Semana 22 de Tiempo Ordinario. Año Par

Semana 22 Tiempo Ordinario Año Par

Semana 22 de Tiempo Ordinario en el Año Par, según el Leccionario IV, la Iglesia Católica se embarca en un viaje continuo a través de la rica Palabra de Dios, ofreciendo a los fieles una secuencia de lecturas que iluminan la vida y enseñanzas de Jesucristo y la aplicación de su mensaje en la vida diaria. Este período se caracteriza por una inmersión profunda en las Escrituras, con un énfasis particular en los textos del Antiguo Testamento y Nuevo Testamento que se alternan con los años impares, asegurando así una cobertura comprensiva y variada de la Biblia a lo largo de dos años.

Durante el Año Par, el Leccionario IV selecciona cuidadosamente lecturas del Antiguo Testamento que resaltan la promesa de Dios y su fidelidad hacia su pueblo, así como pasajes del Nuevo Testamento que se enfocan en las parábolas y enseñanzas de Jesús, especialmente aquellas que se encuentran en los Evangelios de Lucas y Juan. Estas selecciones están diseñadas para profundizar la comprensión y la relación de los fieles con Dios, animándolos a reflexionar sobre su propio camino de fe en respuesta a la Palabra.

22ª Semana de Tiempo Ordinario. Años pares

Lunes

PRIMERA LECTURA

Os anuncié el misterio de Cristo crucificado

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 1-5

Yo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado.

Me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 118, 97. 98. 99. 100. 101 (R.: 97a)

R. ¡Cuánto amo tu voluntad, Señor!

¡Cuánto amo tu voluntad!:
todo el día estoy meditando. R.

Tu mandato me hace más sabio que mis enemigos,
siempre me acompaña. R.

Soy más docto que todos mis maestros,
porque medito tus preceptos. R.

Soy más sagaz que los ancianos,
porque cumplo tus leyes. R.

Aparto mi pie de toda senda mala,
para guardar tu palabra. R.

No me aparto de tus mandamientos,
porque tú me has instruido. R.

Aleluya Cf. Lc 4, 18

El Espíritu del Señor está sobre mí;
me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres.

EVANGELIO

Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres…
Ningún profeta es bien mirado en su tierra

Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 16-30

En aquel tiempo, fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desarrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:

«El Espíritu del Señor está sobre mí,
porque él me ha ungido.

Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres,
para anunciar a los cautivos la libertad,
y a los ciegos la vista;

para dar libertad a los oprimidos,
para anunciar el año de gracia del Señor».

Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles:

—«Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír».

Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios.

Y decían:

—«¿No es éste el hijo de José?».

Y Jesús les dijo:

—«Sin duda me recitaréis aquel refrán: «Médico, cúrate a ti mismo»; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún».

Y añadió:

—«Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio».

Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo.

Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.

Palabra del Señor.

Martes

PRIMERA LECTURA

A nivel humano, uno no capta lo que es propio del Espíritu de Dios;
en cambio, el hombre de espíritu tiene un criterio para juzgarlo todo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 10b-16

Hermanos:

El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios. ¿Quién conoce lo íntimo del hombre, sino el espíritu del hombre, que está dentro de él? Pues, lo mismo, lo íntimo de Dios lo conoce sólo el Espíritu de Dios. Y nosotros hemos recibido un Espíritu que no es del mundo, es el Espíritu que viene de Dios, para que tomemos conciencia de los dones que de Dios recibimos.

Cuando explicamos verdades espirituales a hombres de espíritu, no las exponemos en el lenguaje que enseña el saber humano, sino en el que enseña el Espíritu, expresando realidades espirituales en términos espirituales. A nivel humano, uno no capta lo que es propio del Espíritu de Dios, le parece una necedad; no es capaz de percibirlo, porque sólo se puede juzgar con el criterio del Espíritu. En cambio, el hombre de espíritu tiene un criterio para juzgarlo todo, mientras él no está sujeto al juicio de nadie. «¿Quién conoce la mente del Señor para poder instruirlo?». Pues bien, nosotros tenemos la mente de Cristo.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 144, 8-9. 10-11. 12-13ab. 13cb-14 (R.: 17a)

R. El Señor es justo en todos sus caminos.

El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R.

Que todas tus criaturas te den gracias,
Señor, que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R.

Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R.

El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan. R.

Aleluya Lc 7,16

Un gran Profeta ha surgido entre nosotros.
Dios ha visitado a su pueblo.

EVANGELIO

Sé quién eres: el Santo de Dios

Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 31-37

En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente.

Se quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad.

Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo, y se puso a gritar a voces:

—«¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».

Jesús le intimó:

—«¡Cierra la boca y sal!».

El demonio tiró al hombre por tierra en medio de la gente, pero salió sin hacerle daño.

Todos comentaban estupefactos:

—«¿Qué tiene su palabra? Da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen».

Noticias de él iban llegando a todos los lugares de la comarca.

Palabra del Señor.

Miércoles

PRIMERA LECTURA

Nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros campo de Dios, edificio de Dios

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 3, 1-9

Hermanos, no pude hablaros como a hombres de espíritu, sino como a gente carnal, como a niños en Cristo. Por eso os alimenté con leche, no con comida, porque no estabais para más. Por supuesto, tampoco ahora, que seguís los instintos carnales. Mientras haya entre vosotros envidias y contiendas, es que os guían los instintos carnales y que procedéis según lo humano.

Cuando uno dice «yo soy de Pablo» y otro, «yo de Apolo», ¿no estáis procediendo según lo humano? En fin de cuentas, ¿qué es Apolo y qué es Pablo? Ministros que os llevaron a la fe, cada uno como le encargó el Señor. Yo planté, Apolo regó, pero fue Dios quien hizo crecer; por tanto, el que planta no significa nada ni el que riega tampoco; cuenta el que hace crecer, o sea, Dios. El que planta y el que riega son una misma cosa; si bien cada uno recibirá el salario según lo que haya trabajado. Nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros campo de Dios, edificio de Dios.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 32, 12-13. 14-15. 20-21 (R.: 12b)

R. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.
El Señor mira desde el cielo,
se fija en todos los hombres. R.

Desde su morada observa
a todos los habitantes de la tierra:
él modeló cada corazón,
y comprende todas sus acciones. R.

Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo;
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos. R.

Aleluya Lc 4, 18

El Señor me ha enviado
para anunciar el Evangelio a los pobres,
para anunciar a los cautivos la libertad.

EVANGELIO

También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios,
para eso me han enviado

Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 38-44

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón.

La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron que hiciera algo por ella.

Él, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose en seguida, se puso a servirles.

Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando.

De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban:

—«Tú eres el Hijo de Dios».

Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías.

Al hacerse de día, salió a un lugar solitario.

La gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese.

Pero él les dijo:

—«También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado».

Y predicaba en las sinagogas de Judea.

Palabra del Señor.

Jueves

PRIMERA LECTURA

Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 3, 18-23

Hermanos:

Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio.

Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: «Él caza a los sabios en su astucia». Y también: «El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce que son vanos».

Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 23, 1-2. 3-4ab. 5-6 (R.: 1a)

R. Del Señor es la tierra y cuanto la llena.

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes
y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R.

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.

Aleluya Mt 4, 19

Venid y seguidme
—dice el Señor—,
y os haré pescadores de hombres.

EVANGELIO

Dejándolo todo, lo siguieron

Lectura del santo evangelio según san Lucas 5, 1-11

En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes.

Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.

Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:

—«Rema mar adentro, y echad las redes para pescar».

Simón contestó:

—«Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes».

Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo:

—«Apártate de mí, Señor, que soy un pecador».

Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.

Jesús dijo a Simón:

—«No temas; desde ahora serás pescador de hombres».

Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

Palabra del Señor.

Viernes

PRIMERA LECTURA

El Señor pondrá al descubierto los designios del corazón

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 4, 1-5

Hermanos:

Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador, lo que se busca es que sea fiel. Para mí, lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor.

Así, pues, no juzguéis antes de tiempo: dejad que venga el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá la alabanza de Dios.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 36, 3-4. 5-6. 27-28. 39-40 (R.: 39a)

R. El Señor es quien salva a los justos.

Confía en el Señor y haz el bien,
habita tu tierra y practica la lealtad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón. R.

Encomienda tu camino al Señor,
confía en él, y él actuará:
hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho como el mediodía. R.

Apártate del mal y haz el bien,
y siempre tendrás una casa;
porque el Señor ama la justicia
y no abandona a sus fieles. R.

El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados y los salva
porque se acogen a él. R.

Aleluya Jn 8, 12b

Yo soy la luz del mundo
—dice el Señor—;
el que me sigue tendrá la luz de la vida.

EVANGELIO

Llegará el día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán

Lectura del santo evangelio según san Lucas 5, 33-39

En aquel tiempo, dijeron a Jesús los fariseos y los escribas:

—«Los discípulos de Juan ayunan a menudo y oran, y los de los fariseos también; en cambio, los tuyos, a comer y a beber».

Jesús les contestó:

—«¿Queréis que ayunen los amigos del novio mientras el novio está con ellos? Llegará el día en que se lo lleven, y entonces ayunarán».

Y añadió esta parábola:

—«Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para ponérsela a un manto viejo; porque se estropea el nuevo, y la pieza no le pega al viejo.

Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque el vino nuevo revienta los odres, se derrama, y los odres se estropean.

A vino nuevo, odres nuevos.

Nadie que cate vino añejo quiere del nuevo, pues dirá: «Está bueno el añejo»».

Palabra del Señor.

Sábado

PRIMERA LECTURA

Hemos pasado hambre y sed y falta de ropa

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 4, 6b-15

Hermanos:

En el caso de Apolo y de mí aprended aquello de «no saltarse el reglamento» y no os engriáis en uno a costa del otro. A ver, ¿quién te hace tan importante? ¿Tienes algo que no hayas recibido? Y, si lo has recibido, ¿a qué tanto orgullo, como si nadie te lo hubiera dado?

Ya tenéis todo lo que ansiabais, ya sois ricos, habéis conseguido un reino sin nosotros. ¿Qué más quisiera yo? Así reinaríamos juntos. Por lo que veo, a nosotros, los apóstoles, Dios nos coloca los últimos; parecemos condenados a muerte, dados en espectáculo público para ángeles y hombres. Nosotros, unos necios por Cristo, vosotros, ¡qué sensatos en Cristo! Nosotros débiles, vosotros fuertes; vosotros célebres, nosotros despreciados; hasta ahora hemos pasado hambre y sed y falta de ropa; recibimos bofetadas, no tenemos domicilio, nos agotamos trabajando con nuestras propias manos; nos insultan, y les deseamos bendiciones; nos persiguen, y aguantamos; nos calumnian, y respondemos con buenos modos; nos tratan como a la basura del mundo, el deshecho de la humanidad, y así hasta el día de hoy.

No os escribo esto para avergonzaros, sino para haceros recapacitar, porque os quiero como a hijos; porque tendréis mil tutores en Cristo, pero padres no tenéis muchos; por medio del Evangelio soy yo quien os ha engendrado para Cristo Jesús.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 144, 17-18. 19-20. 21 (R.: 18a)

R. Cerca está el Señor de los que lo invocan.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R.

Satisface los deseos de sus fieles,
escucha sus gritos, y los salva.
El Señor guarda a los que lo aman,
pero destruye a los malvados. R.

Pronuncie mi boca la alabanza del Señor,
todo viviente bendiga su santo nombre
por siempre jamás. R.

Aleluya Jn 14, 6

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida
—dice el Señor—;
nadie va al Padre, sino por mí.

EVANGELIO

¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 1-5

Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano.

Unos fariseos les preguntaron:

—«¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?».

Jesús les replicó:

—«¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre?

Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y les dio a sus compañeros».

Y añadió:

—«El Hijo del hombre es señor del sábado».

Palabra del Señor.



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