracciones, San Bruno nos recuerda la importancia de encontrar tiempo y espacio para estar a solas con Dios, para escuchar su voz y dejarnos transformar por su gracia.

San Bruno también nos enseña la importancia de la penitencia y la renuncia en nuestra vida espiritual. A través de su ejemplo de vida austera y su dedicación a la penitencia, nos reta a examinar nuestras propias vidas y a renunciar a todo lo que nos aleja de Dios. Nos invita a vivir con sencillez y desprendimiento, buscando la verdadera riqueza en la comunión con Dios y en el servicio a los demás.

En este día, podemos recordar a San Bruno y pedirle que nos ayude a seguir su ejemplo de vida contemplativa y penitente. Podemos pedirle que nos dé la gracia de encontrar tiempo para la oración y la meditación en nuestra vida diaria, y que nos ayude a vivir en la sencillez y el desprendimiento. Que su intercesión nos guíe en nuestro camino espiritual y nos acerque más a Dios.

San Bruno, presbítero, ruega por nosotros y ayúdanos a buscar la soledad y el silencio en nuestra vida, para encontrar a Dios y dejarnos transformar por su amor. Amén.

6 de octubre: San Bruno, presbítero

PRIMERA LECTURA

Corro hacia la meta, para ganar el premio, al que Dios desde arriba llama en Cristo Jesús

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 3, 8-14

Hermanos:

Todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor.

Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo y existir en él, no con una justicia mía, la de la Ley, sino con la que viene de la fe de Cristo, la justicia que viene de Dios y se apoya en la fe.

Para conocerlo a él, y la fuerza de su resurrección, y la comunión con sus padecimientos, muriendo su misma muerte, para llegar un día a la resurrección de entre los muertos.

No es que haya conseguido el premio, o que ya esté en la meta: yo sigo corriendo a ver si lo obtengo, pues Cristo Jesús lo obtuvo para mí.

Hermanos, yo no pienso haber conseguido el premio. Sólo busco una cosa: olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por delante, corro hacia la meta, para ganar el premio, al que Dios desde arriba llama en Cristo Jesús.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R.: 2a)

R. Su gozo es la ley del Señor.

Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R.

Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R.

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R.

Aleluya y versículo antes del evangelio Jn 8, 12b

Yo soy la luz del mundo
—dice el Señor—;
el que me sigue tendrá la luz de la vida.

EVANGELIO

Te seguiré a donde vayas

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 57-62

En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, le dijo uno:

—«Te seguiré a donde vayas».

Jesús le respondió:

—«Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».

A otro le dijo:

—«Sígueme».

Él respondió:

—«Déjame primero ir a enterrar a mi padre».

Le contestó:

—«Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios».

Otro le dijo:

—«Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia».

Jesús le contestó:

—«El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios».

Palabra del Señor.

Lecturas del Leccionario V para el mes de octubre