San Francisco de Asís

LECCIONARIO V. 4 de octubre. San Francisco de Asís

Lecturas San Francisco de Asís.

4 de octubre San Francisco de Asís

El 4 de octubre, la Iglesia Católica celebra la fiesta de San Francisco de Asís, uno de los santos más queridos y reconocidos de la historia. San Francisco de Asís fue un hombre italiano del siglo XIII que abandonó su vida de riqueza y comodidad para seguir a Cristo en la pobreza y dedicarse al servicio de los más necesitados.

Nacido en 1181 en Asís, Italia, Francisco creció en una familia adinerada y se dedicó a una vida de fiestas y excesos. Sin embargo, después de una experiencia de conversión, renunció a sus riquezas y adoptó un estilo de vida radicalmente diferente. Abrazó la pobreza evangélica y se convirtió en un hombre dedicado a la oración, la penitencia y el servicio a los pobres.

San Francisco de Asís es conocido por su amor y reverencia por la creación de Dios. Consideraba a todas las criaturas como hermanas y hermanos, y se dirigía a ellos con un profundo respeto y gratitud. Incluso se dice que predicaba a los pájaros y conversaba con los animales, demostrando su profunda conexión con la naturaleza y su visión de la hermandad universal.

La lección más importante que podemos aprender de San Francisco de Asís es su profundo amor a Dios y su espíritu de humildad y desprendimiento. A través de su vida, nos enseña la importancia de vivir en armonía con la creación, de cuidar y respetar a nuestros hermanos y hermanas, tanto humanos como no humanos, y de buscar la paz y la reconciliación en todas las circunstancias.

San Francisco de Asís nos inspira a vivir una vida de sencillez, generosidad y servicio. Su ejemplo nos desafía a renunciar a las posesiones materiales y a buscar la verdadera riqueza en la entrega amorosa a los demás. Nos invita a vivir con alegría y gratitud, reconociendo la belleza y la bondad de la creación de Dios en cada momento de nuestras vidas.

En este día, podemos recordar a San Francisco de Asís y pedirle que nos inspire a seguir su ejemplo de vida evangélica. Podemos pedirle que nos ayude a vivir en armonía con la creación y a amar y servir a nuestros semejantes con generosidad y compasión. Que su intercesión nos guíe en nuestro camino de fe y nos lleve más cerca de Dios.

San Francisco de Asís, ruega por nosotros y ayúdanos a vivir en la alegría y la sencillez del Evangelio. Amén.


4 de octubre: San Francisco de Asís

PRIMERA LECTURA

El mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 6, 14-18

Hermanos:

Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo.

Pues lo que cuenta no es circuncisión o incircuncisión, sino una criatura nueva.

La paz y la misericordia de Dios vengan sobre todos los que se ajustan a esta norma; también sobre el Israel de Dios.

En adelante, que nadie me venga con molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.

La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu, hermanos. Amén.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 15, 1-2a y 5. 7-8. 11 (R.: cf. 5a)

R. Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien».
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano. R.

Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R.

Aleluya Cf. Mt 11, 25

Bendito seas, Padre, Señor de cielo y
tierra, porque has revelado los secretos del reino
a la gente sencilla.

EVANGELIO

Has escondido estas cosas a los sabios y las has revelado a la gente sencilla

Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 25-30

En aquel tiempo, exclamó Jesús:

—«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Palabra del Señor.


Lecturas del Leccionario V para el mes de octubre


error: Content is protected !!