Semana 26 de Tiempo Ordinario. Año Par

Semana 26 Tiempo Ordinario Año Par

Semana 26 de Tiempo Ordinario en el Año Par, según el Leccionario IV, la Iglesia Católica se embarca en un viaje continuo a través de la rica Palabra de Dios, ofreciendo a los fieles una secuencia de lecturas que iluminan la vida y enseñanzas de Jesucristo y la aplicación de su mensaje en la vida diaria. Este período se caracteriza por una inmersión profunda en las Escrituras, con un énfasis particular en los textos del Antiguo Testamento y Nuevo Testamento que se alternan con los años impares, asegurando así una cobertura comprensiva y variada de la Biblia a lo largo de dos años.

Durante el Año Par, el Leccionario IV selecciona cuidadosamente lecturas del Antiguo Testamento que resaltan la promesa de Dios y su fidelidad hacia su pueblo, así como pasajes del Nuevo Testamento que se enfocan en las parábolas y enseñanzas de Jesús, especialmente aquellas que se encuentran en los Evangelios de Lucas y Juan. Estas selecciones están diseñadas para profundizar la comprensión y la relación de los fieles con Dios, animándolos a reflexionar sobre su propio camino de fe en respuesta a la Palabra.

26ª Semana de Tiempo Ordinario. Años pares

Lunes

PRIMERA LECTURA

El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, bendito sea el nombre del Señor

Lectura del libro de Job 1, 6-22

Un día, fueron los ángeles y se presentaron al Señor; entre ellos llegó también Satanás.

El Señor le preguntó:

—«¿De dónde vienes?».

El respondió:

—«De dar vueltas por la tierra».

El Señor le dijo:

—«¿Te has fijado en mi siervo Job? En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo y honrado, que teme a Dios y se aparta del mal».

Satanás le respondió:

—«¿Y crees que teme a Dios de balde? ¡Si tú mismo lo has cercado y protegido, a él, a su hogar y todo lo suyo! Has bendecido sus trabajos, y sus rebaños se ensanchan por el país. Pero extiende la mano, daña sus posesiones, y te apuesto a que te maldecirá en tu cara».

El Señor le dijo:

—«Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él no lo toques».

Y Satanás se marchó.

Un día que sus hijos e hijas comían y bebían en casa del hermano mayor, llegó un mensajero a casa de Job y le dijo:

—«Estaban los bueyes arando y las burras pastando a su lado, cuando cayeron sobre ellos unos sabeos, apuñalaron a los mozos y se llevaron el ganado. Sólo yo pude escapar para contártelo».

No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo:

—«Ha caído un rayo del cielo que ha quemado y consumido tus ovejas y pastores. Sólo yo pude escapar para contártelo».

No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo:

—«Una banda de caldeos, dividiéndose en tres grupos, se echó sobre los camellos y se los llevó, y apuñaló a los mozos. Sólo yo pude escapar para contártelo».

No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo:

—«Estaban tus hijos y tus hijas comiendo y bebiendo en casa del hermano mayor, cuando un huracán cruzó el desierto y embistió por los cuatro costados la casa, que se derrumbó y los mató. Sólo yo pude escapar para contártelo».

Entonces Job se levantó, se rasgó el manto, se rapó la cabeza, se echó por tierra y dijo:

«Desnudo salí del vientre de mi madre
y desnudo volveré a él.
El Señor me lo dio,
el Señor me lo quitó;
bendito sea el nombre del Señor».

A pesar de todo, Job no protestó contra Dios.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 16, 1. 2-3. 6-7 (R.: 6b)

R. Inclina el oído y escucha mis palabras.

Señor, escucha mi apelación,
atiende a mis clamores,
presta oído a mi súplica,
que en mis labios no hay engaño. R.

Emane de ti la sentencia,
miren tus ojos la rectitud.
Aunque sondees mi corazón,
visitándolo de noche,
aunque me pruebes al fuego,
no encontrarás malicia en mí. R.

Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío;
inclina el oído y escucha mis palabras.
Muestra las maravillas de tu misericordia,
tú que salvas de los adversarios
a quien se refugia a tu derecha. R.

Aleluya Mc 10, 45

El Hijo del hombre ha venido para servir
y dar su vida en rescate por todos.

EVANGELIO

El más pequeño de vosotros es el más importante

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 46-50

En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante.

Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo:

—«El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado.

El más pequeño de vosotros es el más importante».

Juan tomó la palabra y dijo:

—«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir».

Jesús le respondió:

—«No se lo impidáis; el que no está contra vosotros, está a favor vuestro».

Palabra del Señor.

Martes

PRIMERA LECTURA

¿Por qué dio luz a un desgraciado?

Lectura del libro de Job 3, 1-3. 11-17. 20-23

Job abrió la boca y maldijo su día diciendo:

«¡Muera el día en que nací,
la noche que dijo: «Se ha concebido un varón!».

¿Por qué al salir del vientre no morí
o perecí al salir de las entrañas?

¿Por qué me recibió un regazo
y unos pechos me dieron de mamar?

Ahora dormiría tranquilo,
descansaría en paz,

lo mismo que los reyes de la tierra
que se alzan mausoleos,

o como los nobles que amontonan oro
y plata en sus palacios.

Ahora sería un aborto enterrado,
una criatura que no llegó a ver la luz.

Allí acaba el tumulto de los malvados,
allí reposan los que están rendidos.

¿Por qué dio luz a un desgraciado
y vida al que la pasa en amargura,

al que ansía la muerte que no llega
y escarba buscándola más que un tesoro,

al que se alegraría ante la tumba

y gozaría al recibir sepultura,

al hombre que no encuentra camino
porque Dios le cerró la salida?».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 87, 2-3. 4-5. 6. 7-8 (R.: 3a)

R. Llegue hasta ti mi súplica, Señor.

Señor, Dios mío, de día te pido auxilio,
de noche grito en tu presencia;
llegue hasta ti mi súplica,
inclina tu oído a mi clamor. R.

Porque mi alma está colmada de desdichas,
y mi vida está al borde del abismo;
ya me cuentan con los que bajan a la fosa,
soy como un inválido. R.

Tengo mi cama entre los muertos,
como los caídos que yacen en el sepulcro,
de los cuales ya no guardas memoria,
porque fueron arrancados de tu mano. R.

Me has colocado en lo hondo de la fosa,
en las tinieblas del fondo;
tu cólera pesa sobre mí,
me echas encima todas tus olas. R.

Aleluya Mc 10, 45

El Hijo del hombre ha venido para servir
y dar su vida en rescate por todos.

EVANGELIO

Tomó la decisión de ir a Jerusalén

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 51-56

Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante.

De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén.

Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron:

—«Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?».

Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea.

Palabra del Señor.

Miércoles

PRIMERA LECTURA

El hombre no es justo frente a Dios

Lectura del libro de Job 9, 1-12. 14-16

Respondió Job a sus amigos:

«Sé muy bien que es así:
que el hombre no es justo frente a Dios.

Si Dios se digna pleitear con él,
él no podrá rebatirle de mil razones una.

¿Quién, fuerte o sabio,
le resiste y queda ileso?

Él desplaza las montañas sin que se advierta
y las vuelca con su cólera;

estremece la tierra en sus cimientos,
y sus columnas retiemblan;

manda al sol que no brille
y guarda bajo sello las estrellas;

él solo despliega los cielos
y camina sobre la espalda del mar;

creó la Osa y Orión,
las Pléyades y las Cámaras del Sur;

hace prodigios insondables,
maravillas sin cuento.

Si cruza junto a mí, no puedo verlo,
pasa rozándome, y no lo siento;

si coge una presa, ¿quién se la quitará?;
¿quién le reclamará: «Qué estás haciendo?».

Cuánto menos podré yo replicarle
o escoger argumentos contra él.

Aunque tuviera razón, no recibiría respuesta,
tendría que suplicar a mi adversario;

aunque lo citara y me respondiera,
no creo que me hiciera caso».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 87, 10bc-11. 12-13. 14-15 (R.: 3a)

R. Llegue hasta ti mi súplica, Señor.

Todo el día te estoy invocando,
tendiendo las manos hacia ti.
¿Harás tú maravillas por los muertos?
¿Se alzarán las sombras para darte gracias? R.

¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia,
o tu fidelidad en el reino de la muerte?
¿Se conocen tus maravillas en las tinieblas,
o tu justicia en el país del olvido? R.

Pero yo te pido auxilio,
por la mañana irá a tu encuentro mi súplica.
¿Por qué, Señor, me rechazas
y me escondes tu rostro? R.

Aleluya Flp 3, 8-9

Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura
con tal de ganar a Cristo y existir en él.

EVANGELIO

Te seguiré a donde vayas

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 57-62

En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, le dijo uno:

—«Te seguiré a donde vayas».

Jesús le respondió:

—«Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».

A otro le dijo:

—«Sígueme».

Él respondió:

—«Déjame primero ir a enterrar a mi padre».

Le contestó:

—«Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios».

Otro le dijo:

—«Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia».

Jesús le contestó:

—«El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios».

Palabra del Señor.

Jueves

PRIMERA LECTURA

Yo sé que está vivo mi Redentor

Lectura del libro de Job 19, 21-27

Job dijo:

«¡Piedad, piedad de mí, amigos míos,
que me ha herido la mano de Dios!

¿Por qué me perseguís como Dios
y no os hartáis de escarnecerme?

¡Ojalá se escribieran mis palabras,
ojalá se grabaran en cobre,

con cincel de hierro y en plomo
se escribieran para siempre en la roca!

Yo sé que está vivo mi Redentor,
y que al final se alzará sobre el polvo:

después que me arranquen la piel,
ya sin carne, veré a Dios;

yo mismo lo veré, y no otro,
mis propios ojos lo verán.

¡Desfallezco de ansias en mi pecho!».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 26, 7-8a. 8b-9abc. 13-14 (R.: 13)

R. Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.

Escúchame, Señor, que te llamo;
ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro». R.

Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches. R.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R.

Aleluya Mc 1, 15

Está cerca el reino de Dios
—dice el Señor—:
convertíos y creed en el Evangelio.

EVANGELIO

Descansará sobre ellos vuestra paz

Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 1-12

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir él. Y les decía:

—«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.

¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino.

Cuando entréis en una casa, decid primero: «Paz a esta casa». Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.

Quedaos en la misma casa, comed y bebed lo que tengan, porque el obrero merece su salario.

No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: «Está cerca de vosotros el reino de Dios».

Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: «Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios».

Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo».

Palabra del Señor.

Viernes

PRIMERA LECTURA

¿Has mandado a la mañana o has entrado por los hontanares del mar?

Lectura del libro de Job 38, 1. 12-21; 40, 3-5

El Señor habló a Job desde la tormenta:

«¿Has mandado en tu vida a la mañana
o has señalado su puesto a la aurora,

para que agarre la tierra por los bordes
y sacuda de ella a los malvados,

para que la transforme como arcilla bajo el sello
y la tiña como la ropa;

para que les niegue la luz a los malvados
y se quiebre el brazo sublevado?

¿Has entrado por los hontanares del mar
o paseado por la hondura del océano?

¿Te han enseñado las puertas de la muerte
o has visto los portales de las sombras?

¿Has examinado la anchura de la tierra?
Cuéntamelo, si lo sabes todo.

¿Por dónde se va a la casa de la luz
y dónde viven las tinieblas?

¿Podrías conducirlas a su país
o enseñarles el camino de casa?

Lo sabrás, pues ya habías nacido entonces
y has cumplido tantísimos años».

Job respondió al Señor:

«Me siento pequeño, ¿qué replicaré?
Me taparé la boca con la mano;

he hablado una vez, y no insistiré,
dos veces, y no añadiré nada».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 138, 1-3, 7-8. 9-10. 13-14ab (R.: 24b)

R. Guíame, Señor, por el camino eterno.

Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares. R.

¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro. R.

Si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha. R.

Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias,
porque me has escogido portentosamente,
porque son admirables tus obras. R.

Aleluya Cf. Sal 94, 8ab

No endurezcáis hoy vuestro corazón;
escuchad la voz del Señor.

EVANGELIO

Quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado

Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 13-16

En aquel tiempo, dijo Jesús:

—«¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidas de sayal y sentadas en la ceniza.

Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.

Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno.

Quien a vosotros os escucha a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado».

Palabra del Señor.

Sábado

PRIMERA LECTURA

Ahora te han visto mis ojos, por eso me retracto

Lectura del libro de Job 42, 1-3. 5-6. 12-16

Job respondió al Señor:

«Reconozco que lo puedes todo,
y ningún plan es irrealizable para ti,
yo, el que te empaño tus designios
con palabras sin sentido;

hablé de grandezas que no entendía,
de maravillas que superan mi comprensión.

Te conocía sólo de oídas,
ahora te han visto mis ojos;

por eso, me retracto y me arrepiento,
echándome polvo y ceniza».

El Señor bendijo a Job al final de su vida más aún que al principio; sus posesiones fueron catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil borricas.

Tuvo siete hijos y tres hijas: la primera se llamaba Paloma, la segunda Acacia, la tercera Azabache. No había en todo el país mujeres más bellas que las hijas de Job. Su padre les repartió heredades como a sus hermanos.

Después Job vivió cuarenta años, y conoció a sus hijos y a sus nietos y a sus biznietos.

Y Job murió anciano y satisfecho.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 118, 66. 71. 75. 91. 125. 130 (R.: 135a)

R. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.

Enséñame a gustar y a comprender,
porque me fío de tus mandatos. R.

Me estuvo bien el sufrir,
así aprendí tus mandamientos. R.

Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos,
que con razón me hiciste sufrir. R.

Por tu mandamiento subsisten hasta hoy,
porque todo está a tu servicio. R.

Yo soy tu siervo: dame inteligencia,
y conoceré tus preceptos. R.

La explicación de tus palabras ilumina,
da inteligencia a los ignorantes. R.

Aleluya Cf. Mt 11, 25

Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra,
porque has revelado los secretos del reino
a la gente sencilla.

EVANGELIO

Estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo

Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 17-24

En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron muy contentos y dijeron a Jesús:

—«Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre».

Él les contestó:

—«Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno.

Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo».

En aquel momento, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó:

—«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla.

Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.

Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar».

Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:

—«¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que veis vosotros, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron».

Palabra del Señor.



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