Santa Eduvigis

LECCIONARIO V. 16 de octubre. Santa Eduvigis, religiosa

Lecturas Santa Eduvigis, religiosa.

16 de octubre Santa Eduvigis

El 16 de octubre, la Iglesia Católica celebra la memoria de Santa Eduvigis, una religiosa que dedicó su vida al servicio de Dios y al amor hacia los más necesitados. Santa Eduvigis es un ejemplo de caridad y compasión, y su vida nos inspira a vivir con generosidad y entrega hacia los demás.

Nacida en Polonia en el siglo XII, Santa Eduvigis contrajo matrimonio con el duque Enrique I de Silesia. Aunque su vida como duquesa podría haber sido cómoda y llena de lujos, Eduvigis eligió vivir de acuerdo con los valores del Evangelio y dedicarse al servicio de los pobres y necesitados.

Santa Eduvigis mostró una profunda preocupación por los menos afortunados. Fundó hospitales, conventos y monasterios, y brindó asistencia a los enfermos, huérfanos y personas en situación de pobreza. Además, fue conocida por su dedicación a la educación y al bienestar espiritual de los demás.

A lo largo de su vida, Santa Eduvigis demostró un gran desprendimiento de los bienes materiales y una profunda confianza en la providencia divina. Renunció a su riqueza personal y utilizó sus recursos para ayudar a los demás. Su generosidad y compasión hacia los más necesitados la convirtieron en un faro de esperanza y amor en su comunidad.

Santa Eduvigis nos invita a reflexionar sobre nuestra propia disposición para servir a los demás. Nos desafía a superar nuestro egoísmo y a abrir nuestros corazones a las necesidades de nuestros hermanos y hermanas. Su vida es un recordatorio de que todos estamos llamados a ser instrumentos del amor de Dios en el mundo y a compartir nuestros dones y recursos con generosidad.

En la fiesta de Santa Eduvigis, podemos buscar inspiración en su ejemplo de servicio desinteresado y amor sacrificial. Podemos orar para que ella interceda por nosotros y nos ayude a cultivar una actitud de compasión y solidaridad hacia los más necesitados. Podemos preguntarnos cómo podemos poner nuestros talentos y recursos al servicio de los demás, siguiendo el ejemplo de Santa Eduvigis.

Santa Eduvigis, religiosa, ruega por nosotros y ayúdanos a vivir con generosidad y compasión hacia los demás. Inspíranos a compartir nuestros dones y a ser instrumentos del amor de Dios en el mundo. Que tu ejemplo de servicio desinteresado nos impulse a vivir con un corazón abierto y dispuesto a ayudar a los más necesitados. Amén.


16 de octubre: Santa Eduvigis, religiosa

PRIMERA LECTURA

El sol brilla en el cielo, la mujer bella, en su casa bien arreglada

Lectura del libro de Sirácida 26, 1-4. 13-16

Dichoso el marido de una mujer buena;
se doblarán los años de su vida.

La mujer hacendosa hace prosperar al marido,
él cumplirá sus días en paz.

Mujer buena es buen partido
que recibe el que teme al Señor;

sea rico o pobre, estará contento
y tendrá cara alegre en toda sazón.

Mujer hermosa deleita al marido,
mujer prudente lo robustece;

mujer discreta es don del Señor:

no se paga un ánimo instruido;

mujer modesta duplica su encanto:
no hay belleza que pague un ánimo casto.

El sol brilla en el cielo del Señor,
la mujer bella, en su casa bien arreglada.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 127, 1-2. 3. 4-5 (R.: 1a)

R. Dichoso el que teme al Señor.

Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R.

Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R.

Ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R.

Aleluya y versículo antes del evangelio Jn 8, 31b-32

Si os mantenéis en mi palabra,
seréis de verdad discípulos míos y conoceréis la verdad
—dice el Señor—.

EVANGELIO

El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre

Lectura del santo evangelio según san Marcos 3, 31-35

En aquel tiempo, llegaron la madre y los hermanos de Jesús y desde fuera lo mandaron llamar.

La gente que tenía sentada alrededor le dijo:

—«Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan».

Les contestó:

—«¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?».

Y, paseando la mirada por el corro, dijo:

—«Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre».

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de octubre


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