Santos Ángeles Custodios

LECCIONARIO V. 2 de octubre. Santos Ángeles Custodios

Lecturas Santos Ángeles Custodios.

2 de octubre Santos Ángeles Custodios

El 2 de octubre, la Iglesia Católica celebra la fiesta de los Santos Ángeles Custodios. Esta festividad honra a los seres espirituales enviados por Dios para protegernos, guiarnos y asistirnos en nuestro camino hacia la salvación.

La creencia en los ángeles custodios se remonta a tiempos bíblicos y ha sido una parte integral de la tradición cristiana. Según la enseñanza de la Iglesia, cada persona tiene asignado un ángel custodio desde el momento de su nacimiento, cuya misión es velar por su bienestar espiritual y físico.

La existencia de los ángeles custodios nos recuerda que no estamos solos en nuestra jornada terrenal. Estos seres celestiales son nuestros compañeros invisibles, siempre dispuestos a protegernos de los peligros, inspirarnos en la virtud y llevar nuestras peticiones y oraciones ante el trono de Dios.

La fiesta de los Santos Ángeles Custodios nos invita a reflexionar sobre la presencia constante de estos seres espirituales en nuestras vidas. Nos recuerda que, aunque no los veamos, están junto a nosotros en cada paso del camino, dispuestos a ayudarnos y guiarnos hacia el bien.

Los ángeles custodios son un regalo de amor de Dios para cada uno de nosotros. A través de su protección y guía, podemos experimentar su cuidado paternal y sentirnos consolados en momentos de dificultad. Son mensajeros de paz y esperanza, recordándonos que Dios está siempre cerca y dispuesto a ayudarnos en nuestra vida diaria.

En esta festividad, podemos orar a nuestros ángeles custodios, agradeciéndoles por su constante protección y pidiéndoles que nos guíen en el camino de la santidad. Podemos confiar en su intercesión poderosa y en su amor incondicional.

Además, la fiesta de los Santos Ángeles Custodios nos invita a recordar la realidad de la existencia espiritual y la importancia de cultivar una relación cercana con Dios y con los seres celestiales que nos rodean. Nos anima a creer en la presencia de los ángeles y en su papel activo en nuestras vidas.

Que en este día de los Santos Ángeles Custodios, podamos abrir nuestros corazones a su presencia y permitirles guiar nuestros pasos. Que su protección y amor nos fortalezcan en nuestra fe y nos lleven más cerca de Dios. Oremos para que podamos ser conscientes de su presencia constante y confiar en su cuidado amoroso. Amén.


2 de octubre: Santos Ángeles Custodios

PRIMERA LECTURA

Mi ángel irá por delante

Lectura del libro del Éxodo 23, 20-23a

Así dice el Señor:

«Voy a enviarte un ángel por delante, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado.

Respétalo y obedécelo.

No te rebeles, porque lleva mi nombre y no perdonará tus rebeliones.

Si lo obedeces fielmente y haces lo que yo digo, tus enemigos serán mis enemigos, y tus adversarios serán mis adversarios.

Mi ángel irá por delante».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 90, 1-2. 3-4. 5-6. 10-11 (R.: 11)

R. A sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos.

Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti». R.

Él te librará de la red del cazador,
de la peste funesta.
Te cubrirá con sus plumas,
bajo sus alas te refugiarás. R.

Su brazo es escudo y armadura.
No temerás el espanto nocturno,
ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que se desliza en las tinieblas,
ni la epidemia que devasta a mediodía. R.

No se te acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos. R.

Aleluya Sal 102, 21

Bendecid al Señor, ejércitos suyos,
servidores que cumplís sus deseos.

EVANGELIO

Sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial

Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 1-5. 10

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:

—«¿Quién es el más importante en el reino. de los cielos?».

Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo:

—«Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí.

Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial».

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de octubre


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