Semana 23 de Tiempo Ordinario. Año Par

Semana 23 Tiempo Ordinario Año Par

Semana 23 de Tiempo Ordinario en el Año Par, según el Leccionario IV, la Iglesia Católica se embarca en un viaje continuo a través de la rica Palabra de Dios, ofreciendo a los fieles una secuencia de lecturas que iluminan la vida y enseñanzas de Jesucristo y la aplicación de su mensaje en la vida diaria. Este período se caracteriza por una inmersión profunda en las Escrituras, con un énfasis particular en los textos del Antiguo Testamento y Nuevo Testamento que se alternan con los años impares, asegurando así una cobertura comprensiva y variada de la Biblia a lo largo de dos años.

Durante el Año Par, el Leccionario IV selecciona cuidadosamente lecturas del Antiguo Testamento que resaltan la promesa de Dios y su fidelidad hacia su pueblo, así como pasajes del Nuevo Testamento que se enfocan en las parábolas y enseñanzas de Jesús, especialmente aquellas que se encuentran en los Evangelios de Lucas y Juan. Estas selecciones están diseñadas para profundizar la comprensión y la relación de los fieles con Dios, animándolos a reflexionar sobre su propio camino de fe en respuesta a la Palabra.

23ª Semana de Tiempo Ordinario. Años pares

Lunes

PRIMERA LECTURA

Quitad la levadura vieja, porque ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 5, 1-8

Hermanos:

Se sabe públicamente que hay un caso de unión ilegítima en vuestra comunidad, y tan grave que ni los gentiles la toleran; me refiero a ése que vive con la mujer de su padre.

¿Y todavía os engreís?

Estaría mejor ponerse de luto, para que el que ha hecho eso desaparezca de vuestro grupo.

Lo que es yo, ausente en el cuerpo, pero presente en espíritu, ya he tomado una decisión como si estuviera presente: reunidos vosotros en nombre de nuestro Señor Jesús, y yo presente en espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesús entregar al que ha hecho eso en manos del diablo; en la carne quedará destrozado, pero así su espíritu se salvará en el día del Señor.

Ese orgullo vuestro no tiene razón de ser.

¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa?

Quitad la levadura vieja para ser una masa nueva, ya que sois panes ázimos.

Porque ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo.

Así, pues, celebremos la Pascua, no con levadura vieja (levadura de corrupción y de maldad), sino con los panes ázimos de la sinceridad y la verdad.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 5, 5-6. 7. 12 (R.: 9a)

R. Señor, guíame con tu justicia.

Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia. R.

Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor. R.

Que se alegren los que se acogen a ti,
con júbilo eterno;
protégelos, para que se llenen de gozo
los que aman tu nombre. R.

Aleluya Jn 10, 27

Mis ovejas escuchan mi voz
—dice el Señor—,
y yo las conozco, y ellas me siguen.

EVANGELIO

Estaban al acecho para ver si curaba en sábado

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 6-11

Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar.

Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho.

Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo.

Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico:

—«Levántate y ponte ahí en medio».

Él se levantó y se quedó en pie.

Jesús les dijo:

—«Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado: hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?».

Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre:

—«Extiende el brazo».

Él lo hizo, y su brazo quedó restablecido.

Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.

Palabra del Señor.

Martes

PRIMERA LECTURA

Un hermano tiene que estar en pleito con otro, y además entre no creyentes

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 6, 1-11

Hermanos:

Cuando uno de vosotros está en pleito con otro, ¿cómo tiene el descaro de llevarlo a un tribunal pagano y no ante los santos?

¿Habéis olvidado que los santos juzgarán el universo?

Pues si vosotros vais a juzgar al mundo, ¿no estaréis a la altura de juzgar minucias?

Recordad que juzgaremos a ángeles: cuánto más asuntos de la vida ordinaria.

De manera que para juzgar los asuntos ordinarios dais jurisdicción a ésos que en la Iglesia no pintan nada.

¿No os da vergüenza?

¿Es que no hay entre vosotros ningún entendido que sea capaz de arbitrar entre dos hermanos?

No señor, un hermano tiene que estar en pleito con otro, y además entre no creyentes.

Desde cualquier punto de vista ya es un fallo que haya pleitos entre vosotros.

¿No estaría mejor sufrir la injusticia?

¿No estaría mejor dejarse robar?

En cambio, sois vosotros los injustos y los ladrones, y eso con hermanos vuestros.

Sabéis muy bien que la gente injusta no heredará el reino de Dios.

No os llaméis a engaño: los inmorales, idólatras, adúlteros, afeminados, invertidos, ladrones, codiciosos, borrachos, difamadores o estafadores no heredarán el reino de Dios.

Así erais algunos antes.

Pero os lavaron, os consagraron, os perdonaron en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y por Espíritu de nuestro Dios.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b (R.: 4a)

R. El Señor ama a su pueblo.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R.

Aleluya Cf. Jn 15, 16

Yo os he elegido del mundo, para que vayáis y deis fruto,
y vuestro fruto dure
—dice el Señor—.

EVANGELIO

Pasó la noche orando. Escogió a doce y los nombró apóstoles

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 12-19

En aquel tiempo, subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Bajó del monte con ellos y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.

Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

Palabra del Señor.

Miércoles

PRIMERA LECTURA

¿Estás unido a una mujer? No busques la separación.
¿Estas libre? No busques mujer

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7, 25-31

Hermanos:

Respecto al celibato no tengo órdenes del Señor, sino que doy mi parecer como hombre de fiar que soy, por la misericordia del Señor.

Estimo que es un bien, por la necesidad actual: quiero decir que es un bien vivir así.

¿Estás unido a una mujer? No busques la separación.

¿Estás libre? No busques mujer; aunque, si te casas, no haces mal; y, si una soltera se casa, tampoco hace mal. Pero estos tales sufrirán la tribulación de la carne. Yo respeto vuestras razones.

Digo esto, hermanos: que el momento es apremiante. Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 44, 11-12. 14-15. 16-17 (R.: 11a)

R. Escucha, hija, mira: inclina el oído.

Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna;
prendado está el rey de tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu Señor. R.

Ya entra la princesa, bellísima,
vestida de perlas y brocado;
la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,
la siguen sus compañeras. R.

Las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.
«A cambio de tus padres, tendrás hijos,
que nombrarás príncipes por toda la tierra». R.

Aleluya Lc 6, 23ab

Alegraos y saltad de gozo
—dice el Señor—,
porque vuestra recompensa será grande en el cielo.

EVANGELIO

Dichosos los pobres; ¡ay de vosotros, los ricos!

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 20-26

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo:

—«Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.

Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.

Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis.

Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas.

Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo.

¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre.

¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis.

¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas».

Palabra del Señor.

Jueves

PRIMERA LECTURA

Al pecar contra los hermanos, turbando su conciencia insegura,
pecáis contra Cristo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 8, 1b-7. 11-13

Hermanos:

El conocimiento engríe, lo constructivo es el amor.

Quien se figura haber terminado de conocer algo, aún no ha empezado a conocer como es debido. En cambio, al que ama a Dios, Dios lo reconoce.

Vengamos a eso de comer de lo sacrificado.

Sabemos que en el mundo real un ídolo no es nada, y que Dios no hay más que uno; pues, aunque hay los llamados dioses en el cielo y en la tierra —y son numerosos los dioses y numerosos los señores—, para nosotros no hay más que un Dios, el Padre, de quien procede el universo y a quien estamos destinados nosotros, y un solo Señor, Jesucristo, por quien existe el universo y por quien existimos nosotros.

Sin embargo, no todos tienen ese conocimiento: algunos, acostumbrados a la idolatría hasta hace poco, comen pensando que la carne está consagrada al ídolo y, como su conciencia está insegura, se mancha. Así, tu conocimiento llevará al desastre al inseguro, a un hermano por quien Cristo murió. Al pecar de esa manera contra los hermanos, turbando su conciencia insegura, pecáis contra Cristo. Por eso, si por cuestión de alimento peligra un hermano mío, nunca volveré a comer carne, para no ponerlo en peligro.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 138, 1-3. 13-14ab. 23-24 (R.: 24b)

R. Guíame, Señor, por el camino eterno.

Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares. R.

Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias,
porque me has escogido portentosamente,
porque son admirables tus obras. R.

Señor, sondéame y conoce mi corazón,
ponme a prueba y conoce mis sentimientos,
mira si mi camino se desvía,
guíame por el camino eterno. R.

Aleluya 1Jn 4, 12

Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros,
y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.

EVANGELIO

Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 27-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian.

Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.

Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen.

Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo.

¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos.

Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante.

La medida que uséis, la usarán con vosotros».

Palabra del Señor.

Viernes

PRIMERA LECTURA

Me he hecho todo a todos, para ganar a algunos

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 9, 16-19. 22b-27

Hermanos:

El hecho de predicar no es para mí motivo de orgullo.

No tengo más remedio y, ¡ay de mí si no anuncio el Evangelio!

Si yo lo hiciera por mi propio gusto, eso mismo sería mi paga.

Pero, si lo hago a pesar mío, es que me han encargado este oficio.

Entonces, ¿cuál es la paga?

Precisamente dar a conocer el Evangelio, anunciándolo de balde, sin usar el derecho que me da la predicación del Evangelio.

Porque, siendo libre como soy, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles.

Me he hecho todo a todos, para ganar, sea como sea, a algunos.

Y hago todo esto por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes.

Ya sabéis que en el estadio todos los corredores cubren la carrera, aunque uno solo se lleva el premio.

Corred así: para ganar.

Pero un atleta se impone toda clase de privaciones. Ellos para ganar una corona que se marchita; nosotros, en cambio, una que no se marchita.

Por eso corro yo, pero no al azar; boxeo, pero no contra el aire; mis golpes van a mi cuerpo y lo tengo a mi servicio, no sea que, después de predicar a los otros, me descalifiquen a mí.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 83, 3. 4. 5-6. 12 (R.: 2)

R. ¡Qué deseables son tus moradas,
Señor de los ejércitos!

Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo. R.

Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
la golondrina, un nido
donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío. R.

Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza
al preparar su peregrinación. R.

Porque el Señor es sol y escudo,
él da la gracia y la gloria;
el Señor no niega sus bienes
a los de conducta intachable. R.

Aleluya Cf. Jn 17, 17b.a

Tu palabra, Señor, es verdad;
conságranos en la verdad.

EVANGELIO

¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 39-42

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos una parábola:

—«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?

Un discípulo no es más que su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.

¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Hermano, déjame que te saque la mota del ojo», sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano».

Palabra del Señor.

Sábado

PRIMERA LECTURA

Aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo,
porque comemos todos del mismo pan

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 10, 14-22

Amigos míos, no tengáis que ver con la idolatría. Os hablo como a gente sensata, formaos vuestro juicio sobre lo que digo. El cáliz de la bendición que bendecimos, ¿no es comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque comemos todos del mismo pan. Considerad a Israel según la carne: los que comen de las víctimas se unen al altar.

¿Qué quiero decir? ¿Que las víctimas son algo o que los ídolos son algo? No, sino que los gentiles ofrecen sus sacrificios a los demonios, no a Dios, y no quiero que os unáis a los demonios. No podéis beber de los dos cálices, del Señor y del de los demonios. No podéis participar de las dos mesas, de la del Señor y de la de los demonios. ¿Vamos a provocar al Señor? ¿Es que somos más fuertes que él?

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 115, 12-13. 17-18 (R.: 17a)

R. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.

O bien:

R. Aleluya.

¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre. R.

Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo. R.

Aleluya Jn 14, 23

El que ama guardará mi palabra
—dice el Señor—,
y mi Padre lo amará, y vendremos a él.

EVANGELIO

¿Por qué me llamáis «Señor, Señor», y no hacéis lo que digo?

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 43-49

En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos:

—«No hay árbol sano que dé fruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano.

Cada árbol se conoce por su fruto; porque no se cosechan higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.

El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque lo que rebosa del corazón, lo habla la boca.

¿Por qué me llamáis «Señor, Señor», y no hacéis lo que digo?

El que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra, os voy a decir a quién se parece: se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque estaba sólidamente construida.

El que escucha y no pone por obra se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento; arremetió contra ella el río, y en seguida se derrumbó y quedó hecha una gran ruina».

Palabra del Señor.



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